«El Manifiesto no busca culpables, sino ayudar a Cuenca»

Leo Cortijo
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'Manifiesto por Cuenca' nace para exigir a instituciones y gobiernos políticas activas contra la despoblación. El abogado y experto en comunicación institucional y política, Jesús Patiño, es uno de sus promotores

«El Manifiesto no busca culpables, sino ayudar a Cuenca» - Foto: Reyes Martínez

La televisiva farmacéutica Boticaria García, el columnista y escritor Raúl del Pozo, los deportistas Jesús Herrada y Pablo Andújar, el director de Globalcaja Alberto Marcilla; el economista y activista contra la ELA Francisco Luzón; la periodista de informativos de Antena 3 Pilar Ruipérez, el pintor Jesús Mateo o la bloguera Susana Pérez son algunas de las cerca de 30 personalidades que se han unido para poner en marcha la plataforma Manifiesto por Cuenca. Iniciativa que nace para exigir a instituciones y gobiernos políticas activas contra la despoblación. El abogado y experto en comunicación institucional y política, Jesús Patiño, es uno de sus promotores.

El paso al frente que se ha dado es importante y ha tenido repercusión. ¿Cómo surge la iniciativa?

En conversaciones con gente de Cuenca compartíamos la misma preocupación en torno a la despoblación y a la impotencia de no poder hacer mucho para paliarla, porque es un problema complejo de revertir. Vimos que también había un inconveniente con el desconocimiento sobre el asunto de Cuenca, porque se conoce mucho el problema de despoblación que tienen Soria o Teruel, por ejemplo, pero el nuestro no. Pensamos que le podíamos dar repercusión uniendo a ciertas personalidades y haciendo un Manifiesto que mostrara unas claves sobre el tema, como que hemos perdido el 40 por ciento de la población en 70 años o que solo 30 de los 238 municipios de la provincia tienen más de 1.000 habitantes. En definitiva, queríamos dar a conocer el problema que tiene Cuenca y hacerlo llegar a ayuntamientos e instituciones para que se adhieran también, porque puede ser un buen punto de partida en el que estemos todos de acuerdo, al margen de ideologías. Esa unidad de acción supone el reconocimiento de que tenemos un problema y que queremos que se solucione.

¿Cómo ha sido la tarea de sumar a la causa a tantas personalidades de distintos ámbitos y qué respuesta han recibido de ellos?

Ha sido un trabajo en cadena. Cada uno de ese grupo originario nos hemos puesto a hablar con una persona y ésta con otra a su vez... y así ha sido. En cuanto nos hemos puesto en contacto con ellos han dicho que sí sin dudarlo. En ese sentido, ha sido bastante fácil. 

Una de las premisas fundamentales de Manifiesto por Cuenca es la elaboración de una estrategia de desarrollo rural para garantizar los servicios públicos. ¿Por dónde pasa ese desarrollo?

Una de las primeras cosas que hay que tener en cuenta es que en el Manifiesto se incorporan ideas de todas las personas que lo hemos suscrito. Ésta es una de ellas. Los pueblos lo que están es poco aprovechados. Al final, la aglomeración de la población en las grandes ciudades está generando un problema que tiene fácil solución y es dar oportunidades a la gente en otros lugares que no sea en esas grandes capitales. Esto pasa por tener una estrategia rural en la que sea clave el mantenimiento de los servicios públicos. Hay mucha gente que no vive en un pueblo porque estos servicios se han visto mermados. Garantizar que haya la misma igualdad de acceso que en el medio urbano dará lugar a que la gente se planté vivir en el mundo rural. 

Instaréis a los poderes públicos y a las administraciones a que tomen medidas contra esa despoblación. ¿Creen que esto surtirá efecto?

