El 43,2% de la producción nacional de lenteja es de Cuenca

J. López
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El Avance de Superficies y Producciones de Cultivos del Ministerio de Agricultura corrobora que la provincia sigue siendo la principal productora a pesar de la bajada de la superficie cultivada

El 43,2% de la producción nacional de lenteja es de Cuenca

Cuenca puede presumir de ser la primera proveedora de cebada y de girasol del país. A este dato agronómico que no pasa desapercibido también puede añadir que es, de largo, la primera provincia donde más lenteja se cultiva. El Avance de Superficies y Producciones de Cultivos que publica, mes a mes, el Ministerio de Agricultura confirma que esta leguminosa de grano, que se cultiva generalmente desde febrero a agosto, ocupa 15.780 hectáreas de superficie de las más de 36.000 que se produjeron en 2020 en todas las provincias españolas. 

Es decir, más del 43 por ciento de la lenteja española se cosecha principalmente en la comarca de La Manchuela  conquense. No obstante, cabe subrayar que el número de hectáreas ha descendido notablemente en este pasado año, frenando en seco la tendencia alcista de este cultivo. Otra cosa es la producción. Las lluvias de la primavera pasada contribuyeron al buen rendimiento generalizado de todos los cultivos y, en el caso de la lenteja, lograron que se alcanzase provisionalmente una producción de 22.250 toneladas, cerca de 2,5 más que en el año anterior. 

Mercados. La lenteja conquense también es reconocida por su gran calidad, gracias a que soporta altas temperaturas durante la cochura. No obstante, los productores padecen una grave situación desde 2019. Y es que, tal y como indicaba Asaja Cuenca hace dos años, el sector sufrió un frenazo en sus ventas porque las grandes superficies introdujeron altas cantidades de lenteja exportada de Canadá o Estados Unidos. Producto de una calidad inferior y que infringía las normas del etiquetado, puesto que señalaba que se trataba de lenteja castellana pero no dejaba claro si era producida en territorio nacional o importada.    

Esa puede ser una de las razones que han llevado a los productores a reducir la superficie de cultivo, visto que su lenteja permanecía en los almacenes y no tenía salida, además de los problemas derivados de la pandemia a lo largo del pasado año. Precisamente, la epidemia del coronavirus ha paralizado en seco las intenciones de la Asociación de Lenteja de la Manchuela Conquense (Alemancon), que a finales de 2019 aseguró que el sello o marca de la Indicación Geográfica Protegida de Lenteja de la Manchuela Conquense vería la luz a lo largo de 2020. La asociación contaba entonces con cerca de 40 agricultores de la comarca.