El campo muestra su unidad en una caravana de 200 tractores

Jonatan López
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Las organizaciones agrarias Asaja, UPA y COAG recorren la capital conquense en una manifestación silenciosa que pretende visibilizar entre la ciudadanía los graves problemas que ponen en jaque al sector

El campo muestra su unidad en una caravana de 200 tractores - Foto: Reyes Martinez

A los agricultores y ganaderos no les ha quedado otra que salir a la calle y manifestarse para visibilizar la precaria y asfixiante situación que vive el sector. Prácticamente, y como si un calco de la concentración que se hizo el 10 de marzo de 2020 se tratase, las organizaciones del campo Asaja, UPA y COAG reeditaron una marcha que cruzó la capital para evidenciar que el sector no solo está tocado sino que pide ayuda urgente antes de que sea demasiado tarde.

Una larga caravana de tractores y vehículos agrícolas, cerca de 200 unidades según Asaja Cuenca, partieron desde la sede de la organización en la Avenida de la Cruz Roja para atravesar la capital por la República Argentina y girar en Fermín Caballero hacía la carretera Valencia. La larga caravana, que arrancó los aplausos de todos los ciudadanos que se encontró a su paso, se desvió por la Ronda Oeste para finalizar en la rotonda del Agricultor, donde se escenifico la unidad de las asociaciones agrarias y de todos los productores participantes contra la larga lista de circunstancias, entre las que destaca la subida disparatada de los costes de producción que ahogan al sector primario y le colocan en una situación límite.

No solo se trata de la subida del gasóleo, los fertilizantes, los fitosanitarios, la luz o los piensos para las explotaciones ganaderas. Sobre la mesa está la reforma de la PAC, las limitaciones ambientales, los costes laborales, la falta de mano de obra o los planes hidrológicos que no tienen en cuenta a los productores locales. También está la recién aprobada ley de la cadena alimentaria y las facilidades que se dan a los productos que se importan de otros países e introducen en el mercado nacional, sin trabas ni exigencias, mientras que se mira con lupa todo lo que se produce aquí. Son las gotas que han ido colmando un vaso a punto de desbordarse. Y es que, aunque las organizaciones agrarias vienen desde hace tiempo advirtiendo del serio peligro que corre el campo, la situación límite obliga a sacar toda la maquinaria, nunca mejor dicho, para dejar claro que si no hay marcha atrás en sus reivindicaciones, si no se regulan varias demandas históricas, las producciones agrícolas y ganaderas pueden vivir un futuro muy incierto.

El campo muestra su unidad en una caravana de 200 tractoresEl campo muestra su unidad en una caravana de 200 tractores - Foto: Reyes MartínezDeclaraciones. José María Fresneda, presidente de Asaja Cuenca y secretario general de Asaja Castilla-La Mancha, y Julián Morcillo, secretario general de UPA Castilla-La Mancha, atendieron a los medios de comunicación minutos antes de la salida de la caravana de tractores, en esta manifestación que ha sido la primera de las que se van a efectuar en toda la región en próximas semanas.

«Queremos transmitir a la sociedad, de la que formamos parte, que tenemos que ponernos de acuerdo para identificar que hay un modelo de sistema productivo, que es el que defendemos nosotros, que garantiza el bienestar animal, la seguridad alimentaria, la protección de medio ambiente y esos somos nosotros atendiendo a las normativas comunitarias», expuso Fresneda, que apuntó que los movimientos especulativos que han habido «han hecho que los precios de nuestros productos hayan subido este verano, en el cereal concretamente, pero también han subido los costes».

Dejó claro el presidente de Asaja Cuenca que la amenaza para el sector «es palpable en los modelos conservacionistas que hay en nuestro país y que vienen fuerte desde Europa, y una clase política que nunca hace lo que se compromete a hacer con el campo. Ni gobierno ni oposición. Todos hacen su política de postureo. Nosotros lo hemos descubierto hace tiempo y queremos que el conjunto de la sociedad también los descubra». En ese sentido, subrayó la importancia de salir a la calle «para denunciar esta situación y mostrar una tabla reivindicativa que es más que justa». Una demanda que ya se expusieron en los primeros meses de 2020 y que, «a día de hoy estamos muchísimo peor que en aquel momento. El nivel de depresión que hay en el medio rural es muy grande».

El campo muestra su unidad en una caravana de 200 tractoresEl campo muestra su unidad en una caravana de 200 tractores - Foto: Reyes MartínezLa ley de la cadena alimentaria «no garantiza la seguridad jurídica a los profesionales que no tienen suficientes estructuras para establecer un modelo en su explotación que mantenga los costes de producción». Los planes del agua «atentan contra el sistema productivo», con la nueva PAC «el agricultor de Cuenca va a cobrar cuatro veces menos por hacer lo mismo que el de otra región» y con el modelo conservacionista «hoy vale más la vida del lobo que el de las ovejas del ganadero».

Morcillo recordó que durante los meses de la pandemia los agricultores han seguido produciendo, trabajando, abasteciendo y garantizando la alimentación y, ahora «el brutal incremento de los costes de producción» –el 34  por ciento del gasoil, los abonos se multiplican por tres, la urea sube más de un euro, el recibo de la luz aumentó un 68 por ciento y los piensos para los ganaderos, «están haciendo que nuestras explotaciones estén al límite. Es el momento de poner freno. Hay que pedir a nuestras administraciones y a Europa cuál es el modelo que quiere». Asimismo, puntualizó que las medidas deben «demandarse a corto plazo. Es necesario parar este incremento de costes y, si no se puede, habrá que pensar cómo se compensa el incremento». A largo plazo, que las administraciones «tengan claro que el sistema productivo que garantiza la alimentación son las explotaciones familiares».

Fresneda recalcó que de no resolverse las demandas del campo «estamos abocados a enfrentarnos a una futura pandemia de abastecimiento y de alimentación. Si nosotros no podemos cultivar en estas condiciones no podremos producir para abastecer. Si producimos y tenemos la competencia de gente que no garantiza la seguridad alimentaria, el bienestar animal y la protección del medio ambiente», prosiguió, « estaremos también en una crisis».