De amor y eternidad

J. Monreal
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La actriz conquense es la protagonista del musical 'Vlad' rep

De amor y eternidad

Se define a sí misma como actriz y cantante lírica, aunque en Estíbaliz convergen otras muchas mas facetas que hacen de ella un ser apasionado, vital, que sabe aprovechar el tiempo y disfrutar de cada instante.

Nació en Madrid, pero las circunstancias familiares hicieron que viviera parte de su infancia en el pequeño pueblo de Belinchón, y asistiera al colegio en Tarancón.

Desde muy temprana edad cursó estudios de piano, «con María Suárez Bricio, una profesora excepcional a la que recordaré toda mi vida», dice Estíbaliz, quien supo encaminar su carrera hacia la música, entrando en el conservatorio de Madrid, siendo la alumna más joven del centro musical.

Un ir y venir constante, entre Madrid y Tarancón, era la rutina diaria de esta joven inquieta que soñaba con los grandes escenarios, «pero consciente de que sin formación poco o nada se puede conseguir», señala la actriz, quien no descuidó su formación, combinando estudios musicales con la Medicina, «donde he acabado el máster en Patología de la Voz, especializándome en rehabilitación vocal».

Habla cinco idiomas y se desenvuelve en la vida con la misma soltura que en los escenarios, donde empezó desde muy abajo, «sobre todo en teatro musical aunque mi formación sea lírica. Mis primeros papeles los interpreté en la compañía de Angela Carrasco, con 16 años, y de ahí fui haciendo otros papeles, entre ellos la protagonista de Don Juan Tenorio, obra a la que asiste ewl hijo de Plácido Domingo, quien se interesa por mí y así es como poco a poco voy adquiriendo experiencia y con ella mayor responsabilidad».

Una de las actuaciones que recuerda con más cariño es la que tuvo lugar el pasado mes de junio en la Catedral de La Almudena junto al gran tenor Plácido Domingo, «actuación inolvidable al compartir escenario con una figura tan relevante en el mundo de la lírica», señala con emoción Estíbaliz.

Viajar y aprender, estudiar y darlo todo en el escenario, es el motor que impulsa la carrera artística de esta joven inquieta que sueña con los ojos abiertos y con los pies bien asentados sobre la tierra, consciente de que el triunfo llega siguiendo el camino del trabajo y la preparación constante.

«Como son tantos papeles distintos los que hay que interpretar, bien en musical o lírica, hay que tener una buena base, y eso pasa inevitablemente por una formación teatral», dice Estíbaliz, quien también ha realizado cursos de arte dramático.

Actuar y cantar. Sentir y vivir los personajes que tocan en cada momento, «como es el caso de Mina Murray, la protagonista de Vlad, a la que se podría definir como un personaje dulce, muy inteligente y con un gran fuerza interior. En cuanto a la parcela musico-vocal, el personaje tiene una gran extensión, tanto cantando como en los espacios recitados».

La obra que llega este sábado al Auditorio, Vlad, es un musical basado en la obra de Bram Stoker, «aunque ambientado en la versión cinematográfica, donde el terror cede protagonismo al amor, al romanticismo», señala la actriz protagonista.

La obra es un triángulo amoroso en el que todo gira en torno a, Mina, a quien da vida Estíbaliz Martyn.

«Siento una gran ilusión al llevar la obra al Auditorio de Cuenca porque ahí fue donde actué con motivo de la Semana de Música Religiosa, y siempre es agradable volver a tu tierra».

Vlad, en el Auditorio. La gira sigue, de norte a sur, por diversos lugares de España.

Éxito seguro del que surgirán nuevos proyectos. Estíbaliz forma parte de ellos.