No hay mejor noticia para el fútbol conquense y para La Fuensanta que regresar, después de estos aciagos ocho meses, con un victoria. No hay mejor homenaje para el que fuera directivo Julián Cañamares y para los periodistas Paco Alarcón y Antonio de Conca, recientemente fallecido, que el equipo de sus amores les brinde un triunfo. Lástima que los aficionados conquenses no pudieran disfrutar del momento y de la victoria de los suyos, in situ, en una mañana soleada y especial por las circunstancias. Cabe creer que cada vez está más cerca el regreso a la normalidad. También en los terrenos deportivos.

Lo cierto es que el Conquense se llevó los tres puntos en liza porque en el cómputo global del partido fue superior y tuvo más pegada, frente a un CD Madridejos voluntarioso pero sin acierto de cara al gol. Y eso que los azulones dispusieron de varias ocasiones claras para adelantarse en la primera mitad, merced a la alta presión que imponían desde el centro del campo. Pilló este impetú un tanto descolado al equipo de Fran García, que perdía pronto el esférico y regalaba demasiadas opciones. De hecho, el meta Sierra tuvo que emplearse para evitar el primero en el minuto 22. Bamba disparó dentro del área sin apenas oposición y obligó al madrileño a sacar los pies, cual portero de balonmano, para repeler el tiro. Un par de ocasiones de Manzano y Paco Tomás precedieron al tanto de este último que abría la lata. Corría el 43 de la primera cuando un medido centro al área del atacante no encontró la cabeza de Gerica pero si las mallas de la portería defendida por un sorprendido Roy. Un jarro de agua fría para los toledanos, que habían merecido algo más.

El segundo llegó en el minuto 9 de la reanudación. Héctor Rubio, con picardía, botaba una falta al punto de penalti desde el lateral izquierdo del área, que era empujado a la red por Manzano. Ahí se acabó todo. El Madridejos estiró las líneas y tuvo varias buenas ocasiones para haber anotado y al menos ponerle salsa al encuentro, pero sus delanteros no daban una y Sierra seguía a lo suyo. Fueron pasando los minutos, las oportunidades para Kameni y Ángel Ortiz en ataque y la expulsión severa del central Gideon que dejó al rival con uno menos a falta de seis para el final. Los puntos son la mejor inyección de moral para los blanquinegros.