Villanueva de los Infantes calcula pérdidas millonarias

I. Ballestero
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El granizo afecta a viviendas y edificios públcios. Tuvo especial incidencia en el campo, donde Asaja da por perdida la cosecha de pimiento y estima entre el 70 y 100% los daños en parcelas de vid y olivar

Infantes calcula pérdidas millonarias

La tormenta llegó al Campo de Montiel desde la zona de Jaén y a su paso dejó un marcado rastro de destrucción. Con rachas de viento que superaron los 50 kilómetros por hora y 21 litros por metro cuadrado en apenas unas horas, la peor parte del paso el pasado lunes de la depresión aislada en niveles altos (DANA) se la llevó la localidad ciudadrealeña de Villanueva de los Infantes, que en la mañana de ayer hacía recuento de unos daños que estiman en millones de euros y que serán muy difíciles de calcular. El granizo afectó a dependencias públicas y a viviendas particulares, a empresas y espacios como la piscina municipal, que tuvo que dar por concluida la temporada estival por los desperfectos, pero se cebó sobre todo en el campo. Allí, Asaja trazaba el mapa de daños en un territorio de «miles de hectáreas» y ofrecía un primer balance desastroso: la campaña del pimiento perdida casi en su totalidad, la vid con daños entre el 70 y el 100 por cien y daños también elevados en el olivar que no sólo comprometen la cosecha de este año, sino que ponen en peligro las venideras.

«Las pérdidas son muy cuantiosas, millonarias», lamentaba ayer la alcaldesa, Carmen María Montalbán, mientras acompañaba a los técnicos que hacían las primeras valoraciones de los desperfectos. La piscina tuvo que cerrar sus puertas hasta el año que viene, el granizo rompió las claraboyas de la biblioteca y el agua penetró en el interior, el consultorio médico y el vehículo del Sescam sufrieron daños y la granizada rompió ventanas y puertas en casas particulares, el agua afectó a bajos y el aire y el granizo hicieron lo propio con tejados de empresas y naves industriales. «Vamos a pedir la declaración de zona catastrófica para poder acogernos a las ayudas para la reestructuración, contamos con la unanimidad política para ello», detallaba la regidora, que emitió en la mañana de ayer un Bando Municipal para pedir a los vecinos que fotografíen y registren los daños y los comuniquen al Ayuntamiento para el balance total de daños. El jueves, en Pleno, se aprobará la petición.

«Los daños en el pueblo son cuantiosos, pero lo peor está en el campo», dijo Carmen María Montalbán. De la misma forma que los técnicos municipales hacen recuento de desperfectos en el casco urbano, Asaja hace lo propio en las parcelas de la comarca. «La nube llegó desde Jaén y subió a Villamanrique, Torre de Juan Abad, Almedina, una parte de Cózar y afectó mucho a Infantes, también a Carrizosa», dice Arturo Serrano, de la organización agraria. La primera estimación habla de más de 8.000 hectáreas afectadas por una tormenta que prácticamente ha dado al traste con toda la cosecha del pimiento, que empezaba a producirse, y deja muy tocadas, con daños de entre el 70 y el 100 por cien, muchas parcelas de vid y de olivar. En todos los casos, los daños pueden comprometer incluso las cosechas venideras. «Cuando podamos entrar veremos qué actuaciones se pueden hacer con cicatrizantes, pero ha partido tallos verdes y ramas», lamenta Serrano.

Infantes calcula pérdidas millonariasInfantes calcula pérdidas millonarias

Asaja va a pedir que toda la comarca, no sólo Infantes, se declare como «zona catastrófica», al menos en todos los municipios que se han visto afectados por la tormenta. «Hablamos de una zona muy extensa, y de unos daños muy elevados a lo largo de esa zona», asegura el responsable de Asaja. Desde la organización agraria extienden también los daños a los términos municipales de Fuenllana y Alhambra, y lamentan el daño en el pimiento, cuyas labores de recolección, que habían comenzado esta semana, «tendrán que detenerse por los elevados daños en un cultivo que, por su alto coste, no está asegurado en muchos casos». «Hay daños en el producto y también en la mata», detalla Serrano.

No habrá cosecha del pimiento pero sí habrá fiesta. «Después del palo que ha supuesto para todos la tormenta no podemos negar a los hosteleros el impulso turístico de la cita», dice la alcaldesa. Hasta entonces, hasta que la celebración despeje la nube, la localidad, en sus calles, y la comarca en sus campos buscan cuantificar los destrozos provocados por una granizada que ha golpeado en la línea de flotación de la comarca. «Somos una zona agraria, ha hecho mucho daño», finaliza la alcaldesa.