En plena cosecha del cereal, los agricultores de las comarcas del norte de la provincia muestran su malestar por la decisión de la Junta de prohibir la siega durante los días 11 y 12 por las altas temperaturas y vientos fuertes. El Gobierno regional decidió restringir las labores el pasado viernes, para evitar que el calor reinante pudiera provocar un incendio forestal que se propagase con rapidez. Sin embargo, la bajada de temperaturas que se experimentó el lunes provocó que el sector agrario se alzase para criticar que la administración no levantase las medidas y, por tanto, los agricultores cerealistas pudiesen continuar con sus labores. 

Se da la circunstancia que la mayoría del cereal del sur de la provincia ya se ha recogido, pero en zonas próximas a la capital, en comarcas de la Mancha Alta o en la Alcarria aún resta trabajo por hacer.

En este sentido, el secretario general de Asaja Cuenca, Manuel Torrero, declaró que la decisión «ha confirmado lo que pensábamos, que hay que evitar este tipo de resoluciones y precisar cómo se tienen que tomar. Nuestra comunidad es muy grande y una medida como esta no va a afectar a la mitad sur, mientras que en el norte las condiciones climáticas son totalmente diferentes al resto de la región».

Colaborar. Torrero hizo notar, en declaraciones a la televisión regional, que el lunes no solo se pudo trabajar en el campo sino que la Junta no tuvo previsto revertir la medida correctora. «Recordamos a la administración que el sector agrario siempre está en pos de colaborar, para evitar que ocurran desastres naturales como los incendios, pero si que queremos la contraprestación de la Junta. Espero», prosiguió «que sea capaz de corregir errores y en una circunstancia como esta se puedan reanudar las labores de cosecha». 

Asaja Cuenca reitera que «no se puede publicar una norma sin que exista un mecanismo que pueda revocarla de forma inmediata» y recuerda que las previsiones meteorológicas se conocen «con antelación».