Izquierda Unida, a través de un comunicado, ha expresado su desagrado con el pacto municipal PSOE-Ciudadanos en la región. Lo ha hecho con un comunicado que recoge la valoración de su coordinador autonómico, Juan Ramón Crespo, y con un significativo título en el que se lamenta «que el PSOE aúpe a las alcaldías de Albacete y Ciudad Real al partido que llega a acuerdos de gobierno con la ultraderecha», en referencia a los ‘naranjas’.

Crespo afirmó que «ya avisamos que el PSOE no podía buscar acuerdos de Gobierno en los Ayuntamientos de Castilla-La Mancha con Ciudadanos, un partido liberal que se ubica dentro del bloque de las derechas junto al Partido Popular y la ultraderecha de Vox».

«Estos pactos con Ciudadanos no suponen avanzar en derechos y libertades, tal y como el PSOE ha querido vender durante toda la campaña electoral, sino que supone pactar con una fuerza política que no ha tenido problemas en alcanzar pactos autonómicos con el PP y el Vox, como ha ocurrido en la Comunidad de Madrid, y que ello supone el blanquear actitudes machistas y homófobas», añadió Crespo.

Además, reprochó que «el PSOE ha dejado aparcado todo lo que ha dicho en campaña y que fue lo que apoyaron sus votantes. Ha silenciado de un portazo a su militancia que gritaba hace unas semanas ‘Con Rivera no’, cerrando un acuerdo de intereses por mantener el poder».

«Se trata, exclusivamente, de un acuerdo para el reparto del poder donde, a cambio de consolidar algunas mayorías, el PSOE no tiene problemas de aupar al poder al partido que está pactando con la ultraderecha», remarcaba Crespo. Agregaba que «desgraciadamente, no se ha hablado nada del programa, es decir, de las soluciones a los problemas de las ciudades que es lo que verdaderamente preocupa a los vecinos y vecinas. Tememos, que con el reparto de alcaldías, Ciudadanos haya impuesto también su programa electoral al PSOE y sean las políticas más puramente liberales las que gobiernen nuestras ciudades», remachó.

El líder regional de IU también manifestó que el acuerdo PSOE-Cs deja «huérfanos a muchos votantes que el pasado 26 de mayo acudieron a las urnas con la esperanza que de ellas salieran gobiernos y políticas de izquierdas en Castilla-La Mancha».