'El canto del grajo', así se llama la novela de la escritora conquense Ana Isabel Fernández seleccionada como finalista en el 70 aniversario del Premio Planeta , que este año tuvo un controvertido  ganador, los tres autores del manuscrito La bestia, que firman bajo el pseudónimo de Carmen Mola. Para la novelista, nacida hace 51 años en Cuenca y criada en El Pedernoso, haber pasado el cribado de centenares de obras originales que concurrieron a este prestigioso certamen literario «es todo éxito» y un importante reconocimiento como autora. Ésta es su tercera novela y ya con su ópera prima Cuando el cielo diga mi nombre ganó el premio Isla de Letras, mientras que la segunda, En sus ojos habitaba el miedo, tuvo el reconocimiento unánime de la crítica especializada y de los lectores. 

A tenor de los actos, coloquios y entrevistas de los últimos días está claro que esa selección supone  un antes y un después en su trayectoria literaria, ¿me equivoco?

La verdad es que sí, supone dar el salto ya a primera línea y hacerme más visible para los lectores, porque, si bien es verdad que con mis anteriores novelas ya había logrado hacerme un nombre, esto supone un gran paso adelante al conllevar una gran repercusión mediática, de hecho hay algunas editoriales que ya se pusieron en contacto conmigo.

Personalmente, ¿supone todo un acicate para proseguir desarrollando y narrando historias?

Por supuesto, siempre hay que aprender y crecer personalmente en cada novela que escribes. Mi intención es poder dedicarme de lleno en el futuro a la literatura (en la actualidad aún compagina la escritura con su trabajo como auxiliar de enfermería).

¿Qué opina de la polémica suscitada tras la concesión del premio?

Lo que me importa son las buenas historias, leer un libro y que me impacte, lo realmente importante es que me sigan cautivando con sus buenas novelas y que sigan atrapándome con sus obras, indistintamente que se trate de hombres o de mujeres, lo que debe prevalecer es la buena literatura; no obstante, sí puedo entender la polémica y la repercusión de la noticia,  de hecho yo fui primera sorprendida y durante la gala, tras escuchar el fallo, me levanté enseguida para aplaudir, porque me encantan sus novelas y buscaba entre el público a Carmen Mola.

¿Qué le llevó a presentarse a este prestigioso galardón con apenas dos obras publicadas? 

Bien, poco a poco me he ido forjando y perfeccionando como escritora y. con esa seguridad, pensé que habría quizás muchas obras mejores que la mía, pero también que las habría peores. Así que envié dos ejemplares del manuscrito confiando en que pudiera suceder algo y al final sucedió. Creo que la cuestión es tener seguridad en ti misma y comprobar que vas por el camino adecuado.

¿Cuándo estará en las librerías El canto del grajo'?

Pues es algo que me está preguntando muchísima gente, lo que pasa es que no puedo dar una respuesta concreta, porque durante tres meses habrá que esperar a que suene el teléfono y la Editorial me diga algo. Espero que muy pronto esté a la venta y que los lectores, que tanto se han interesado, por fin tengan el libro entre sus manos para devorarlo.

Su trayectoria como escritora se sucede con reconocimientos en forma de premios...

Es cierto, ya que con Cuando el cielo diga mi nombre logré el prestigioso Premio Isla de las Letras y con En sus ojos habitaba el miedo estuve nominada al Premio internacional Arqueo de Plata, la verdad es que no puedo pedir más, espero que siga la racha y que mis futuras obras logren ese mismo reconocimiento, soñar es gratis y quién sabe si un buen día pueda llegar a lograr el Planeta.

Esta obra supone un gran giro temático y argumental respecto a las anteriores, ¿encuadrada en el género negro? 

Así es, si mi primera obra era más bien una novela romántica con componente histórico, la segunda era de intriga y suspense y en esta ocasión he optado por el género negro. He querido hacerlo de manera distinta a lo que hasta ahora la gente conoce de mi obra, quería dar ese salto y he querido aproximarme a un tipo de literatura que me apasiona.

¿Con referencias claras a su tierra?

Es una novela con elementos costumbristas y he querido ubicarla en tierras castellanas. La historia comienza en un pequeño pueblo y los personajes de la obra son muy complejos, aunque nos los podemos encontrar fácilmente por la calle e incluso tomarnos un café con ellos, son muy realistas. Debo confesar que es la primera vez que me decanté por un título antes de escribir la obra y lo escogí porque la noche en que mi padre falleció se escuchó el graznido de un grajo y recuerdo oír el comentario de los vecinos: «de esta noche no sale», fue algo que me impactó y por eso pensé en ese título.

Esa cercanía de los personajes es una constante en su obra...

Así es, cambia el género, pero no cambia mi esencia como escritora, siempre escojo esos personajes cercanos en los que la mayor parte de la gente puede identificarse, donde pueden reconocerse.

¿Se decantó por incluir muchos giros narrativos?

Creo que la obra va a sorprender desde el primer momento hasta el último, porque son historias que van unidas a través del tiempo y van hilándose hasta llegar al final. Está ambientada en los años 2008 y 2009, en plena crisis financiera, y narrada en tercera persona. Realmente no puedo contar mucho del argumento, porque los derechos de autor los tiene Planeta, pero insisto en que es la obra más distinta a mi anterior producción y he pretendido que el lector sienta dolor y rabia ante las injusticias por la que atraviesan algunos de esos personajes.

En ese sentido, ¿debe tener una buena novela negra buenas dosis de denuncia social?

Por supuesto, en la novela negra no tiene que haber siempre crímenes o asesinatos, no deja de ser un reclamo ante la sociedad y de hecho cada día nos enfrentamos en los noticiarios a hechos susceptibles de ser trasladados al género.

¿Tiene algunas referencias que le hayan marcado en ese género?

Como te decía antes me gustan mucho las novelas firmadas por Carmen Mola, me encantan también Dolores Redondo, una autora clásica como es Agatha Christie, que mezcla el suspense con el género negro, y admiro también al escritor francés Pierre Lemaitre.

Terminó la novela durante el confinamiento, ¿cómo le afectó desde el punto de vista creativo? 

Es cierto que con tanto tiempo en casa me dedique a darle forma, corregirla y a terminarla entre comillas, porque el grueso de la obra estaba escrita, pero ese trabajo de corrección exhaustivo es necesario para que todo quede bien pulido. En cuanto al confinamiento, la cosa fue por etapas, en un primer momento me dejó sin ideas, porque necesitaba salir a la calle para empaparme de historias cotidianas, pero después me fui dando cuenta que lo mejor era volcarme de lleno en la novela que tenía entre manos.

¿Está ya metida en algún nuevo proyecto literario? 

Ando a dos bandas (risas). Estoy muy metida en esta novela y en su publicación, siguiendo los consejos de mi agente literaria, pero aparte estoy trabajando en otra. En mi caso, cuando acabo una obra la corrijo, la dejo descansar y, mientras discurre por editoriales, comienzo con otra, es decir no espero a ver el impacto que provoca en los editores. 

¿Seguirá  la misma línea que ésta? 

Sí, continuaré con el género negro, porque me divierte mucho crear esas tramas, buscar tres pies al gato e investigar. Te diré que muchas veces yo misma no sé por donde discurrirán los hilos de la trama y me voy sorprendiendo conforme avanzó en la narración. Lo bueno de esto es que muchas veces los escritores somos los más sorprendidos con los propios personajes, porque yo no escojo a mis protagonistas, son ellos los que me eligen a mí, porque es como si tuvieran vida propia y deciden en buena medida ese recorrido conmigo, algunos se quedan a la mitad y otros me acompañan hasta el final.