Los jabalíes causan daños en el cereal de Campillos

Jonatan López
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Los productores de la comarca piden a la Delegación de Medio Ambiente medidas de urgencia y alertan del aumento de accidentes de tráfico provocados por la fauna cinegética

Los jabalíes causan daños en el cereal de Campillos - Foto: A. Cano

Es el tema habitual para estas fechas y sigue siendo uno de los principales problemas de los agricultores de la provincia. El año agrícola no ha hecho más que dar sus primeros pasos y los problemas con la fauna cinegética ya son más que patentes en los campos de cultivo, sobre todo en los cereales de invierno que hace unas semanas se sembraron y ya acumulan numerosos incidentes.

Anselmo Cano, un productor de Campillos-Paravientos, da fe de que jabalíes, corzos y ciervos están haciendo de las suyas en esta parte de la Serranía Baja. Hace apenas 15 días que el agricultor aprovechó las lluvias pasadas para sembrar cebada y trigo y ya se ha encontrado con los primeros destrozos. «Conforme va uno sembrando, al día siguiente entran en la parcela y se comen el grano», cuenta, y explica que los jabalíes «siguen el hilo que ha dejado la sembradora con el morro, van absorbiendo y ni siquiera se tuercen».

Las dificultades no se han presentado este año, sino que se producen de forma continuada desde hace cerca de una década, pero asegura el agricultor no haber visto nunca tanta cantidad de animales. «Otros años levantaban un pedazo y es que ahora lo levantan todo». 

El problema, que atañe a la comarca, es de tal importancia que dice haberse puesto en contacto con la Delegación de Medio Ambiente en la provincia para solicitar medidas de urgencia y permitir que los cazadores puedan realizar batidas allí donde se concentran los animales. No obstante, afirma que aunque se aprueban zonas puntuales para los descastes, desconocen en qué cotos y parcelas proliferan las piaras o manadas. «He pedido cita y estoy a la espera de que me llamen», comenta, y añade que «mientras tanto, y a lo poco que nazca, vendrán los ciervos luego y darán cuenta».

Otro de los problemas añadidos es la gran cantidad de accidentes que se están produciendo en las últimas semanas. «En un trayecto de dos kilómetros pueden detectarse más de 50 ciervos. En esta zona, todas las semanas hay un accidente y los de aquí ya conducimos en ciertas carreteras a menor velocidad», explica Cano.

La situación, unida a los sobrecostes derivados de la producción o de los fitosanitarios y fertilizantes, provoca que los agricultores se piensen mucho si continuar o no con su profesión. «Tengo un hijo de 24 años, que se está planteando seguir o no. Se está poniendo imposible».