Los mineros se acercan a Julen

SPC
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Los expertos que trabajan sin descanso para hallar al pequeño de dos años que cayó al pozo se ven obligados a realizar varias microvoladuras al toparse con un material de gran dureza

Los mineros se acercan a Julen - Foto: JON NAZCA

Doce días después del inicio del rescate de Julen, el niño de dos años que cayó a un pozo el pasado 13 de enero en Totalán (Málaga), la montaña mantiene su pulso en la recta final de una operación sin precedentes, pero no ha mermado los ánimos de los equipos que se afanan en la búsqueda.

Al cierre de esta edición, los mineros, que se encontraron con materiales de gran dureza, habían progresado hasta los 3,35 metros de los 3,8 que deben horadar la galería horizontal para llegar hasta donde se cree que está el pequeño. Estos especialistas procedentes de Asturias rebasaron así las 24 horas trabajando a turnos de 40 minutos y por parejas desde que entraron por primera vez, según informó la Subdelegación del Gobierno.

«La montaña manda en nuestros trabajos y marca el ritmo», insistió el portavoz de la Guardia Civil, Jorge Martín, que compareció para informar de los avances del operativo. 

El agente también explicó que cuando los mineros encuentren a Julen tendrá que ser un agente del Instituto armado, y por lo tanto autoridad, quien saque al menor.

Aunque el equipo que trabaja en la zona cuenta ya con un conocimiento más amplio de las características del terreno, su extrema dureza sigue complicando el avance de las labores de rescate, al igual que ya ocurrió días atrás en la perforación del túnel vertical excavado en paralelo al que cayó el niño.

En la caracterización del suelo llevada a cabo por los geólogos se había previsto la presencia de cuarcita, un material de gran dureza que ha complicado y retrasado los trabajos, indicó el presidente del Consorcio de Bomberos de Málaga, Francisco Delgado.

La maquinaria pesada de la que se sirvió el operativo para construir la galería vertical contrasta ahora con los trabajos manuales que ejecutan por turnos, desde la tarde del pasado jueves, los ocho miembros de la Brigada de Salvamento Minero de Hunosa.

Su trabajo con martillos neumáticos y palas tiene que ser necesariamente complementado con pequeñas voladuras controladas que realizan los especialistas de la Guardia Civil, que hasta la primera hora de la noche de este viernes ya habían actuado hasta en cuatro ocasiones, la última de ellas con extrema precisión y de menor potencia que las anteriores al encontrarse a tan solo 45 centímetros del canal por donde cayo Julen.

Cada vez que se han tenido que ejecutar esas microvoladuras para avanzar en la galería horizontal, el dispositivo ha necesitado de algo más de dos horas, el tiempo que va desde que los mineros abren los orificios donde luego los especialistas del Instituto armado colocan los explosivos, hasta que se extrae de la zona interior el aire contaminado.

Los profesionales asturianos, que no se han movido de la zona y que cuentan muy cerca del pozo con camas, alimentos y sanitarios para cuando se relevan en sus turnos, están un tanto abrumados con la amplia repercusión mediática y social del rescate.

Los sanitarios que participan en las labores de rescate y la Policía Judicial de la Guardia Civil están preparados para localizar a Julen. Actualmente 26 personas, de las que ocho son de la Brigada de Salvamento, 10 agentes y ocho bomberos del Consorcio Provincial, participan en la operación.

Además, muy cerca del lugar hay un helicóptero adaptado al vuelo nocturno y también se dispone de una zona donde puede tomar tierra un helicóptero medicalizado.

Debido a la presión del momento, el padre de Julen, José, tuvo que ser atendido por una crisis de ansiedad a última hora de la noche.