«El comercio tradicional es vital para nuestra economía»

Leo Cortijo
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El presidente de los comerciantes conquenses analiza la situación por la que atraviesa el sector ante las 'amenazas' del modelo de economía actual y cómo éste se ha adaptado a los cambios y a las necesidades de un ámbito en continua evolución

«El comercio tradicional es vital para nuestra economía» - Foto: Reyes Martínez

Representa a un sector «clave» para la economía de cualquier ciudad, máxime si es pequeña y carece de una gran industria que genere un notable número de puestos de trabajo, como es Cuenca. El presidente de la Asociación Provincial del Comercio, José Miguel Bermejo, argumenta que el sector no pasa, ni mucho menos, por el mejor momento no solo en esta ciudad, sino a nivel global. Dos razones fundamentales ofrece para explicar su opinión. Una, la crisis económica de la que todavía se recuperan. Y dos, las nuevas formas de consumo, con especial detenimiento en el comercio online.

Uno pasea por Carretería y la zona centro de la ciudad y se ven muchos locales cerrados, ¿es tan grave y tan dura la situación del comercio en Cuenca?

La situación en la ciudad no es fácil, pero no es de ahora, viene de algunos años atrás, de una crisis económica dura de la que todavía nos estamos recuperando y que ha tenido especial incidencia en el sector del comercio. Así, a la crisis económica se han sumado las nuevas formas de consumo que atacan directamente lo que son los establecimientos tradicionales de nuestra ciudad, muchos de los cuáles han cerrado sus puertas en estos últimos años.

El cierre de los comercios de proximidad es un problema a nivel nacional, pero ¿cree que en Cuenca se agudiza todavía más?

Como bien has dicho en la pregunta, el comercio está en crisis de manera global y en todas las ciudades de España. Salvo las grandes arterias comerciales de las grandes ciudades, el resto han tenido que reciclarse y el descenso del consumo y las políticas de algunas grandes compañías se han dejado ver en la fisionomía de las ciudades. En Cuenca, al ser una ciudad pequeña, con el consumo ya de por sí reducido, el hecho de que estallara la crisis y se comprara menos y que además muchos consumidores apuesten por el comercio electrónico, es una huella que nos ha hecho mucho daño.

¿Cuáles son los principales factores que inciden en la asfixia de los pequeños comerciantes en ciudades pequeñas como ésta?

El más importante es la crisis de consumo que tenemos en la ciudad desde hace muchos años. No hemos podido recuperar las cifras de ventas que teníamos antes de la crisis económica, muchos compradores no han vuelto a nuestras tiendas por los factores que os hemos anunciado antes, la crisis y el comercio electrónico, y así es inviable mantener algunos establecimientos abiertos más tiempo porque no estamos hablando de grandes empresas, sino de autónomos que atienden su propio negocio en muchos casos. 

Según los datos de la patronal, en diez años ha habido 400 cierres y 1.200 puestos de trabajo destruidos. ¿Tanta importancia puede tener el comercio en la actividad económica?

No es que el pequeño comercio tenga importancia, sino que es vital para la economía de una ciudad y más si cabe en ciudades pequeñas como la nuestra. Así, los comercios suelen ser pequeños empresarios y autónomos que pagan impuestos que generan su propio puesto de trabajo y que suelen generar empleo estable y lo que es todavía más importante dan vida a la ciudad y proporcionan un servicio social en muchos barrios en los que se instalan. 

En su día llevaron a cabo una interesante y llamativa campaña, ‘Se vende porque no se vende’, en la que cerraron los comercios como acción reivindicativa. ¿Qué se busca reivindicar con campañas tan directas y claras como ésta? ¿Habrá más de este estilo?

Esta campaña yo creo que hablaba por si sola, la imagen con la que amaneció la ciudad ese día era desoladora, pero es la estampa que tendremos si continúa la crisis de consumo de proximidad en la que nos encontramos. Se trataba de mentalizar al ciudadano de la importancia de apostar por el pequeño comercio porque por comercio electrónico se pueden encontrar las mismas cosas que aquí, pero además en nuestros comercios hay servicio cercano y sabes que estás apostando por mantener viva tu ciudad. En cuanto a si habrá más acciones, en la Asociación del Comercio seguimos trabajando en positivo para dar alternativas a los comercios. Ya el año pasado hicimos ‘La Noche Mágica de las Compras’, que funcionó muy bien y seguiremos insistiendo con la campaña ‘Compra en Cuenca’. Además, a través de nuestro trabajo con los técnicos de CEOE-Cepyme Cuenca queremos seguir formando a empresarios y trabajadores en aspectos importantes como el comercio electrónico o el diseño para sacar mayor producto a nuestros establecimientos. 

¿De qué manera puede luchar el comercio de proximidad contra las grandes superficies y, lo que todavía es más importante, contra la venta online?

Hay un aspecto que marca la diferencia entre el comercio de proximidad y el resto y es el trato personal y el servicio cercano que se dispensa. Un cliente de un comercio tradicional sabe perfectamente el nombre de la persona que le atiende y puede encontrar un servicio profesional y cercano, teniendo en cuenta que no todo el mundo sabe o tiene acceso al mundo de internet y ahí es donde el profesional del comercio da un servicio imprescindible. 

¿Qué reclamaciones se le pueden hacer a las administraciones públicas para que os echen un cable en este camino?

Nosotros tenemos un contacto permanente con las administraciones y en principio todas saben de la importancia del pequeño comercio en las localidades en las que se instala. De hecho, colaboramos con el Ayuntamiento, la Diputación y la Junta con el fin de promover iniciativas y hacer acciones en beneficio del pequeño comercio. Desde la Asociación del Comercio seguiremos reclamando esta ayuda en base a lo mucho que supone mantener abiertas estas tiendas y estos puestos de trabajo en nuestra provincia, y es que, como quedaba claro en la campaña, es la diferencia entre una población viva y una muerta. 

Mirémonos al ombligo a nosotros mismos y hagamos autocrítica si es necesario hacerla. ¿Qué parte de responsabilidad tienen en todo esto los propios comerciantes? ¿En qué se debería haber trabajado y no se ha hecho?

Los comerciantes no podemos mirar a otro lado en este aspecto. Como hemos dicho, hay factores contra los que no puedes luchar como una bajada del consumo o un comercio electrónico potente, pero nosotros también debemos formarnos, estudiar el mercado y buscar soluciones y, en este sentido, creo que debemos seguir trabajando. Hay esperanza porque ya estamos viendo algunos pequeños comercios que tienen una fuerte implantación en las redes sociales y que les sirve para vender o que intentan modernizar su imagen, y creo que es una línea a seguir.

A los consumidores, ¿cómo les animaría a comprar en los comercios tradicionales de toda la vida?

El consumidor tradicional sabe que tiene a su disposición unos productos de gran calidad y un servicio personal que no encontrará en otro sitio. No hay nada que envidiar de ninguna gran superficie o del comercio electrónico. Por eso creo que el que sigue con nosotros sabe que está en las mejores manos, y al que se fue por diversos motivos le animo a volver porque no encontrará estas condiciones en otros sitios. 

¿Qué sería de esta ciudad sin comercios en sus calles principales?

Directamente una ciudad muerta. Ya lo dejamos ver en la campaña de ‘Se vende porque no se vende’ y, sin exagerar, parecía un escenario de una película de zombis. Pues esto sería Cuenca sin comercios de proximidad.