«No cambio lo que tengo en Cuenca por cualquier otra plaza»

Leo Cortijo
-

Cada uno establece la lista de prioridades como estima oportuno. Maximino Pérez no es menos y después de más de dos décadas como empresario del coso conquense, tiene claro qué es lo más importante en su vida

«No cambio lo que tengo en Cuenca por cualquier otra plaza»

Cada uno establece la lista de prioridades como estima oportuno. Maximino Pérez no es menos y después de más de dos décadas como empresario del coso conquense, tiene claro qué es lo más importante en su vida. Algo «especial» es su relación con Cuenca, en la que lo personal está por encima incluso de lo profesional. A través de su Champions particular busca conquistar los gustos de todos los aficionados y por eso la variedad es pilar clave. Pero no solo eso. También pretende que Cuenca, indirectamente, se aproveche de ello.

Una feria taurina más en su haber y ya van 21. Ahora la desgranaremos, pero ¿está contento con los carteles de ésta en términos generales?

Sí, la verdad. Estoy muy contento porque he sabido mezclar a las figuras con los jóvenes, que es lo más importante que se puede hacer hoy en día. Hay que saber conjugar los nombres propios de la Feria de Abril y de la Feria de San Isidro, que nos han sacado toreros nuevos, cosa que para mí es muy revelador de lo que puede ser el futuro de la Fiesta si seguimos en esta línea, que es buena.

¿Hasta qué punto es difícil conjugar en cinco corridas de toros tanto interés con los principales nombres del escalafón? Hay ferias con el doble de festejos que no lo consiguen…

Es muy complicado porque la Feria de Cuenca se compone de cuatro corridas de toros y una de rejones nada más... No puedes satisfacer a todo el mundo, porque todo el mundo tiene sus preferencias –y yo el primero– pero yo me debo a mi abonado y a los gustos que tiene Cuenca. Para eso hacemos a lo largo del año muchísimas encuestas a pie de calle, para unos que son más aficionados y otros que lo son menos, y con eso sacamos muchísimas conclusiones. Creo que el reparto que hemos hecho en la feria en cuanto a los toreros que hay en el escalafón, es muy bueno, la verdad. Si miro al entorno de las demás ferias, creo que tenemos la mejor de España, en conjunto y modestia aparte. 

Tal y como apunta, la de este año es una feria especialmente rematada, cierto, pero como aficionado –no como empresario– quiero que responda esta pregunta: ¿Qué añadiría para hallar la cuadratura del círculo?

No se trata de lo que le añadiría… (piensa). Podría añadir muchas cosas, pero es que no son viables porque seguramente tenemos una feria muy bonita, pero se me antoja un pelín corta para las pretensiones que yo tengo en algún momento. A partir de ahí, bueno, podría añadir a algún torero que se ha quedado en el tintero, pero ¿y a quién quitas? Muchas veces te lo preguntas, pero es difícil encontrar respuesta. En Cuenca hay muchos toreros que, gusten más o gusten menos, les debemos mucho, y eso hay gente que lo desconoce. Te explico por qué: lo más importante en una feria como ésta, en pleno agosto, donde todos los toreros vienen rodados de ferias importantes toreando todos los días, es fundamental que tengan motivación por estar aquí. Por eso, principalmente, yo premio todos los años la motivación. Y la motivación de un torero es cuando se pone en mitad del ruedo y satisface a tantísimos conquenses y a tantísimos aficionados. Al final, la conclusión que saco es que a todos esos toreros que hacen ese esfuerzo hay que recompensarlos, al margen de los triunfos y las orejas. 

Por la calle, cuando pasea por la ciudad, seguro que le paran y le piden nombres concretos para la feria. Me falta Pepito, me falta Jaimito…

Pues mira, a la mayoría de toreros que faltan que todo el mundo tiene ahora en mente, les he llamado por teléfono para que estuvieran en la feria de este año, pero unos porque tenían la fecha ya cogida o porque el cartel o la ganadería no les ha gustado, no están en ella. Entre ellos, toreros que son muy de aficionados. 

La sustitución de Roca Rey es un ejemplo de ello. No es lo mismo tomar decisiones desde el punto de vista del empresario que del aficionado. Es lógico que el empresario, por su trabajo y por el riesgo que asume, quiera ganar dinero

Bueno… muchas veces estamos para ganar dinero, pero otras muchas para perderlo, ¿no? (risas). Muchas veces intentas hacer una feria coherente para el gusto del aficionado y te pegas un galletón; otras el tiempo no te acompaña; otras coincides por fecha con otros sitios y asiste menos gente... Hay años en los que te toca soportar inclemencias y otros en los que viene todo muy de cara. Pero la verdad es que lo económico nunca ha sido un problema para Maximino Pérez en ninguna plaza, y menos en Cuenca. No he antepuesto ni he mirado los números de cuánto me podía costar una feria, sino que he mirado siempre de cara al futuro, que es uno de los éxitos que tenemos. Siempre hemos ido aumentando sin mirar la cartera, que es algo fundamental a la hora de ser empresario y por eso hemos crecido durante tanto tiempo. 

Con esta respuesta, me viene una pregunta como anillo al dedo: ¿A Maximino Pérez qué le alegra más, ganar X cantidad como empresario o que la ciudad, en este caso Cuenca, gane de forma indirecta por lo que supone la feria?