Este no es un Manifiesto que vaya contra nadie, sino que va a favor de Cuenca. Respetamos y agradecemos enormemente el trabajo que se realiza desde las instituciones por parte de los políticos en contra de la despoblación, así como el trabajo que llevan a cabo todos los conquenses que desarrollan su vida aquí. Esta iniciativa trata de que se conozca más este problema y, en ese sentido, se les pide a los poderes públicos que trabajen en ello. Creemos que sí que va a surtir efecto porque además esto también supone que la sociedad civil tiene que movilizarse para exigir a esos mismos poderes que refuercen el trabajo que están haciendo. Va a surtir efecto porque, a fin de cuentas, esto no es un problema provincial, es un problema del Estado. Tarde o temprano lo van a tener que hacer... Por eso, si ven que la sociedad le exigimos eso, el tema va a estar dentro de la agenda política y lo van a llevar a cabo con mucha más rapidez, eficiencia y efectividad. 

En el Manifiesto se ponen sobre la mesa las necesidades más importantes de Cuenca. ¿Cuál cree que sería la primera de todas ellas?

[Piensa]. Es difícil de responder esta pregunta... Las infraestructuras son fundamentales. Tenemos el AVE, que es un avance, y tenemos una autovía, pero ésta acaba en la ciudad y debería estar conectada con Valencia y Teruel. Además, las infraestructuras de comunicaciones no solo son carreteras o el tren, por ejemplo, son también las referentes al desarrollo tecnológico, que va a ser la próxima revolución. Hay muchos profesionales que va a dar igual desde dónde trabajen, porque estarán conectados con todo el mundo, pero para eso Cuenca tiene que tener una conectividad de alta calidad para que puedan desarrollar su función. Si no estamos preparados para ello vamos a perder también ese tren.

Siempre se ha hablado como un factor clave del «posicionamiento estratégico» de Cuenca. Parecen dos palabras mágicas que nunca se han terminado de aprovechar...

Efectivamente. La ubicación es uno de nuestros puntos fuertes y tiene que aprovecharse para atraer a personas que quieran trabajar en el sector de las nuevas tecnologías. Y luego también hay que aprovecharlo para atraer inversiones. Vemos cómo en Madrid hay ciertos desarrollos industriales en zonas limítrofes de Guadalajara o Toledo. Bueno, pues también tendríamos que tirar para acá... Aunque entendemos que de entrada no es fácil. 

Eso es así. Al fin y al cabo, lo que más fija población es el empleo...

Cuando hablamos de medidas concretas, siempre decimos que los impulsores de este Manifiesto no somos unos expertos en la materia. Solo hemos querido poner nuestro granito de arena. Lo que pedimos es lo que decía un dirigente europeo con competencias en materia de despoblación: «No hay territorio sin futuro, sino territorio sin proyecto». Las medidas que indicamos pueden ser las que ayuden a repoblar Cuenca... o no. Que digan los que conocen este tema qué medidas hay que tomar. Lo que sí pedimos es que haya un proyecto para acabar con la despoblación. 

¿Una parte importante de ese futuro se la juega Cuenca apostando destino cultural y de ocio?

Cuenca, en el arte y la cultura, ha sido un referente y no puede dejar de serlo. Tiene que recuperar el fuelle que ha tenido siempre en este sentido. Cuenca es muy fuerte a nivel cultural, pero éste es un mundo que hay que potenciar más todavía porque la gente ahora demanda cultura y ocio para sus ratos libres. La cultura genera puestos de trabajo y es una pata a reforzar. En el Manifiesto decimos que tiene que invertirse en analizar e investigar cómo sacarle el mayor rédito al potencial cultural de Cuenca. Y no solo a éste, también al medioambiental, al ganadero, al agrícola... Para empezar cualquier proyecto, primero hay que conocer cuáles son nuestros mayores potenciales.

Viajemos en el tiempo: ¿Qué oportunidades ha dejado pasar Cuenca de un tiempo a esta parte?

