Vaquero no pactaría con Vox ni con los independentistas

C.S.RUBIO
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El presidente de las Cortes regionales asegura: «Yo no pactaría nunca ni con Vox ni con los independentistas cuya condición para poder pactar fuera la independencia». También ve «un Podemos en horas muy bajas».

El expresidente de las Cortes regionales, Jesús Fernández Vaquero. - Foto: Yolanda Lancha

Fernández Vaquero recibe a La Tribuna en su despacho. A punto de cerrar la legislatura, el presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha nos avanza su intención de dejar la primer línea política: después de las elecciones de mayo no volverá a sentarse en el salón de plenos del parlamento regional, al que llegó por primera vez en 1999.

El que ha sido durante dos décadas la mano derecha de García-Page y su ‘fontanero’ dentro del partido, da un paso atrás. Lo que no significa ni mucho menos que lo abandone del todo: la política es su pasión y se le nota demasiado. Como advierte, «no la voy a abandonar nunca en la vida».

La legislatura que está a punto de cerrarse ha sido la primera sin mayoría absoluta en Castilla-La Mancha. Han sido cuatro años movidos ¿no?

Han sido cuatro años moviditos sí, pero que los hemos salvado con una cierta holgura (y sonríe). Precisamente hace unos días hacíamos esta misma reflexión en la Mesa de las Cortes y decíamos que todo ha estado bastante normalizado, salvo temas puntuales como el debate de los presupuestos de 2017...

Estos años he procurado ir sacándolo todo con el mayor consenso posible. El diálogo y el acuerdo es la mejor manera de que esta institución funcione. Otra cosa es que algunos salgan luego en los medios vendiendo historias y diciendo lo contrario de lo que han dicho aquí...

Con todo, estoy satisfecho. Ha sido una legislatura con tres grupos parlamentarios y sinceramente pensaba que iba a ser más complicada...

Todos recordamos su cara tras el voto en contra, y por sorpresa, de Podemos a los presupuestos regionales de 2017. ¿Ha sido el peor momento de la legislatura?

¡Sin lugar a dudas! El más sorpresivo al menos (y ríe).

Los presupuestos estaban hablados y pactados. Se estuvo un año trabajando en ellos… Pero cuál es la sorpresa cuando votan en contra. Tanto es así que Vicente Tirado, que estaba a mi lado, me decía «repite la votación», intentando ayudarme. Pero, como le dije, «no Vicente, no repito la votación porque ha sido muy clara, Podemos ha votado en contra».

Sin presupuestos era muy complicado seguir. Prorrogar en esos momentos las cuentas suponía renunciar a obras fundamentales en el ámbito sanitario y educativo, a recuperar personal público… Lo teníamos mucho peor de lo que lo ha tenido Pedro Sánchez, porque veníamos de años de importantes recortes. Por tanto, o se llegaba a un acuerdo o había que ir a elecciones.

¿Estuvo realmente esos días sobre la mesa la convocatoria de elecciones anticipadas?

Sí, fue una de las posibilidades que se barajó. Nos dimos un margen de un mes para intentar llegar a un acuerdo. Si no hubiera sido posible estoy convencido de que el presidente, que es quién puede tomar esta decisión, las habría convocado ante la situación de bloqueo que vivía la región.

En mi opinión, eran preferibles unas nuevas elecciones en las que se hubieran podido pronunciar de nuevo los ciudadanos, que castigarlos con un problema que no se veía cómo solucionar.

También estuvo sobre la mesa pactar los presupuestos con el PP. Incluso se ha llegado a comentar que con Vicente Tirado, entonces número dos del partido, se llegó a un principio de acuerdo y que Cospedal lo paró.

Yo estuve en esas reuniones y se lo puedo confirmar. Ante la negativa de Podemos, hablamos con el PP y fueron receptivos en un primer momento. Vicente Tirado entendió cuál era nuestra postura y hubo ofertas y contra ofertas. Le recuerdo que ese mismo año el señor Monago, del PP, pacto con Fernández Vara, del PSOE, los presupuestos de Extremadura. Por tanto, no era una cuestión ni rara ni novedosa pactar los presupuestos con el PP.

Su argumento era el de bajar algunos impuestos y que recaudáramos menos, digamos que atarnos un pelín las manos, lo que en principio era asumible o casi asumible. Pero todo cambió en un momento y le puedo asegurar que fue la señora De Cospedal la que dijo que no había presupuestos, a no ser que tragáramos con un cantidad desorbitada de dinero.

Al romperse esta vía, volvimos a hacer una tentativa a Podemos y el resultado es el que conocéis todos.

