Reviven las bibliotecas

Jonatan López
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El centro cultural y municipal de Villar de Olalla, reconocido el año pasado como una de las 10 mejores de España, organiza proyectos de lectura para todas las edades, talleres virtuales, teatro o cuentacuentos para tratar de recuperar al lector

Reviven las bibliotecas

Entre las nuevas medidas y restricciones que el Gobierno regional tomó el pasado 21 de febrero, una vez que los datos de la pandemia lo permiten, se acordó la reapertura de las bibliotecas. El regreso es un síntoma claro que indica que la actividad cultural se retoma. No obstante, el miedo de la población a contagiarse y las diferentes escaladas que se han sufrido en los últimos meses varían los planes a la hora de retomar las actividades y los programas que se venían desarrollando habitualmente. Por ahora, el aforo es del 50 por ciento y los grupos de usuarios no deben superar las seis personas. 

Una de las bibliotecas que más está notando las nuevas circunstancias, probablemente, es la Biblioteca Pública Municipal de Villar de Olalla, que recientemente superó los 700 socios. Es decir, el 56 por ciento de la población –1.250 habitantes– forman parte de la comunidad lectora del centro cultural que promueve el Ayuntamiento de la localidad. Y es que cabe recordar que el año pasado, el Ministerio de Cultura otorgó a la Biblioteca de Villar de Olalla un reconocimiento y la incluyó entre las 10 mejores de España por su proyecto de animación a la lectura.

«El 50 por ciento de capacidad nos obliga a que en la sala solo puedan estar ocho personas como máximo, cuatro en la infantil que es más pequeña, y cinco en otra de estudio que tenemos», dice el bibliotecario, Juan José Alfaro, quien confirma que desde que se inició la pandemia «hemos notado un bajón bastante considerable, sobre todo de afluencia».

Reviven las bibliotecasReviven las bibliotecasA pesar de las medidas de control, que incluyen desinfección de calzado, lavarse las manos, ponerse unos guantes para manipular libros o que pasen una cuarentena de 72 horas, «la gente tiene reparo a venir y estar aquí como  siempre», cuenta Alfaro, que expone que las instalaciones son usadas ahora por estudiantes, pero «niños que venían con sus padres, a hacer deberes, ahora vienen menos». Además, el servicio de préstamo «ha bajado durante la pandemia y muchísimo el pasado verano. Ahora lo vamos recuperando un poco, pero la caída fue de un 80 por ciento». Cierto es que antes de la llegada de la tercera ola «pareció que mejoraba y hubo más préstamos pero, después de todo esto, ha vuelto a descender».

Alfaro explica que, antes de la pandemia, el préstamo infantil y juvenil ocupaba un 70 por ciento y el 30 restante era adulto, y ahora «el infantil y juvenil han bajado a niveles del adulto. También es cierto que los menores no pueden acceder a la biblioteca, tienen que venir acompañados de adultos, y eso supone que los niños no tengan esa libertad de acceder solos. Ahora vienen con sus padres, miran los libros pero no se quedan».

Asimismo, las distintas restricciones para evitar contagios han impedido que la biblioteca villardeolallense pueda desarrollar sus programas o, por ejemplo, organizar el encuentro provincial de clubes de lectura que estaba programado para junio, se pospuso para septiembre y finalmente se canceló.

Reviven las bibliotecasReviven las bibliotecasProyectos. Sin embargo, y con el afán de seguir trabajando por el fomento de la lectura, la Biblioteca de Villar de Olalla continúa con el club de lectura de adultos, a través de videoconferencia, o con los diferentes talleres virtuales para niños de Primaria y jóvenes de Secundaria. «No estamos paralizados, pero si que estamos condicionados cuando tenemos que pensar algo para el futuro. Antes se programaban muchas cosas con antelación, pero ahora mismo no nos podemos poner a pensar en algo para la semana cultural de mayo o para este verano». 

Presencialmente, tendrán que esperar los cuentacuentos, el teatro o los talleres de lectura para niños. Con un poco de suerte, y si la Covid lo permite, este verano se retomarán.