Lo que merece la pena

Leo Cortijo
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Las creaciones que surgen de los talleres ocupaciones del centro 'Infantas de España' son motivo de orgullo, no solo por la calidad de las mismas, sino por el 'corazón' que portan.

Lo que merece la pena - Foto: Reyes Martínez

Lo más importante no es lo que fabrican ni el resultado final del producto, sino el corazón que hay detrás de quienes lo hacen. Toni defiende a capa y espada lo que sale de las manos de aquellos que forman parte de los talleres ocupacionales de carpintería y encuadernación del centro ‘Infantas de España’. Él, como maestro, saca pecho –y con razón– de todo lo que estas personas con capacidades diferentes son capaces de hacer. Un buen muestrario de ello se ha podido disfrutar en la Feria de Artesanía que este fin de semana se ha celebrado en La Hípica. Desde juguetes para niños hasta imanes para la nevera, pasando por llaveros o adornos para Navidad. Todo en madera, una materia prima «con la que Cuenca está muy ligada».

Y no solo diseñan este tipo de productos, sino también artículos personalizados o mobiliario. Además, restauran muebles: «Si tienes una silla rota en casa, aquí te la arreglamos», comenta orgulloso Toni, que recuerda que son talleres «abiertos a la comunidad», por lo que «cualquier persona puede venir, conocernos y restaurar su propio mueble... Ellos te enseñan porque son los verdaderos artífices de todo esto».

El taller de encuadernación también ofrece sus frutos. Blocs de notas, carpetas, cuadernos, libretas, álbumes de fotos... con portadas únicas, y es que los usuarios de ‘Infantas de España’ las adornan con sus dibujos, casi siempre con paisajes y monumentos de la Cuenca patrimonial. Aunque eso sí, explica el instructor, las pueden personalizar a gusto del cliente. Mención aparte merece la tercera pata de la mesa, el vivero, en el que los chicos plantan sus árboles y cuidan sus huertos. Asimismo, cualquier conquense puede acudir a ellos para plantar su propio árbol, ver cómo crece y llevárselo a casa después. Este año, comenta Toni, «vamos a hacer un servicio a la comunidad de alquiler de abetos para Navidad». Ahora los están criando para que cuando llegue final de año la gente se los lleve, los devuelva al terminar las navidades y se conserven en el centro hasta el año siguiente.

Toni destaca que «más que matar el tiempo libre», para los usuarios estos talleres son como una especie de trabajo, pues tienen un horario y un salario establecido. «Se trata de que tengan una rutina continuada y que vean valorado su esfuerzo», argumenta.

Estar presentes en la Feria de Artesanía es vital para ‘Infantas de España’. De las 34 ediciones de la muestra, han expuesto sus productos en 33 ocasiones. Son unos veteranos en estas lides. «Es importante porque sirve como escaparate para mostrar lo que hacemos», recalca. También es fundamental la respuesta por parte del público. Los hay que están «muy comprometidos» con este tipo de causas y acuden puntuales a la cita para comprar sus productos. El elemento capital, al fin y al cabo, es colaborar con una causa tan noble. Con independencia del acabado del artículo. Hay que tener en cuenta que estos productos están hechos por personas con capacidades diferentes. Uno tiene una capacidad especial para pintar y otro para trabajar la madera... Pero eso es lo de menos.

Lo de más es que las personas con algún tipo de discapacidad intelectual tengan una mayor calidad de vida. Y ese es el mejor premio posible. Eso es lo que realmente merece la pena.