La caída del conservador Laschet marca los sondeos en Alemania

Agencias
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El teórico sucesor de Merkel pierde el primer debate televisado ante el socialdemócrata Olaf Scholz, que obtendría el 24% de los votos, un 2% más que el líder del CDU. Los Verdes se mantienen en el tercer puesto con el 18%

La caída del conservador Laschet marca los sondeos en Aleman - Foto: POOL

La persistente caída del candidato conservador, Armin Laschet, marca los sondeos de cara a los comicios generales alemanes del 26 de septiembre, con el socialdemócrata Olaf Scholz en alza y con los Verdes estancados en el tercer puesto.

Laschet, el teórico "sucesor natural" de Angela Merkel, fue el claro perdedor del primer duelo televisado entre los tres aspirantes, emitido el pasado domingo. Si hasta el sábado pasado aún le situaban las encuestas empatado a Scholz o con un punto de desventaja respecto a éste, ahora está dos puntos por debajo de su principal rival.

El bloque conservador obtendría, según la última encuesta de Forsa, un 22 % de los votos, mientras que el Partido Socialdemócrata (SPD) del vicecanciller y ministro de Finanzas Scholz subió al 24 %.

Los Verdes, por su parte, se sostienen en el 18 % de los votos, seis puntos por delante del Partido Liberal (FDP), mientras que a la ultraderechista Alternativa para Alemania se le pronostica un 11 %.

Scholz, cuya línea moderada y posición de vicecanciller en la gran coalición favorecen que se le vea como "continuador" de la canciller, fue el mejor valorado en el debate del domingo, con un 36 %, seguido de la verde Annalena Baerbock, con un 30 %, y finalmente Laschet, con un 25 %, según una primera encuesta rápida de Forsa.

Una segunda valoración, el martes, arrojó una más clara ventaja para Scholz, con un 41 %, frente al 14,5 % para la aspirante verde y el 13 % de Laschet.

 

Nerviosismo en el bloque Merkel

El propio Laschet trató de minimizar los efectos de estos sondeos el lunes, al presentar un nuevo plan de acción para sus primeros cien días de gobierno, en caso de alcanzar la cancillería. Desde su bloque, formado por la Unión Cristianodemócrata (CDU) que él preside y su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), se suceden los síntomas de nerviosismo.

Merkel, quien trata de mantenerse al margen de la campaña, marcó ayer las diferencias respecto a su vicecanciller, al responder que ella nunca se dejaría apoyar por la Izquierda, algo que Scholz no descartó explícitamente en el duelo televisado.

La afirmación de la jefa del Gobierno fue en una comparecencia conjunta con su homólogo austríaco, Sebastian Kurz, en Cancillería, situaciones en las que Merkel evita pronunciarse sobre cuestiones partidarias.

Con ello incidió la canciller en un tema recurrente en las sucesivas campañas electorales de su bloque, como es la posibilidad de que, de llegar al poder, el SPD se coaligarían con los Verdes y la Izquierda, partido aglutinante del poscomunismo del este y la disidencia socialdemócrata.

Esa constelación es rechazada no solo por el electorado de centro-derecha, sino también por los Verdes -que mantienen relaciones distantes con ese partido- y una parte del SPD. En el partido de Scholz escuece aún la escisión del ala más izquierdista, abanderado por su ex-presidente Oskar Lafontaine, para fundirse con el poscomunismo y fundar la actual Izquierda.