El Grupo operativo resinero Resinlab se presenta en Sotos

Redacción
-

La provincia cuenta con 40 profesionales que reclaman mejores condiciones laborales

El Grupo operativo resinero Resinlab se presenta en Sotos

La localidad conquense de Sotos ha acogido una jornada dirigida a resineros para dar a conocer la creación del Grupo Operativo RESINLAB, cuyos objetivos son impulsar nuevos modelos de profesionalización del oficio que aumenten su eficiencia y rentabilidad; desarrollar nuevas metodologías de extracción que aseguren la sostenibilidad del aprovechamiento y crear un observatorio de datos para mejorar la transparencia y trazabilidad del producto, todo ello a la par que se fomenta el asociacionismo en el sector y el contrato territorial.

La jornada estuvo convocada por Industrial Resinera Valcan, socio en Castilla-La Mancha de este grupo operativo supraautomómico; estuvo conducida por el presidente de la Asociación de Resineros de Cuenca, Honorio Gallego, y contó con la presencia del coordinador de la Dirección General del Medio Natural y Biodiversidad de la Consejería de Desarrollo Sostenible de la Junta de Comunidades, Alfredo Luis Echevarría Samper, quien aseguró que asistía a la reunión "para conocer de primera mano cuáles son las necesidades e inquietudes del sector resinero y, a su vez, aprovechar esta ocasión para trasladarles cuáles son las iniciativas que se están poniendo en marcha desde el gobierno regional para impulsar el sector". Así pues, Echevarría explicó "que se está trabajando en líneas de ayudas para completar el trabajo del resinero durante todo el año así como también estamos trabajando en el apoyo para llevar a cabo las inversiones necesarias por parte de los resineros en el ejercicio de su actividad en cuanto a herramientas y maquinaria". Igualmente el representante de la Junta puso en valor la importancia del asociacionismo "para ganar capacidad de interlocución con las administraciones públicas".

Al acto asistieron cerca de 30 personas -entre ellas, varios técnicos del Servicio de Montes de Cuenca-, y en él los resineros tuvieron la ocasión de exponer cuáles son las necesidades y dificultades en su oficio. La opinión mayoritaria en cuanto al principal problema en el sector resinero es el precio al que se paga la resina, pero también la mala situación en la que se encuentran los montes, las duras jornadas laborales, la inversión inicial que debe hacer el resinero en el primer año de trabajo sin apenas ingresos, el incumplimiento del contrato territorial, la falta de apoyo por parte de las administraciones públicas y la dependencia de factores externos que influyen en su oficio como la climatología o los incendios forestales. Por ello reclaman, sobre todo, buenas condiciones para trabajar y un mejor precio de la resina.

En este sentido cobran especial importancia los objetivos que se persiguen desde el Go-Resinlab ya que, precisamente, abordan todas estas cuestiones: innovar en las técnicas de resinación para que sean más eficientes; crear una base de datos que sea un soporte a la hora de tomar decisiones; fomentar el asociacionismo en el sector resinero para tener más visibilidad y representatividad, y consolidar el contrato territorial que ponga en valor el trabajo de los resineros.

Ivan Fraile, resinero de Huerta del Marquesado, con diez años de experiencia, explica que "el resinero tiene mucho valor más allá del precio de la resina. Tiene un valor real en cuanto a prevención de incendios, ya que estamos en el monte y podemos dar pronto la voz de alarma, somos vigilantes de los montes y podemos desempeñar otras funciones muy importantes en el mantenimiento de los montes". Fraile participa en el Go-Resinlab ensayando nuevas técnicas de resinación y asegura que "es necesario pertenecer a estos grupos porque visibilizan los problemas del sector, buscan soluciones y constan de todos los componentes del sector resinero".

Por otro lado, varios resineros presentes en las jornadas pusieron de manifiesto que otra necesidad del sector es poder acceder a ayudas públicas en el primer año en que se ponen los pinos a resinar, ya que hasta el segundo año no producen resina y, además, en el segundo año pasan varios meses de trabajo hasta que se puede hacer la primera recolecta, aproximadamente desde marzo hasta junio: "esto ayudaría a que las personas que se están iniciando en la actividad no la abandonen en los primeros años por no ver recompensado el trabajo". Aunque, como señalaron, las ayudas también son necesarias después para mantenerse en la actividad.