El alcalde de Méntrida, Alfonso Arriero, difundió el miércoles un escrito en el que apela a la colaboración de los vecinos para llenar las dos cuevas-bodegas rehabilitadas en este pueblo toledano como museo del legado vinícola del municipio. Con tinajas de 300 años de antigüedad, estos dos recintos propiedad del Ayuntamiento suman 120 metros cuadrados que podrán ser enriquecidos con elementos o piezas antiguas que posean los habitantes en sus domicilios. De esta manera, la visita supondrá un repaso del modo de producción del vino en la antigüedad y cómo se utilizaban las cuevas para la conservación.

Este proyecto comenzó hace unos años, pero se encuentra ya en la fase final. Tanto, que el alcalde prevé que pueda estar listo para las visitas a finales de año. No obstante, resulta todavía incierto. Lo que sí resulta seguro es que el Ayuntamiento pretende potenciar la Denominación de Origen Méntrida con este museo dividido en dos cuevas-bodegas municipales de 70 y 50 metros cuadrados. Así, el Consistorio ha completado ya las obras de accesibilidad y rehabilitación.

«Para enriquecer este museo se quiere dar en valor los elementos antiguos que se utilizaban para la elaboración y conservación del vino. Conocemos que hay casas y bodegas antiguas en el pueblo que, seguramente, posean elementos o piezas antiguas», subraya el alcalde en el escrito que insta a a la colaboración de los 5.000 vecinos y bodegueros para abrigar el museo localizado en unas cuevas donadas hace unos años al Ayuntamiento.

En este sentido, el Consistorio aclara que la cesión de objetos quedaría registrada con una carta de compromiso de devolución y de conservación. Además, el museo identificaría al público el nombre de los donantes de un municipio que abastecía a la Corte hacia el siglo XVI.

denominación de origen. Este distintivo de los productores de vino de la zona dispondrá de un rincón en las dos cuevas-bodegas de Méntrida, teniendo en cuenta que esta oferta formará parte de las próximas rutas del vino de este colectivo, formado por 29 bodegas y cooperativas de Escalona, La Torre de Esteban Hambrán, Santa Cruz del Retamar, Fuensalida, Camarena o la propia Méntrida. «La inmensa mayoría de la vides pertenecen a la variedad tinta Garnacha. Son vides muy viejas de baja producción, podadas en vaso para proteger los racimos del sol del verano y garantizar la mejor maduración de la uva», explica la DOP Méntrida.

El alcalde destaca que el Plan de Inversiones Municipales de la Diputación dio el arreón para terminar la rehabilitación y accesibilidad de las cuevas-bodegas.