Ataraf apuesta por "dar visibilidad" en el Día sin Alcohol

R.L.C.
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Un grupo de usuarios de Tarancón y la comarca participará el sábado en la jornada 'Elige tu camino' organizada en Illescas (Toledo) por la Confederación de Alcohólicos, Adictos en Rehabilitación y Familiares de España.

David García-Prieto Moreno y Antonio Mochales, miembros de Ataraf, en su sede, en la planta baja del Centro Social. - Foto: R.L.C.

«Una adicción por alcohol o drogas es algo muy duro, pero es necesario que se sepa que estamos aquí, que se pueden rehabilitar y que merece la pena». Así de tajantes se muestran hoy, Día Mundial sin Alcohol, desde la asociación taranconera para la rehabilitación de adictos y familiares, que desde que comenzó su andadura en el año 1997 ha ayudado a numerosas personas, tanto de Tarancón como de la comarca. 

El colectivo Ataraf, ya que desde principios de mes ha adaptado su nombre (antes era Ataral) para incluir también oficialmente a los familiares, ha iniciado una nueva etapa en la que apuesta por visibilizar su labor y también el problema de las adicciones y las claves para su prevención. Un reto nacional que encabeza la Confederación de Alcohólicos, Adictos en Rehabilitación y Familiares de España (Caarfe) a la que pertenecen; como quedó claro en la última convención en la que participaron miembros de Ataraf, y que seguirán abordando el sábado en la jornada Elige tu camino, que se celebrará en Illescas con motivo del Día sin Alcohol. 

«A la persona con problemas le cuesta venir directamente a pedir ayuda, suele hacerlo primero un familiar, en el caso del alcohol suele ser la pareja», comenta David García Prieto Moreno, usuario de Ataraf, junto al nuevo presidente de la asociación, Antonio Mochales. El perfil de las personas con problemas de adicción al alcohol que se encuentran en este colectivo comarcal es sobre todo de hombres, de más de 50 años. Aunque han detectado que este problema cada vez afecta a más jóvenes, y también a mujeres, pero no ha sido hasta este año cuando una mujer ha pedido su ayuda y está participando en terapias. En cualquier caso, al margen del género o la edad, lo que hay en torno a una adicción así son «familias destrozadas, personas que no aceptan su problema con el alcohol, que suele ir unido a otros como, problemas judiciales, de agresiones», explican en Ataraf, que tiene su sede en los bajos del Centro Social, con acceso independiente por la parte trasera del edificio, lo que ayuda a salvaguardar la discreción que requieren sus usuarios. 

Después de un año de empezar las terapias, en grupo e individuales, para familiares y para los propios afectados, el porcentaje que barajan es que el 80 por ciento «deja la asociación al encontrarse mejor y entonces recae, y el 20 por ciento sale adelante, aunque está claro que el proceso de rehabilitación es para toda la vida». 

Actualmente, desde Ataraf ayudan a rehabilitarse a unas 30 familias y usuarios de Tarancón y otros pueblos de la zona con problemas de adicciones a drogas y alcohol.  Esta cifra es la misma prácticamente desde los últimos cinco años. Y es que con la pandemia, son conscientes de que el consumo subió, sobre todo en el caso de las personas sin hogar, al ser el alcohol «muy accesible y barato», pero el número de usuarios en rehabilitación con esta asociación taranconera se mantuvo.  

«Estuvimos muy activos, con llamadas de teléfono, videollamadas, y la verdad es que podemos decir que no tuvimos ninguna recaída durante la etapa de confinamiento, después sí», apunta García-Prieto. Desde septiembre del año pasado, de manera paulatina, en Ataraf han ido recuperando las terapias de manera presencial y, aunque Mochales reconoce que, «ha costado volver a la dinámica de nuevo», la gente está volviendo a asistir «con regularidad y de forma más activa». 

Ahora mismo el equipo de esta asociación está formado por voluntarios, por un lado la trabajadora social Carla Moya, de la Fundación Atenea, y por otro personas en proceso de rehabilitación desde hace tiempo. Además, cuentan con una psicóloga, que este año ha dejado de ser voluntaria gracias a la subvención que por primera vez han obtenido por parte del Ayuntamiento; en concreto, es Carmen de la Torre, que toma el relevo de Alicia Herrera, que ha estado desempeñando esta labor altruistamente durante muchos años. 

Ataraf es sobre todo conocida por sus terapias, su contacto directo y continuo con sus usuarios,  también realiza una labor de asesoramiento para la prevención a la que también espera dar más visibilidad con la nueva etapa iniciada.  

«Si es el hijo del vecino sí se le llama drogadicto»

Cada año se producen 3,3 millones de muertes en el mundo (casi el 6% del total) debido al consumo nocivo de alcohol, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Desde Ataraf, en el Día Mundial sin Alcohol, inciden en que «cuando es el hijo del vecino sí se dice que es un drogadicto o un alcohólico, pero cuando el problema lo tenemos en casa cuesta verlo». En cada portal hay dos, añaden desde esta asociación, que alerta de como «el problema del estigma hace que se viva en silencio, en secreto y eso no puede ser». La mayoría de los afectados son derivados a través del médico de cabecera a la UCA (Unidad de Conductas Adictivas) del Sescam en Cuenca, que el mes pasado retomó las consultas en el Centro de Especialidades de Tarancón tras 18 meses. Este recurso sanitario es el que hace las derivaciones oportunas centros de rehabilitación, aunque en el caso de Ataraf están en contacto con tres centros cristianos (Betel, Remar y Reto), donde en el último año han entrado tres de sus usuarios.