Los ribereños ven posible cambiar las reglas del trasvase

EFE
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Lo quieren abordar en una reunión que la Comisión del Trasvase celebrará proximamente

Imagen de archivo del trasvase a su paso por Albacete. - Foto: Rebeca Serna

La Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía ha informado que la Comisión de Explotación del Acueducto Tajo-Segura ha abierto una ventana a la modificación de las reglas de explotación que se abordará en uan próxima reunión.

Según ha informado la asociación, el punto cuarto, ‘Análisis del funcionamiento de la regla de explotación vigente’, abre la puerta a una de las reclamaciones más importantes de los municipios ribereños desde que se firmó el Memorándum.

Las reservas de Entrepeñas apenas superan el 56 %, mientras que las de Buendía continúan ligeramente por encima del 22 %, una situación estable que «no obstante, obliga a trasvasar 38 hectómetros cúbicos (Hm3) por culpa de las reglas fijadas en el Memorándum».

Un «sinsentido», a juicio de los ribereños, con la que pretenden acabar, ya que «es una regulación que no protege a la cuenca cedente y que hace estéril cualquier apreciación técnica, pues la comisión simplemente constata el nivel y concede el máximo posible sin atenerse siquiera a la situación de la cuenca receptora», ha argumentado.

Así, un año hidrológico especialmente lluvioso en la cuenca del Segura ha provocado que desde octubre apenas se haya trasvasado agua. «No la necesitan, pero sigue siendo suya, aunque se almacene en nuestros embalses», ha expuesto la asociación, y «para más inri de forma virtual, sin que se le resten las posibles pérdidas por evaporación que sucedería en caso de haberse trasvasado» y que ha denominado «trasvases de papel».

Un replanteamiento. Así, el vocal de los ribereños en la comisión, Francisco Pérez Torrecilla, ha confiado en que este cuarto punto del orden del día sea el «comienzo» de un replanteamiento de cara al próximo 2021 «cuando por fin haya de cumplirse la sentencia que obliga a fijar caudales ecológicos en el Tajo».

«Si no nos escuchan volveremos a explicarles el dislate que supone el Memorándum en cuanto a la gestión de nuestros embalses, reglas que sólo propician desastres ecológicos a ambos lados de la tubería, así como miseria en la cuenca cedente», ha concluido.