Lo primero que tengo que decir ante esta pregunta es que yo no vivo del sector taurino, que no dependo de él, que tengo otros negocios que me van muy bien y que si invirtiera en ellos el tiempo que invierto en el toro, posiblemente los beneficios serían más grandes (risas). A partir de ahí, lo que me satisface es que Cuenca se beneficie todo lo que pueda de lo que supone la feria taurina. Si además de dar beneficios, en Cuenca repercute de forma indirecta, genial, porque si la ciudad va creciendo poco a poco, al final, eso repercutirá también en la propia feria. Es la pescadilla que se muerde la cola. Pero insisto: no antepongo lo económico porque no ha sido nunca un problema para la feria de Cuenca; vuelvo a repetir que para mí no trasciende en mi economía anual porque eso lo soportan otro tipo de negocios. 

Después de más de dos décadas de andadura conquense, ¿la exigencia hacia usted es mayor porque ha acostumbrado a su público a cosas muy grandes, lo que le obliga a reinventarte todos los años?

Desgraciadamente, muchas veces cuando vas haciendo las cosas e intentas mejorar año tras año, la gente espera sorpresas o que tengas un as debajo de la manga. Pero al final, nuestra competencia no somos nosotros mismos, sino que tienen que ser las demás ferias y ahí tenemos que ser los mejores. Nosotros competimos con ferias de primera y segunda categoría en las mismas fechas, y ahí tenemos que destacar. A partir de ahí pueden poner mil defectos a una feria, pero intentamos que la nuestra trascienda no solamente mediáticamente, sino también artística y profesionalmente. 

¿Hasta qué punto es para una empresa un sacrifico o un esfuerzo mantener una corrida torista en un ciclo de cinco festejos?

Lo he dicho en muchas entrevistas: poner una corrida torista es hipotecar parte de la economía de una feria. Pero como te he dicho a lo largo de la entrevista y vuelvo a repetir otra vez, no antepongo lo económico a eso, porque en ellas se factura muchísimo menos y hay menos beneficios. Pero me da igual, la realidad es que moldeamos una feria que tiene para todos los gustos, que es de lo que yo trato y lo que yo persigo. Quiero que a cualquier aficionado le guste venir a Cuenca porque tiene una corrida torista, porque tiene toreros interesantes en todos los carteles y porque está adaptada a todos los bolsillos. Creo que la satisfacción de muchos es el beneficio de todos, porque cuando intentamos satisfacer solo a unos pocos, al final, las cosas no salen bien. Creo que ese equilibrio lo hemos tenido siempre y vamos a intentar seguir teniéndolo a lo largo de los años. 
Esta Feria de San Julián parte con un hándicap de inicio que es la baja de Roca Rey. ¿Hasta qué punto es un quebradero de cabeza?

Lo es no solo para Cuenca, sino para cualquier feria en la que estuviera anunciado porque ahora mismo es la máxima figura del toreo. Desgraciadamente, la Fiesta es así, y no nos queda otra que seguir remando y seguir en la misma línea que hemos vivido todos estos años, porque de 21 sustituciones, 17 o 18 han salido por la puerta grande. Hemos sustituido con Cayetano, que viene de cortar cuatro orejas, nada más y nada menos, que en Pamplona, así como de salir a hombros en Santander o Tudela, por ejemplo. De hecho, los últimos festejos que ha toreado han sido casi todo triunfos. Está en un momento dulce y las sustituciones yo siempre se las he dado a los momentos de los toreros, no se las he dado a los nombres propios, ni a aquellos que venían con vitola pero sin tener un buen momento. 

En la presentación de los carteles juró amor a Cuenca y dijo que este idilio duraría otros veinte años más…

Sí, así es. Lo dije y lo vuelvo a decir. Voy a trabajar por esta ciudad lo que me quede como empresario taurino y, a partir de ahí, todo lo que sea mejorar taurinamente a Cuenca y todo lo que sea beneficiarla económicamente a través de la tauromaquia, sobre todo a los sectores del comercio, la hostelería y la restauración, perfecto. Para mí es todo un orgullo porque tengo una parte de mí muy conquense. Paso muchas horas de mi vida, sobre todo de ocio, aquí en Cuenca. Tengo muchos amigos y desde hace 20 años esta ciudad me acogió con los brazos abiertos y así voy a estar, o por lo menos lo voy a intentar, los próximos 20. 

¿Qué tiene Maximino Pérez para que cuando una plaza se queda sin empresario esa afición le proponga como uno de los primeros nombres para llevar sus riendas?

Bueno…, eso será, posiblemente, porque no me presento a ninguna de ellas (risas). A lo mejor, si fuera, no lo harían. Lo dije en su momento y lo vuelvo a decir ahora: Nunca cambiaría lo que tengo en Cuenca por cualquier otra plaza, fuera del calibre que fuera, me da exactamente igual. Me siento orgulloso aquí. No es un problema de ego personal, porque ya se me pasó el arroz, como diría aquel, en mis momentos de ambición. Y ahora a lo que me dedico es a mi familia, fundamentalmente. No hipoteco mi vida familiar por crecer profesionalmente. En Cuenca me siento a gusto y mientras me traten bien, aquí seguiré estando. No quiero ninguna plaza más. Que mañana me llaman para una plaza y es un proyecto bonito e interesante, siempre y cuando no repercuta en Cuenca ni en Illescas, ahí estaré presente si es para pedirme opinión o ver cómo podemos mejorar algo. 

En esa cabeza de empresario taurino previsor y sin todavía ver un toro de la feria de 2019, ¿ya está pensando en la de 2020?

Bueno, pues ya le hemos dado alguna puntada a la de 2020 (risas)… Otros años lo hago durante la misma feria mientras estoy en la plaza y se suceden los festejos, pero este año, por circunstancias del guión, así ha sido. Ya lo veremos…