El Sargal se viste este domingo (12,00 horas) de gala para recibir, por segunda vez en su historia, un encuentro de competición europea. Tras aquella eliminatoria previa ante el Achilles Bocholt belga de noviembre que acabó en fiesta, el Liberbank Cuenca afronta su primer encuentro en su pabellón y ante su público frente a un rival de enjundia. El primer partido de los tres que se disputarán en esta fase de grupos de la EHF Cup exige los mejor de una plantilla que ya sabe que tendrá que dar el do de pecho para doblegar a un rival temible. De hecho, los daneses ya dieron muestras de su potencial al derrotar en la primera jornada de la fase de grupos al HC Dobrogea Sud Constanta rumano por un marcador de 29 a 25.

El extremo izquierdo Bramming, con ocho tantos, y el portero Frandsen se convirtieron en los artífices del triunfo final para los de Patrick Westerholm.

Con paso firme en la liga, tras ganar con autoridad en Cangas este miércoles, el Liberbank prepara a conciencia el encuentro ante el Holstebro. Ciertamente es una segunda oportunidad, tras perder en la pista del Oporto, de resarcirse, brindar a la afición conquense un triunfo y de paso sumar dos puntos muy importantes para ganar posibilidades de clasificación. En cambio, una derrota dejaría al equipo tocado en este torneo y obligaría a hacer la machada de vencer alguno de los dos partidos que le restan a domicilio.

Lo bueno, según indicaba este semana el entrenador conquense Lidio Jiménez, es que la última victoria ha dado tranquilidad para disfrutar de un partido único, que formará parte de la historia del club conquense.