La provincia perdió más de 8.300 habitantes desde 2015

V.M.
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El fenómeno de la despoblación afecta también a la capital, que experimentó una caída de personas empadronadas similar al conjunto provincial en 2020, según la revisión del Padrón realizada por el INE

Un grupo de personas transita por la céntrica calle Carretería. - Foto: Reyes Martínez

La revisión del Padrón Municipal a 1 de enero de 2021 publicada por el Instituto Nacional de Estadística confirma que la provincia de Cuenca continúa perdiendo población año tras año y es un claro exponente del fenómeno de la despoblación, lo que viene a denominarse hoy como «la España vaciada».

Los datos constatan que la pérdida de residentes no solo se circunscribe al ámbito rural, sino que la capital pierde prácticamente el mismo número de pobladores que la provincia, de tal forma que si ésta perdió 623 personas a lo largo de ese período - el 0,32% de la cifra de residentes-, en el caso de la ciudad ese descenso fue de 633, más del uno por ciento de los 53.988 vecinos y vecinas empadronados en la capital.

El año 2020 confirma esa lenta sangría demográfica que amenaza el futuro de la provincia y por extensión de buena parte de la Comunidad, aunque a nivel regional la población empadronada experimentó un repunte de 4.341 personas durante esos 12 meses, llegando a los 2.049.562 moradores.

En total, la provincia de Cuenca ha perdido durante el último lustro más de 8.300 habitantes, ya que en 2015 llegaban a contabilizarse 203.841 y desde ese año la curva a la baja mantiene una tendencia inalterable.

El análisis del Padrón Municipal a 1 de enero refleja en la distribución por sexos que en el provincia el número de varones es superior al de mujeres en 720, de tal forma que los primeros sumaban 98.118 y las segundas 97.398, mientras que en el caso de la capital se da el caso opuesto, ya que los hombres suman 25.588 y las mujeres 28.400 (2.812 más).

Especialmente revelador es comprobar la distribución de la población en función del tamaño de los municipios, donde se evidencia la atomización demográfica que caracteriza la realidad de la provincia, así de los 238 municipios conquenses 77 tienen menos de un centenar de habitantes (uno menos que el año anterior), 106 suman entre 101 y 500 pobladores (uno más) y  23 tienen un censo entre los 500 y los 1.000. Por encima del millar y hasta los 2.000 se contabilizan 17, cinco entre los 2.000 y los 3.000, tres entre 3.000 y 5.000, otros cinco se sitúan entre los 5.000 y los 10.000 habitantes y sólo dos tienen censados más de esa cifra: Tarancón, con 15.645, y la capital.

La situación es prácticamente idéntica a la del año anterior, pero si ampliamos el arco cronológico apreciamos que en 2015 los pueblos con menos de 100 habitantes eran 10 menos, mientras que los municipios de entre 500 a 1.000 habitantes sumaban por aquel entonces nueve más, es decir que mientras la capital, a pesar del retroceso, supone hoy el 27,6% del total de residentes, son los municipios entre 500 y 1.000 habitantes los que más sufrieron ese éxodo, no en vano llegaban a contabilizarse 38 con el cambio de siglo.