Educación para un consumo responsable

Marta Mora
-

El colegio Santa María de la Expectación triunfa en la decimosexta edición del concurso Consumópolis con un trabajo sostenible cargado de «mucha ilusión, empeño y constancia»

Las cinco alumnas del colegio Santa María de la Expectación, ganadoras del concurso Consumópolis 2020-2021 - Foto: Reyes Martínez

La educación es uno de los pilares fundamentales de la sociedad. Hoy en día es vital dotar a los niños de actitudes conscientes y críticas a la hora de consumir para conservar el medio ambiente. La posibilidad de cambiar el futuro del planeta está en las manos de todos y ellos son clave para ello.

Aunque la teoría es sencilla, llevarla a la práctica no es tarea fácil. Los actos de consumo de forma consciente, crítica, solidaria y responsable abarcan todas y cada una de las acciones diarias del colegio Santa María de la Expectación.

Desde Educación Infantil trabajan en «crear hábitos de consumo responsable en cualquier actividad cotidiana como en una alimentación sana, promoviendo el consumo de fruta en el recreo y realizando una recogida de alimentos para familias necesitadas en la fiesta del colegio», aseguran.

Además, apuestan mucho por el material, «con el fin de cuidar el planeta». Así pues hacen un esfuerzo en «el cuidado y buen uso de las herramientas y las instalaciones escolares, manteniendo limpios sus cuadernos, con el préstamo de libros, reutilizando y reciclando diversos materiales como tapones y botellas de plástico», afirman desde el colegio de la ciudad.

La labor que hacen en Santa María de la Expectación es esencial, tanto los maestros como los alumnos. Un trabajo que ha tenido su recompensa. Las Benitas acaban de recibir el premio de Consumópolis 2020-2021 que organiza la Dirección General de Consumo del Ministerio de Consumo, tanto a nivel regional como nacional, lo que supone «un honor» para el colegio.

Es muy importante que desde bien jóvenes se conciencien sobre la relevancia del consumo responsable y calidad de vida. Y en este colegio lo están consiguiendo. Cuatro equipos de sexto de Primaria participaron en esta nueva edición junto a otras escuelas de todo el país. Y como todo concurso, sólo hay un ganador y en este caso fueron cinco alumnas de Santa María de la Expectación.

«Nos satisface que nuestros alumnos sean más conscientes cada día de la importancia de ser consumidores responsables y lo lleven a la práctica, con el fin de contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas que habitan nuestro planeta y de las generaciones futuras», subrayan.

El trabajo de todos los alumnos participantes, y especialmente el de las ganadoras, tiene «mucho mérito». Con la pandemia, las normas del concurso eran «bastantes estrictas, pero no se apagó la ilusión, el interés y entusiasmo de los alumnos, que solicitaron participar en el concurso sabiendo que solo un equipo podría ganar y no sería fácil conseguirlo».

Pero con esfuerzo y dedicación todo se consigue y estas jóvenes trabajaron «incansablemente para lograr la mayor puntuación posible, con la esperanza de conseguir el premio», cuentan.

Y quien la sigue la consigue. «Cada vez era más difícil mejorar su puntuación, no obstante siguieron intentándolo hasta el último momento», así pues, lograron ser el orgullo de toda la ciudad. «Lo más importante es la ilusión con la que participaban, el empeño que pusieron en ello y su constancia. La mayor satisfacción es ver que lo aprendido en el concurso lo llevaban a la práctica».

Consumópolis. La finalidad del concurso es promover la reflexión de forma consciente, crítica y solidaria sobre distintos aspectos del consumo responsable y el objetivo se ha cumplido. El concurso consta de dos partes, pero en esta edición «se suprimió la segunda, porque el Covid dificultaba la realización de un proyecto en equipo, pero para suplirlo se amplió el número de juegos de la primera parte», afirman.

Así pues, las cinco componentes del equipo tuvieron que «completar el recorrido por la ciudad virtual de Consumópolis, resolviendo las diversas pruebas de carácter pedagógico y lúdico», explican. Para ello, hicieron diez ensayos y dos juegos.

Al principio les costó porque algunas de las pruebas «tenían un tiempo limite muy breve», pero con empeño y mucha concentración, las estudiantes lograron superarse en cada prueba hasta llegar al final y ganar.

«Cada vez que jugaban tenían que superar su propia puntuación para mejorarla y algunos juegos eran difíciles. Los han repetido innumerables veces para conseguir la mayor puntuación posible, su constancia ha hecho posible que quedaran las primeras a nivel nacional», manifiestan orgullosos desde el colegio.

Pero lo que más valoran en Santa María de la Expectación, más allá de que las alumnas hayan demostrado ser unas campeones, es que, gracias a Consumópolis, todos los alumnos han tomado una mayor conciencia de la importancia del consumo responsable e «incluso han mejorado en la adquisición de diversas competencias como la digital, aprender a aprender, etc», resaltan. Además, «promueve valores como el respeto a los demás y al medio ambiente, la reflexión, la crítica constructiva, la resiliencia, entre otros», finalizan.