Se habló de que este ‘no’ de Podemos a los presupuestos de Castilla-La Mancha fue un regalo de Pablo Iglesias a Pedro Sánchez. ¿Lo cree así?

Yo creo que no. El señor García Molina tiene autonomía más que suficiente para tomar decisiones. Creo que fue más un pulso que le echó al Gobierno y entiendo que porque quería entrar en el mismo. Era una fórmula para presionar y conseguir alguna ventaja desde el punto de vista político.

Porque económicamente lo que Podemos introdujo en los nuevos presupuestos fue ínfimo...

Eran absolutas minucias, estamos hablando de apenas un 0,2-0,5 por ciento.

También se recordará de estos años su participación en el Comité Federal del PSOE que echó a Pedro Sánchez de Ferraz…

(Ríe) Eso ya es pasado, pero sí convine refrescarlo ahora que las cosas han cambiado sustancialmente, que tienen otro color más optimista.

Aquello no tenía que haberse producido nunca y no voy a reproducir lo que allí se dijo, porque ya se ha dicho por activa y por pasiva. Pero, en el fondo de la cuestión, lo que motivó todo fue un tema que tenemos sin resolver en esta país, que es el tema de los independentistas catalanes y su presión constante al Estado para conseguir un referéndum ilegal, porque para hacer un referéndum sobre Cataluña se debe convocar a todos los españoles, no solo a los catalanes.

Evidentemente, la inflamación ha bajado mucho en estos años y, como consecuencia de ello, se ha relajado la crispación. Sigue habiéndola, pero no es tan aguda. Por otro lado, está claro que Pedro Sánchez ganó después las primarias sin trampa ni cartón. No se le puede achacar nada. A partir de ese momento, nuestro secretario general volvió a ser Pedro Sánchez y va a tener todo mi apoyo como militante de base (ya no estoy en el organigrama del partido) para que obtenga los mejores resultados posibles.

¿Qué opina del paso a Ciudadanos de Soraya Rodríguez y el exministro Corbacho? ¿Se ve usted liderando una lista por la formación naranja o por cualquier otro partido que no sea el PSOE?

(Serio) Por supuesto que no. Alguien que aprecio mucho dijo el otro día una frase que me gustó mucho: «lo que ha hecho Soraya ha sido un error en lo personal y un horror en lo político». Creo sinceramente que no se puede dar un cambiazo a una trayectoria ideológica de la manera que lo han hecho ellos. Se puede estar de acuerdo o desacuerdo con el partido, y yo entiendo que estén en desacuerdo, seguramente tienen razones sobradas para ello, pero no es lo mismo el PSOE que Ciudadanos y no se puede salir dando un portazo.

Es algo que muy pocos que hayan pertenecido al partido estarían dispuestos a hacer de esta manera, a no ser que lo que se quiera es hacer daño, que creo que es lo que estas decisiones propugnan.

¿Es mejor irse y dejar la política?

Por supuesto. Nadie nos obliga a estar aquí. Si llega un momento en que mi partido adopta caminos por los cuales no estoy dispuesto a transitar bajo ningún concepto, no saldré en los medios de comunicación a decir nada ni haré ninguna crítica pública. Sencillamente, mandaré una carta a mis más allegados diciendo que, ante tal situación, me marcho. Creo que es lo razonable, nadie me obligó a estar aquí y por lo tanto nadie me puede obligar a permanecer.

Después de las elecciones de abril tocará sí o sí hablar de pactos. En su opinión, ¿el PSOE debe o no debe pactar con los independentistas para mantener el Gobierno?

El tema de los pactos depende de las direcciones federales. Ahora mismo la impresión que tengo es que el país va a ser un gran puzzle muy complicado de cuadrar. En unos sitios el PP va a necesitar a Ciudadanos, en otros Ciudadanos va a necesitar al PP, en otros va ser el PSOE el que va a necesitar a Ciudadanos… En materia de pactos debe estar todo abierto excepto en dos casos: yo no pactaría nunca ni con Vox ni con los independentistas cuya condición para poder pactar fuera la independencia. Pero aquí hablo como viejo militante socialista, sin responsabilidad ya en el partido.

Ya de cara al mes de mayo y visto lo que pasó en Andalucía. ¿El tema catalán cree que le puede costar a Emiliano García-Page la Junta?

Si le cuesta a Emiliano García-Page la Presidencia es que yo ya no entiendo nada, porque si alguien ha manifestado más claramente su oposición a ese acuerdo con los catalanes es él. García-Page ha estado en la avanzadilla de la lucha y del criterio de no llegar a acuerdos con los catalanes que supusieran la ruptura del país. Y la gente ha percibido esta coherencia.

