En lo que va de año 42 personas han perdido la vida trabajando en Castilla-La Mancha. Una cifra que casi dobla a la registrada en el mismo periodo de 2019, cuando se contabilización 25 accidentes laborales mortales en la región, que sitúa a la comunidad como la segunda región de España con mayor tasa de accidentalidad y que denota una “relajación” en el cumplimiento de las medidas de prevención de riesgos, según denuncia CCOO.

Un incremento de la siniestralidad que también se aprecia a la hora de hablar de accidentes graves:156 en lo que va de 2020, “por encima de las cifras registradas en 2019”.Y todo ello en un “año atípico”, marcado por el confinamiento y el “parón laboral”, tal y como advierte la responsable de salud laboral de CCOO, Raquel Payo.

“En los tiempos del coronavirus no podemos olvidar el resto de los aspectos vinculados a la prevención de riesgos laborales”, las empresas "se han puesto las pilas para evitar los contagios, pero en esa inversión para frenar la pandemia, hemos descuidado las caídas en altura, los sobreesfuerzos o los atrapamientos", criticia.

Accidentes todos ellos “de libro” y contra los que CCOO pide “contundencia” a las empresas. “No vale con cumplimento formal de la ley, nos falta una aplicación real” de la normativa en muchas empresas, según asegura. Como ejemplo Payo pone la propia actualidad de esta semana, donde el lunes "un trabajador de 52 años tenía una caída en altura desde cinco metros, otro de 20 años sufría un corte en una pierna y otro sufría una herida tras la caída de una rama”. Accidentes “de libro”, todos ellos “prevenibles y evitables”, lamenta.