Tirado será la nueva portavoz de CnU en el Ayuntamiento

Leo Cortijo
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Cuatro de los seis concejales de la formación independiente, en la que según Tirado soplan «nuevos aires» y un «cambio de dirección total», presentan un escrito en el Ayuntamiento para retirar la portavocía y la liberación a Dámaso Matarranz.

Marta Tirado, número dos de Cuenca nos Une - Foto: Reyes Martínez

Soplan «nuevos aires» y un «cambio de dirección total» en Cuenca nos Une. Según manifiesta a La Tribuna la número dos de esta formación independiente, Marta Tirado, cuatro de sus seis concejales en el Ayuntamiento han presentado un escrito en el que solicitan al alcalde de la ciudad, Darío Dolz, el cese de Dámaso Matarranz como portavoz del grupo y, al mismo tiempo, la retirada de la liberación. Este nuevo cometido irá a parar a manos de la propia Tirado, que ejercerá como portavoz municipal con dedicación exclusiva.

Los cuatro firmantes del documento son Isidoro Gómez Cavero, Marta Tirado, Nerea Sancho y Jesús Alberto Pontones. El escrito se registró en el Ayuntamiento en torno a las diez de la mañana del día de ayer y –según relata Tirado a este diario–, se le ofreció la posibilidad de firmarlo tanto a Matarranz como a Ana Isabel Payán, que declinaron el ofrecimiento. Hay que tener en cuenta que el máximo responsable de la agrupación ya avanzó en primicia en La Tribuna que la intención era seguir este camino. No había otra posibilidad: o se quedaba Gómez Cavero o se quedaba Matarranz, pero los dos juntos «no podían seguir».

El cambio en la portavocía no es la única modificación que conlleva este movimiento, pues el peso que gana Tirado en el Consistorio lo deja en la Diputación. Una vez confirmado el nombramiento en clave municipal, Nerea Sancho ocupará el sillón que su compañera deja en el Palacio Provincial, tal y como ha confirmado a esta redacción. Tirado, eso sí, recalca que «hay que ir paso a paso», y que «lo primero» es solucionar el desaguisado en el Ayuntamiento para, a continuación, «pasar al siguiente escalón que es el de la Diputación».

Asimismo, es clara y contundente a la hora de justificar esta decisión, que llega «por todo lo que ha ocurrido, sobre todo e indudablemente en el último Pleno». La que será nueva portavoz de la agrupación de electores entiende que «se ha quebrado la confianza» que se depositó en su momento en Matarranz y que se le cesa –insiste– porque ya no goza de ese crédito «entre la mayoría de los miembros del grupo».

En el seno de Cuenca nos Une entienden que tiene haber un decreto de Alcaldía que «refrende» el cambio en la persona que ostenta la liberación, pues lo que atañe única y exclusivamente a la portavocía de la formación, «sobre la que tiene potestad la mayoría del grupo», ya le ha sido retirada a Matarranz y eso «no admite discusión».

A partir de ahora, y con la mira puesta ya en el próximo Pleno, Tirado será quien porte la voz de su equipo con el objetivo de «hacer ver a la gente que somos un grupo de personas que hemos venido a intentar influir para cambiar las cosas con la representación que tenemos en el Pleno». La meta más importante a conseguir es la de «mantenernos en la línea de los acuerdos con la Junta de Comunidades, centrados en la atracción de empresas, que es lo absolutamente primordial».

Cambio de dirección. Ese cambio «radical» en la manera de manejar los mandos de la nave, Tirado lo circunscribe a la «filosofía que siempre ha tenido Isidoro Gómez Cavero», que pasa porque «todo el mundo tenga su cuota de protagonismo dentro del grupo». Esta circunstancia, que durante este tiempo ha estado en «stand-by» por el papel de Matarranz –que «ha intentado tener un protagonismo y tomar unas riendas que no le corresponden»–, se retomará.

Por otro lado, la mano derecha de Gómez Cavero pone de relieve la situación «absurda» que se dio, sin ir más lejos, en la última sesión plenaria, y es que Matarranz actuó como portavoz de una minoría dentro del grupo. «Lo lógico es», apostilla, «que esa voz represente a la parte mayoritaria». Es más, «respetamos a Isidoro como líder de la formación, lo que no respetamos es que las minorías se impongan porque es absolutamente antidemocrático».

Lo cortés no quita lo valiente. Tirado está «convencida» de la intención positiva de Matarranz, pues imagina que, «al igual que los otros 25 concejales, querría hacer cosas positivas para esta ciudad». Ahora bien, argumenta, lo que no casa con la idiosincrasia del grupo es «saltarse la disciplina de voto, quedarse en el Pleno cuando se debatan asuntos de interés nacional, ir a las manifestaciones a favor del ferrocarril por su cuenta y riesgo o hacer ciertas declaraciones en los medios de comunicación manteniendo posturas en contra de la parte mayoritaria del grupo».