«Escribir un libro requiere su tiempo y su espacio»

Jonatan López
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La escritora de Castejón publica 'Sin guantes', un poemario de 45 poesías que establece una relación entre los golpes que da la vida y el boxeo. Esta ilustrado por las artistas Ana Panadero y Karoline Schneider, y prologado por Miguel Ángel Albares

«Escribir un libro requiere su tiempo y su espacio»

La escritora de Castejón, Paz López, ha publicado en este pasado mes de febrero su cuarta obra bajo el título Sin guantes. Se trata de un poemario escrito entre 1996 y 2020 que establece una relación estrecha entre lo que le pasa a cada persona en su día a día, las vicisitudes de la vida, y los golpes del boxeo. Deporte que, aunque pueda parecer agresivo, también presume de nobleza.
La castejonera, experta en terapias de sanación y coaching, regresa a la Editorial Adarve, con la que ya publicó su obra ‘Batalla blanca’ que le valió el premio ‘Arquero de Plata a la mejor novela en categoría LGTBI en 2019. La nueva obra cuenta con las ilustraciones de las artistas Ana Panadero, conquense, y Karoline Schneider, austriaca que, metafóricamente, establecen la relación entre poesía y boxeo. Además, está prologada por el director de la Catedral, Miguel Ángel Albares. 

Ha pasado de escribir novelas y cuentos infantiles a la poesía contemporánea ¿Cómo ha evolucionado su particular estilo? ¿Le ha condicionado la pandemia en algún momento a la hora de componer? Sí, se trata de una evolución, como dice, pero es un compendio de muchos aspectos, de todo lo que he vivido y pensado a lo largo de todos estos años. La idea surge hace dos años y medio, pero se ha retrasado mucho. Por circunstancias personales, tanto mías como de la ilustradora y de otro amigo que me ayudó en la selección de los poemas, se ha ido retrasando. La pandemia, en este caso, no ha sido la causa. Simplemente le tocaba, era el momento de aunar todos estos escritos de alguna manera y sacarlos a la luz.

¿Qué ha querido plasmar en ‘Sin guantes’? ¿A qué debe este título ligado al deporte del boxeo? Empecé a practicar Kick boxing y a hacer ejercicios. Te quitabas los guantes, te los ponías y recuerdo que cuando había que pegarle al saco me decían: ‘¡pégale fuerte!’, pero yo no sentía rabia, simplemente le daba todo lo fuerte que podía. A parte del ejercicio que hacía en ese momento, pensaba que en todos los aspectos de la vida tenemos que luchar. Por ejemplo, la lucha contra el coronavirus que estamos teniendo. Este deporte, que puede pensarse que es violento, puede observarse desde otra perspectiva y visión distinta. En los ocho capítulos del libro recojo golpes como el llamado ‘de conejo’, que es cuando pega un boxeador a otro en la nuca. Lo comparo con la responsabilidad de uno mismo. Una estrofa de ese poema dice: Solo por que confié puedes traicionarme. Es decir, si no hubiese confiado en ti no podrías haberme traicionado. Yo soy la responsable de todo lo que me pasa. Otro es el hook al cuerpo, que es uno de los golpes más dolorosos que puede recibir un boxeador. A pesar de que te noquea, porque no te puedes mover, estás sufriendo el dolor  consciente. El mensaje de ese capítulo es: Mi voluntad de seguir se tambalea, inmóvil y consciente, pero experimento la vida y tengo la oportunidad de ver lo que me pasa como personaje protagonista.

Asegura que escribe como terapia, pero ¿no me negará que además le gustaría que su literatura llegase a muchos lectores? Recuerdo que una vez un compañero me decía: ‘Vivo de la escritura, pero no como de ella’. Mentiríamos si dijésemos que no nos gustaría que nuestros libros se vendiesen a millones de ejemplares. No solo por la parte económica, sino por decir que ha llegado a tanta gente y porque les ha gustado. Ahora tienes que controlar el tema de las redes y si no lo haces estás perdido. En mi caso, no me gusta mucho y me da pereza.

Miguel Ángel Albares, director de la Catedral de Cuenca, es su prologuista. ¿Cómo surgió la posibilidad? Tengo la suerte de poder decir que somos amigos. Su primer destino como sacerdote fue Castejón. Yo lo tuve como profesor de Religión y desde entonces siempre hemos mantenido la amistad. Hace como dos años, tomando café en su despacho, me preguntó que qué estaba haciendo. Le explique de qué trataba y me aseguró que el prólogo lo haría él. Tuyo es, le dije.

¿Hasta qué punto está siendo un verdadero problema para los escritores no poder presentar al público y a los lectores vuestras nuevas creaciones? No queda otra que a través de las redes. Estoy pendiente de hacer una presentación en la Biblioteca Pública de Cuenca, que será online. La verdad es que me gustaría hacer un recital. Yo siempre he tenido mucho pánico escénico a recitar poemas, ponerme delante del público. En 2018, por circunstancias acepté una invitación para presentar uno en Castillo de Garcimuñoz. Cuando estaba ahí, delante de ciento y pico personas, lo hice y me gustó la experiencia. La gente me pedía el libro, pero eran poemas que estaban publicados en mi blog. Así que me dije que tenía que publicar Sin guantes para que cuando terminase de hacer un recital y alguien lo quisiese lo pudiera comprar. Ahora, curiosamente, tengo el libro pero no puedo recitar los poemas. Es el mundo al revés. El universo nos está poniendo a prueba.

¿Qué le parece la actual escena literaria conquense? ¿Le sorprende que existan muchos escritores jóvenes con afán por publicar? Sí, totalmente. Esto es buenísimo. Estoy en un grupo de escritores conquenses y una de ellas es Julia de la Fuente, que ha sacado su cuarto libro. Es una chica muy joven que no publica en plataformas, lo cual es, para mí, un mérito. Es cierto que, luego, lo difícil es vender. En Cuenca, ahora mismo, hay bastantes escritores que están publicando cosas muy buenas. Hay, sobre todo, muchísima novela negra por lo que estoy descubriendo. He leído libros de algunos de los compañeros y no pensaba que hubiese tanta afición.

¿Cómo pueden adquirir los conquenses ‘Sin guantes’? Se puede adquirir en cualquier librería de toda España, pues se puede conseguir haciendo un pedido. Físicamente esta en El Toro Ibérico, pero en el resto se le puede hacer llegar sin problema. También se puede obtener a través de Amazon o de la editorial Adarve, e incluso pidiéndomelo a mí a través de Instagram y Paypal, por correo y firmado.
¿Qué proyectos tiene para el futuro? ¿De qué tratará su próxima publicación? Ahora estoy trabajando en algo que nada tiene que ver. Es un libro de autoayuda. Para mí es un reto, pero tengo la necesidad de transmitir que lo que me ha ayudado puede ayudar a otras personas y cómo plasmar eso en un libro es un reto ahora mismo. Desde mi experiencia, escribir un libro requiere su tiempo y su espacio. Creo que hay que dejarlo reposar y después, una vez maduro, publicarlo. La ventaja de las plataformas es que todo el mundo puede publicar y después corregirlo o modificarlo, pero siento que hay demasiada prisa ahora mismo por hacerlo.