Emiliano lo que está diciendo es que esta región no quiere ser más que ninguna, pero tampoco menos, y que se respete la Constitución española. Porque mire, la Constitución se puede cambiar o no, pero deben ser todos los españoles los que decidan esto, no solamente los independentistas y no solo sobre los temas que les interesan a ellos.

¿En las elecciones de mayo Jesús Fernández Vaquero irá en alguna lista en puestos de salida?

En mayo no iré en ningún puesto de salida, se lo puedo asegurar.

¿Abandona la política?

No estoy diciendo que abandone la política, la política no la voy a abandonar nunca en la vida. Siempre me ha gustado estar en una posición discreta, evitando los enfrentamientos y las discusiones que no conducen a nada y trabajando por la integración del partido, de todos los compañeros, y así voy a seguir.

Mire, llevo 20 años en primera línea y en muchos casos he sido el primero en salir con el capote a recibir el toro. Me he llevado algunas cornadas y el toro me ha volteado alguna vez que otra. No han sido todo rositas (ríe).

Voy a seguir apoyando a mi presidente, con quien empecé en la política a un cierto nivel. Conocí a Emiliano cuando llegue a Toledo de delgado de Educación, le estoy hablando del año 97 ó 98. ¡Imagínese la cantidad de años que llevamos trabajando juntos! Un matrimonio se puede romper a los 5 ó 10 años, pero ya con el tiempo que llevamos nosotros juntos... uno se conoce muy bien y no hay ruptura posible (y ríe).

Yo estaré donde veamos los dos y, sobre todo, donde él me diga que puedo ayudar.

Y además le recuerdo que a Emiliano García-Page siempre le ha tocado bailar con las mas fea. Siendo presidente José María Barreda participé con él en la procesión del Cristo del Consuelo de Villa de don Fadrique, de donde es mi mujer. Ya se sabe que en las procesiones, aunque se respeta el silencio, también se habla y allí me preguntó José María «¿tú crees que Emiliano va a querer ir de candidato a la Alcaldía de Toledo?» Y yo le dije, «no le conoces, a Emiliano le gustan los retos difíciles». Porque en 2007 era muy complicado tomar la decisión de encabezar la candidatura de Toledo, el PP estaba entonces muy fuerte y perder hubiera supuesto su finiquito como político de primer nivel. Pero tuvo el coraje de presentarse y gobernó Toledo.

Algo parecido pasó tras ganar Cospedal, cuando dio el paso para recuperar el Gobierno de Castilla-La Mancha. Lo de Emiliano no ha sido ni mucho menos un camino de rosas, ha sido un camino de mucho esfuerzo, dedicación, coraje y valentía, y eso es lo que valoró de él y, evidentemente, todo eso te lleva a ganar elecciones.

¿Y se ve dentro del Gobierno?

Le repito que no me veo en ningún lado, no es algo que me preocupe. A mí lo que me preocupa es ganar las elecciones Castilla-La Mancha y en España. En España creo que estamos en camino de conseguir unos buenos resultados, estamos dando una imagen de seriedad que otros partidos no están dando. Creo que Pedro Sánchez es ahora el candidato más solvente, no solo porque lo dicen las encuestas, sino porque lo percibo en las calle.

En el caso de Emiliano eso lo percibo todavía con mayor nitidez. Emiliano García-Page es muy querido en la región, vas con él por la calle y no puedes hablar ni un minuto seguido porque todo el mundo le abordar para comentarle sus problemas, sus risas, sus lloros, sus inquietudes, sus propuestas… En definitiva, es una persona muy valorada y lo que mejor puede pasar es que sea otra vez presidente.

Hace unos meses fue uno de los primeros en advertir que Vox podría sacar diputados en Castilla-La Mancha. ¿Cómo lo ve ahora?

Puede sacar al menos un diputado. Estoy casi convencido.

¿Mantiene la quiniela que hizo en diciembre?

Prácticamente. Veo un PSOE, que es Emiliano fundamentalmente, muy consolidado; un PP sinceramente a la baja; no veo a Ciudadanos con fuerza suficiente; y veo emergente a Vox, tanto como para sacar entre un 11 y un 12 por ciento de los votos, lo que le posibilitaría contar con un diputado. También veo, y no lo deseo, a Podemos en horas muy bajas y con posibilidad de quedarse fuera de la cámara.

¿Se arrepiente de no haber cambiado la ley electoral y el Estatuto cómo estaba previsto tanto en su programa electoral y en su pacto con Podemos?

