Lejos de la mayoría, pero una victoria contundente. Ese es el resumen rápido de lo que vivió el PSOE en abril. Un triunfo que, sin embargo, no fue suficiente para formar gobierno. En Cuenca el resultado fue igual de histórico, pues después de 30 años se hicieron con el segundo diputado. Seis meses después se vuelve al punto de partida, algo que Luis Carlos Sahuquillo tacha de «injusto», porque a esta situación se ha llegado «por el bloqueo de PP y Cs, que dicen ser los más españoles de todos, pero que cuando tienen que demostrarlo no lo hacen, y por el chantaje de Unidas Podemos, que después de perder cientos de miles de votos pidieron la Luna y además querían tener un gobierno en paralelo». 

El reto del PSOE durante esta campaña es «hablar con mucha gente» para «convencerles de que no da lo mismo quién gobierne», como así han demostrado, recalca, paralizando el ATC de Villar de Cañas, por ejemplo. Aunque, eso sí, «también nos jugamos mucho en cuestiones sociales». Los socialistas realizarán hasta cuatro actos distintos cada día, uno en cada zona electoral. Y en ellos estarán presentes los candidatos y cargos públicos del PSOE, fundamentalmente castellano-manchegos, es decir, «la gente que está resolviendo los problemas a los ciudadanos». La pretensión es «interactuar» con todo el mundo: «Vamos a atenderles y a escucharles».

Los días de campaña se vive en una vorágine constante. «A la política le dedico todas las horas del día... menos las que duermo», comenta con una sonrisa en la cara un ilusionado Sahuquillo. No en vano, dice estar «constantemente imbricado en cuestiones políticas», que empiezan por atender el teléfono, escuchar y «resolver los problemas de la gente». De hecho, éste es uno de los cometidos a los que más tiempo dedica en su día a día.

Para planificar la agenda, todas las mañanas se reúne con el resto de candidatos y el coordinador de campaña, aunque la mayoría de reuniones con colectivos están ya prefijadas. Por la tarde tienen lugar los actos públicos por la provincia y entretanto se atiende a los medios.

Hay que cuidar todo con el «deseo» de que el 10-N se repita el resultado de abril. Y es que en el PSOE «no hay miedo, pero sí respeto» a que la «extrema derecha» se haga con el ansiado tercer escaño. Sahuquillo tiene claro que «con quien nos lo jugamos es con ellos, no con el PP». Por esa razón llama «a la gente moderada» de Cs y a aquellos de UP que saben que es «imposible» que saquen representación. Sin olvidar la abstención. Tiene una frase para ello: «Más vale cabrearse un día por ir a votar, que estar cabreado cuatro años por no hacerlo».