La temporada 2019 de Sergio Galán arrancó por todo lo alto. El rejoneador de Tarancón, que alzó el telón en la Feria del Milagro de Illescas el pasado domingo, consiguió una puerta grande de tres orejas después de ofrecer dos faenas fundamentadas en el toreo clásico y ortodoxo, así como en una doma pura y sobria.

La lidia sobre Amuleto para dosificar la impetuosa salida de su primero, Yambo, no pudo ser más correcta y pulcra por parte del jinete, que no quiso dejar más que uno de castigo. A lomos de Ojeda tiró del blandito de Pallarés, al que le faltó motor, dejando tres banderillas con eficacia y solvencia, pero de justa conexión arriba. Lo mejor llegó con un par de batidas en las cercanías más absolutas. La obra levantó un poquito más el vuelo con Bambino, con el que Galán se gustó y eso que lo tuvo que hacer él todo. Tres cortas y el teléfono fueron el broche final a una notable labor coronada sobre Óleo con un rejonazo algo trasero, pero efectivo para pasear dos orejas. A su segundo, Revoltoso, lo recibió a lomos de Alcotán. Lo mejor llegó sobre Capote y, especialmente, sobre Ojeda, con el que acortó distancias y apostó por las cercanías levantado el interés de un público que acabó entrando en la faena. Eso sí, la guinda del rejón no acompañó del todo.

El próximo compromiso de Galán será en la Feria de Fallas de Valencia el martes. El rejoneador se las verá con un encierro de Fermín Bohórquez.