¿Sabes qué pasa?, que me gusta hablar de lo que sé, y la verdad es que no sabría decirte qué oportunidades hemos dejado escapar. Lo que sí te puedo decir, siguiendo con el espíritu del Manifiesto –que no es buscar culpables, sino soluciones–, es que, por lo que sea, no hemos contado con las mismas oportunidades que otros ciudadanos de otras provincias. No sé si es la forma en la que se ha desarrollado el modelo territorial... Quizás hemos dejado pasar oportunidades, puede ser. Pero también es verdad, insisto, que no hemos tenido las mismas. El modelo territorial se ha desarrollado de una forma que ha supuesto que ciertas provincias no tengan las mismas oportunidades que otras. Y no hay que hacer un análisis muy profundo para verlo... Más de la mitad de la población que ha nacido en la provincia, ya vive fuera. Emigración hay en todos los sitios, pero en Cuenca ha sido brutal. El otro día, dando un paseo por las redes sociales, veía que hablaban de despoblación en lugares como Cádiz, Jaén o Badajoz, que tienen 400.000 o 600.000 habitantes... ¡Es que aquí no llegamos ni a 200.000 y somos una de las provincias más grandes en extensión! Hemos expulsado a muchísima gente y tampoco ha venido nadie... Eso es por algo, no es casual, no es porque sí... Ha habido una falta de oportunidades y una falta de atención. ¡Ojo! No veo una mano negra, sino que el modelo territorial se ha construido así.

¿Qué parte de responsabilidad tienen los políticos que han gobernado durante estos años y qué parte la apatía y condescendencia de los propios conquenses?

Creo que en esto no me interesa entrar. Perdóname que no te responda a esta pregunta, porque es complicado y porque yo tampoco soy un experto que sepa qué grado de responsabilidad tiene cada cual y, además, se pueden herir sensibilidades. Lo que creo es que tenemos que enfocarnos hacia el futuro, porque además es lo que nos va a hacer salir de donde estamos. Regodearnos en lo otro va a suponer crearnos enemistades o centrarnos en eso cuando, como digo, tenemos que enfocarnos en el futuro y saber que ésta es la situación actual, reconocerla y empezar a trabajar todos, políticos y ciudadanos, en la medida de lo que podamos. 

En las últimas elecciones, un territorio muy similar a Cuenca, como es Teruel, consiguió un escaño en el Congreso presentando una candidatura. ¿Este Manifiesto podría ser un punto de partida para hacer algo similar a eso?

Nuestro modelo no es ese. Nosotros somos un grupo de personas particulares preocupadas por la despoblación en Cuenca y que quiere ayudar a revertir esta situación. Lo que ocurre en otras provincias creo que es distinto porque ‘Teruel Existe’ tiene una trayectoria desde hace mucho tiempo y trabajando de distintas formas. Eso es una opción, pero la nuestra no es esa. Yo creo que si todos nos unimos, los ciudadanos, los políticos y cualquier movimiento cívico que pueda surgir, podemos tener éxito.

¿Qué diferencia este Manifiesto por Cuenca de otras iniciativas similares que han surgido con anterioridad? ¿De verdad hay esa ilusión por conseguir la unión real?

Bueno... la concienciación es algo que se produce paulatinamente. Lo nuestro es una iniciativa más, que viene de la mano de unas personas que son conocidas y nuestra acción va dirigida no solo a llamar la atención a los poderes públicos, sino también a la sociedad civil para decirle que se una para trabajar en este asunto. Eso es lo que esperamos, que la sociedad en conjunto, al final, se una con este objetivo. Nosotros en el Manifiesto decimos que vamos a trabajar todos juntos, poderes públicos y sociedad civil, sin exclusiones ni líneas rojas en cuanto a adscripciones políticas, porque esa es la única forma. Esto nos tiene que unir al margen de ideologías. Lo nuestro es una llamada a que esto se efectúe. No somos una organización definitiva en torno a la cual vaya a crearse un movimiento cívico. Eso se produce con el tiempo. No es algo que se produzca de la noche a la mañana y más cuando hay mucha gente en Cuenca que no está movilizada.