El mundo del toro, como muchos otros sectores económicos, sufre de forma directa las graves consecuencias de la crisis del Covid-19. Tanto es así que las ferias taurinas de la Magdalena de Castellón y las Fallas de Valencia ya han sido suspendidas. Todo hace indicar que la Feria de Abril de Sevilla seguirá el mismo camino y la incertidumbre se cierne ahora sobre el principal ciclo taurino de la temporada, el San Isidro madrileño, que en principio debería desarrollarse entre mayo y junio.
El empresario de la plaza de toros de Cuenca, como no puede ser de otra manera, está muy atento al devenir de la situación y no oculta su «preocupación». En primer lugar, desde el punto de vista sanitario «porque el tema es lo suficientemente grave como para no darle valor a otras cosas en este momento». Ahora bien, «si miramos un poquito más allá, en el apartado económico, y no me refiero solo a lo taurino, creo que la situación se va a poner muy delicada para todas esas personas que se van a ver afectadas, que será un tanto por ciento muy elevado». Con todo, Maximino sentencia que «lo económico es importante, pero lo sanitario es prioritario».
Para la feria taurina de San Julián quedan muchísimos meses todavía y «lo lógico» sería pensar que para entonces esta situación sea poco más que un triste recuerdo. En este momento, el gestor del coso se muestra cauto y afirma que «lo que tenga que llegar, llegará», tanto si es para bien como si es para mal. Dicho esto, y aunque no se atreve a dilucidar lo que puede pasar a nivel sanitario en las próximas semanas, argumenta que es «optimista» y que entiende que «en junio y julio toda la economía ya estará en marcha, si no es al cien por cien, sí al 80 por ciento».
Eso sí, para Maximino no pasa desapercibido «todo lo que vamos a dejar atrás económicamente hablando» y lo que eso va a repercutir en los bolsillos de los trabajadores y en las pequeñas empresas, que al final «son los que mueven la economía». Por esa razón, espera que los políticos «pongan en marcha las medidas oportunas para que así las consecuencias sean las menores posibles».
En este contexto, contra viento y marea, el máximo responsable de MaxiToro afirma que sigue trabajando de cara a la feria taurina «igual que si no pasara nada». Eso sí, todo a través de llamadas y conferencias telemáticas. «Estoy trabajando exactamente igual que si se fuera a celebrar la feria sin ningún tipo de problema y al mismo nivel que todos los años», explica, y es que «no puedo parar porque si lo hago, al final, las prisas no son buenas consejeras». Es difícil prever lo que va a pasar, pero el empresario cree que «dos meses antes de la celebración de la feria ya sabremos cómo está todo y qué es lo que va a pasar».
Maximino Pérez termina con un mensaje para todos los aficionados conquenses: «No os preocupéis, si la Feria de San Julián no se pudiera celebrar este año, ya se celebrará el que viene, pero yo quiero creer que se va a celebrar con toda normalidad». Además, termina, «algo se me ocurrirá para todos aquellos que se vean perjudicados económicamente por este malvado Covid-19, y es que en la medida que podamos, aportaremos nuestro granito de arena para poder ayudarles».