Los vecinos del edificio Electra de Tarancón piden ayudan

REDACCIÓN
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Llevan desde hace cinco años solicitando al Ayuntamiento autorización para construir una rampa en el acerado que elimine las barreras arquitectónicas de entrada a un inmueble donde viven cinco personas con tarjeta de accesibilidad.

En el edificio número dos de la calle Seis de Diciembre viven cinco personas con tarjeta de accesibilidad. - Foto: R.L.C.

La comunidad de vecinos del edificio Electra de Tarancón, en el número dos de la calle Seis de Diciembre, pide al Ayuntamiento autorización para realizar una rampa  en la acera. Primero Vox y luego el PP, rogaron al equipo de Gobierno en Pleno que atienda esta demanda de accesibilidad que desde 2016 llevan solicitando los vecinos al Consistorio, y que también han trasladado a la Consejería de Bienestar Social. 

La mayoría de los habitantes de las 37 viviendas del edificio son personas mayores, y cinco cuentan con tarjeta de accesibilidad por problemas de movilidad. «La solución que proponemos se ha hecho en otros muchos puntos del pueblo, creo que está todo demostrado, pedimos que nos ayuden, esto condiciona nuestra vida totalmente», apunta una de las vecinas, muleta en mano. Desde su vivienda, con 98 años, otra de las afectadas, asegura que «a pesar de la edad podría salir a la calle si hubiera una rampa, así es imposible». 

Ya han sido varios los proyectos presentados al Ayuntamiento, de acuerdo a normativa urbanística. «Inicialmente nos propusieron rebajar el suelo de la entrada al edificio, pero no lo consideramos viable por la dificultad técnica, debajo de las escaleras hay un depósito y unas vigas, y durante la obra habría que desalojar las viviendas», explica ÁngelMansilla, secretario de la comunidad de vecinos Electra. La opción que consideran «más sencilla, menos problemática, que sería coste cero para el Ayuntamiento, nosotros pagaríamos la obra y demás, pasa por hacer una rampa en el acerado». A este proyecto estaría unido el de eliminación de barreras arquitectónicas en el propio hall interior, «que no podemos llevar a cabo hasta que no nos den una solución a lo de fuera». La última modificación requerida por el Consistorio, añade Mansilla, fue un acerado circundante, por el que desaparecerían varias plazas de aparcamiento de la entrada a este inmueble, anexo a un colegio. Mientras los vecinos insisten en que «no es un capricho, esto nos genera muchos dificultades diarias, necesitamos una solución», el alcalde, José Manuel López Carrizo, explica a La Tribuna que los técnicos está buscando una solución «jurídico-urbanística legal» ante una actuación compleja porque hay que salvar una «altura importante» de la entrada al edificio. Además, remarca que la intención del equipo de Gobierno es «facilitar la mejor calidad de vida posible a los vecinos».