Me arrepiento de que se cambiase sin consenso, a las bravas. Una ley electoral no se puede cambiar así. Además se equivocaron, porque eso fue lo que posibilitó que no gobernase el PP. Siempre que se ha cambiado la ley electoral en esta región, el que la ha cambiado ha perdido las elecciones, así que mucho cuidado con cambiar leyes ( y ríe).

Bono la cambió tres veces...

Pero Bono es otra cosa. Bono esta por encima de todo (y ríe).

Sin consenso no se pueden hacer las cosas. Una región con 33 diputados no puede estar cerca del ciudadano, es imposible. Intentaron minimizar al máximo lo político en la comunidad y los controles al gobierno. Quitaron la Sindicatura de Cuentas, el Defensor del Pueblo, quisieron quitar el control al Gobierno del parlamento reduciendo el número de diputados y dejándoles el sueldo… Imagínese un carnicero de Villacañas que tenga que venir aquí dos días a la semana y que solo reciba el kilometraje. Ese hombre no puede ser diputado nunca. No se trata de ir a parlamentos extensos, pero sí con un número razonable de diputados y diputadas, equiparable al resto de las autonomías.

Lo de mayo en Castilla-La Mancha también va a ser un tetris. Usted que conoce bien a García-Page, ¿preferiría gobernar con Podemos o con Ciudadanos?

Yo creo que Emiliano lo que quiere es gobernar y hacerlo solo. Y es una posibilidad.

Es complicado tal y como están las cosas.

Bueno… vamos a ver que pasa. Creo que Emiliano va a tener unos resultados que le van a permitir gobernar con una mayoría tan suficiente como para no necesitar llegar a un acuerdo global. Puede gobernar con pactos puntales con unos y con otros.

¿Cómo en su segunda legislatura como alcalde?

Claro. En estos temas no se puede hablar, depende de muchas cosas: de los resultados, del número de diputados, de quien entre aquí en las Cortes… Y es que no todas las personas son las mismas, la empatía también hace factible o no el acuerdo.

Empatía entre García-Page y Rivera hay. Qué sepamos se han reunido dos veces en lo que va de legislatura...

Pero Albert Rivera no va a estar aquí (ríe), ni tampoco Pedro Sánchez.

Hace unas semanas Ciudadanos sorprendía vetando cualquier pacto a nivel estatal con el PSOE. ¿Cree que este veto se hará extensible a las autonómicas y a las municipales?

Carmen Picazo, la candidata en Castilla-la Mancha, ha salido diciendo ya que no, que nadie le impide llegar a acuerdos.

Me parece que lo que dijo Rivera fue un error y que se inscribe en el marco de la estrategia preelectoral. Tiene un puzzle muy complejo que gestionar. Se puede encontrar casos como el de Andalucía, pero también sitios donde necesite al PSOE para gobernar y eso hay que saberlo gestionar.

Volviendo a las Cortes regionales, nos quedan dos plenos para terminar la legislatura y todo apunta a que no van a llegar ni la Ley de Participación Ciudadana ni la de Garantías de Rentas, ambas promovidas por Podemos y por las que supuestamente entró en el gobierno...

Yo no se lo puedo garantizar.

El Gobierno ya ha dicho que no.

Sé lo que ha dicho el Gobierno, pero como presidente de las Cortes no se lo puedo garantizar. Coincido con el Gobierno en que no va a dar tiempo, es algo que sucede en todos los parlamentos.

En el caso de una de ellas, la del Garantías, el Gobierno ya ha dado explicaciones. Podemos ahora mismo no es un grupo parlamentario, son dos diputados donde uno tira de la cuerda hacía un lado y el otro hacía el otro. Sería una irresponsabilidad traer al parlamento una ley de esta importancia con esta situación.

El Gobierno tiene que garantizar haya juego limpio y que cada grupo parlamentario voten conforme a grupo parlamentario que es, sin kamikazes que lleguen a un acuerdo con el PP para vetar o votar en contra de una ley. Esto ya ha pasado aquí, cuando una determinada persona se ausentó del pleno para no votar. Un Gobierno serio no puede traer una ley de esa envergadura tal y como está la situación.

En la Mesa y en la Junta de portavoces ¿quién protesta más? Tirado, Díaz, Llorente...

David Llorente habla poco, María habla un poco más y Vicente sí habla mucho. Pero esto lo hace el grado de experiencia y seguridad que se tiene. Vicente conoce muy bien el reglamento, ha sido presidente de las Cortes, María va cogiendo soltura y a David le queda un barniz (ríe).