El debate general relativo a la situación de las ayudas a las inversiones en explotaciones agrícolas celebrado este jueves en el pleno de las Cortes regionales fue salpicado por el agua, más concretamente por la Mesa regional abierta para encontrar una posición común en defensa de los intereses hídricos de la región. El presidente del PP en Castilla-La Mancha, Paco Núñez, garantizó su presencia en la próxima reunión de la Mesa si el presidente regional, Emiliano García-Page, que «tampoco acudió a la anterior», se compromete a presidirla.

Núñez hizo este compromiso  después de que la portavoz socialista, Isabel Abengózar, le echara en cara que no estuviera presente en la primera reunión de este foro que tuvo lugar el pasado 31 de enero.

«Yo no sé si Page confía tan poco en usted y en Mora (presidente del Grupo Socialista en las Cortes) que le parece que su presencia en la Mesa es poco representativa», le  espetó a Abengózar, pero «yo le garantizo que mi confianza» en la diputada Ana Guarinos y el secretario regional de Agua del PP, Aquilino Iniesta, que representaron al PP en este foro, «es absoluta».

PSOE, A NÚÑEZ: DIGA SÍ AL FIN DEL TRASVASE. La respuesta a este reto no se hizo esperar. Abengózar dejó claro a Núñez que no puede compararse con García-Page porque «no es lo mismo gobernar una región que un partido».

Insistió en su argumento de que el PP debería haber estado representado en la primera Mesa del Agua por su jefe de filas para decir a todos los castellano-manchegos que sí quiere el fin del trasvase, algo que, según lamentó, no hizo Ana Guarinos.

Así, echó en cara a Núñez que en su día aplaudiera el memorándum del Tajo-Segura, «obra de su exjefa María Dolores Cospedal», y que aún no haya censurado las palabras del presidente del PP, Pablo Casado, «que no quiere que se acabe el trasvase».