«El futuro de la caza es negro»

J. López
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Entrevista con el delegado de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha en Cuenca

«El futuro de la caza es negro» - Foto: Reyes Martínez

Presume de ser cazador desde los 18 años y representar al sector cinegético de la provincia desde la década de los 70. Francisco Luján, toda una vida con su escopeta al hombro, repasa la actualidad en torno al sector, en una temporada que estará marcada por la crisis sanitaria, las restricciones de movilidad y el protocolo para acudir a las cacerías. El vocal de la Federación castellano-manchega subraya lo apropiado de mantener la licencia federativa puesto que «es un seguro para todo aquel que practique la caza». Mientras habla, su perro Yaqui descubre en una madriguera un gazapo que sale a la carrera y se escapa por poco. «Que muestra más bonita hace», dice.

¿Cuál es la situación actual del sector cinegético en Cuenca? 

La economía de los cotos de caza se va a resentir y muchas se irán al traste. Por ejemplo, y hablando de la montería, el taco de las comidas ha desaparecido. Cada uno debe llevar su correspondiente bocadillo y al ir a los puestos no puede colocarse más de una persona o dos. Con todo eso, muchas monterías van a fracasar.

En cuanto a los cotos, el que tiene uno no lo da de baja aunque los impuestos han subido bastante. La caza disminuye, cada vez somos menos cazadores y los gastos son muchos. La Alcarria y la Sierra están despoblándose y son grandes extensiones de hectáreas que deben abonarse. Es cierto que muchos de esos cotos no se quedan libres, pero tienen que buscarse la manera para subsanar su economía.

¿Cómo se están comportando las especies de caza menor y caza mayor en esta campaña? 

La perdiz ha criado bastante bien y los bandos se ven muy completos. Lo que tenemos que tener en cuenta los cazadores, una vez que parece que se ha recuperado, es dejar madre para el año que viene y no castigarla. Los cotos son conscientes de que la veda se abre muy tarde, algunos hasta noviembre.  Además, la perdiz se vino muy abajo por insecticidas y herbicidas, pues la agricultura no es compatible con la caza. El agricultor va a a su bola y no entiende si es perjudicial para la fauna. No es un gran año de codornices, pero la gente se ha divertido bastante en los cotos donde normalmente suele asentarse y el conejo está salvando a la caza. Si no fuera por ello, muchos tendríamos que colgar las escopetas.

La caza mayor la está salvando el jabalí y el corzo. Somos una provincia en la que había bastante ciervo y gamo, y bastantes trofeos. Sigue habiendo, pero ha bajado mucho la intensidad de esos trofeos.

¿En qué grado sufrirán las restricciones de la pandemia los numerosos negocios que viven de la caza? 

Pues mira, nosotros somos una cuadrilla de 12 o 14 cazadores que, normalmente, tras acabar la cacería hacíamos una comida entre amigos. Ya no se hace. Cada uno se come su bocadillo y se va, por miedo a que alguien pueda contagiarse. Eso está repercutiendo directamente en el sector hostelero. De todos modos, hay que decir que el cazador es muy prudente y se están tomando todas las precauciones del protocolo.

¿Qué opina de las alegaciones y quejas que publica el sector ecologista contra la práctica cinegética?

El mayor ecologista que hay hoy en día es el cazador. Salimos al campo y, si llevamos comida, arrojamos los restos en una bolsa. No he visto a ningún ecologista que dé una vuelta por el monte y recoja todo lo que tiran esos veraneantes que vienen el fin de semana o el puente. Tampoco he visto a ninguno que haga bebederos y comederos para esos animales. Pocos se preocupan de ellos, pero sí de que les den una subvención importante a todos los grupos ecologistas. ¿Cuánto se les da a los cazadores para los estudios que se hacen de la perdiz o la codorniz? 

No entiendo que los cazadores estemos muy desunidos. O todos pertenecemos a un sindicato y a una misma federación o nos van a dar por todos los lados. Los ecologistas tiene más medios de comunicación, protestan más y, en cambio, nosotros estamos no nos unimos.

¿Debe reconocerse más el papel de los cazadores a la hora de contribuir a al control de especies como el conejo, el corzo o el jabalí?

Sí, se debería valorar más la labor que hace el cazador para evitar la sobrepoblación de estas especies. Tienes que tener en cuenta que el conejo está criando seis meses al año y su reproducción es importante. Allí donde abunda está haciendo mucho daño a la agricultura. La administración también tiene que entender que los permisos que se están dando para el descaste en abril y mayo, cuando la perdiz está poniendo, perjudican a esta ave. Se está pisando su hábitat y sí que se podría hacer una regulación en esos cotos con el conejo. 

Ciertos colectivos de ganaderos aseguran que algunos cazadores ceban a sus presas y colocan masivamente piedras de sal que perjudican a sus rebaños. ¿Es cierto? 

Recuerdo, cuando era pequeño, que los pastores ponían sal y llevaban a sus ovejas. No entiendo porqué ahora les molesta que los cazadores la pongan en las monterías. Si no se ceba a los jabalíes no van y me parece lógico que el que organiza una montería quiera que el que venga a cazar se divierta y lo pase bien. De alguna manera, el que se dedica a estas batidas los ceba y pone sal.

¿Existe una estrecha colaboración entre los cazadores, los agentes medioambientales y consecuentemente con la administración?

Cada cual hace la guerra por su cuenta. Con la administración nos llevamos bien. Ellos han sacado medidas, como la que permite cazar conejos con ciertos requerimientos. Por lo menos, el agricultor y el cazador son conscientes de aquellos puntos en los que el animal hace daño y solo basta comunicarlo  a la administración. Con el jabalí pasa igual y se han prorrogado los permisos.  Estas medidas que han propuesto me parecen bien, ya que antes tenías que hacer una solicitud, esperar a que fuera el guardia, que a lo mejor estaba de vacaciones, y cuando ya se había hecho el daño te daban el permiso. Ahora es más fácil y ahí la administración ha acertado de pleno.

¿Hacia donde camina el futuro de la caza y de los cazadores?

Está claro. Cada día hay menos caza y menos cazadores. Si los más jóvenes salen a cazar ahora y se aburren, terminan por no sacarse la licencia. El futuro lo veo  negro. O tomamos medidas con la caza y la protegemos más de lo que lo hacemos o acabaremos con ella. Yo pronosticaba hace años que la perdiz iba cada vez a menos y un día nos encontraremos  con el problema. El cazador es el que más protege, pues le interesa que de un año para otro haya caza, pero estoy viendo muchas perdices y liebres infestadas por el glifosato que se echa en agricultura. O vamos a la par y la administración toma medidas o esto se acaba.