La Unión Europea ha puesto sus miras en Cuenca. Ésta es una de las 22 ciudades seleccionadas para llevar a buen puerto la tercera convocatoria del programa Urban Forest Innovation Lab. Durante tres años, gracias a este «ilusionante» respaldo, se incentivará el emprendimiento en el ámbito de la economía verde. Una inyección de financiación europea –cinco millones de euros– para despertar a un gigante dormido: la notabilísima riqueza forestal de Cuenca. César Sánchez, concejal de Promoción Empresarial e Innovación, apunta con acierto las claves y las «enormes posibilidades» de subirse a este barco.

¿Qué es y en qué consiste el programa Urban Forest Innovation Lab?

Es un programa enmarcado dentro de la convocatoria de acciones innovadoras urbanas de la Unión Europea para generar empleo y nuevas capacitaciones profesionales con un carácter innovador y estratégico en relación a la bioeconomía forestal. A la UE le interesa desarrollar este eje a través de una estrategia que hasta ahora no se había desarrollado en un contexto específico como es Cuenca. ¿Y por qué aquí? Porque tenemos un gran recurso natural que nos permite convertirlo en un generador de empleo y riqueza

¿En qué aspectos ahonda el concepto de bioeconomía forestal?

El paraguas que engloba todo es la economía verde, es decir, cambiar el paradigma de producción y generación de riqueza desde el modelo de comprar, usar y tirar, hacia otro que aproveche mucho mejor los recursos naturales y que apueste por la sostenibilidad. Dentro de la economía verde, uno de los sectores que ha adquirido más fuerza es el de la economía forestal porque la mayor infraestructura biológica de la Unión Europea son los bosques. En este sentido, Cuenca es el segundo municipio de la UE con mayor masa forestal. Tenemos los recursos, solo hace falta que alguien experimente e innove en este sentido para que seamos la punta de lanza europea en este ámbito.

Dentro de ese ámbito, ¿en qué ramas de negocio se puede trabajar?

El programa pretende, a lo largo de los tres años que va a durar, generar un ecosistema de emprendedores y de empresas que quieran plantear retos y que se quieran incorporar al sector de la bioeconomía forestal. Se han identificado hasta 12 nichos donde se pueden implantar modelos de negocio, pero son modelos iniciales. En el programa de acompañamiento, a los 35 primeros seleccionados, se les pide una idea de emprendimiento en este sector. Esos nichos buscan el aprovechamiento estándar del medio forestal: biomasa y biocombustibles, estructuras y arquitectura de madera, ganadería extensiva, micología, cinegética, turismo..., pero también ahondan en el aprovechamiento químico y tecnológico de la madera, por ejemplo. Lo que el proyecto plantea, en definitiva, es que tenemos 50.000 hectáreas para ensayar en modo real algunos de estos modelos de negocio. 

Lo que está claro es que dentro de este camino puede haber un motor económico muy importante...

Así es. La Unión Europea plantea que éste es uno de los sectores con mayor crecimiento en los próximos años. Creen que estamos en disposición de subirnos a este tren porque tenemos lo más importante. Lo que tenemos que hacer es aprovechar un recurso que nos están diciendo desde fuera que es muy aprovechable. Y a partir de ahí, generar empleo desde el emprendimiento y con el convencimiento de que tenemos las herramientas para desarrollar ese motor económico. Esas herramientas es nuestro bosque, pero mirándolo desde un punto de vista distinto al que lo hemos mirado hasta ahora. 

¿En qué fase se encuentra en este momento el programa y qué pasos tiene que seguir después?

Hasta el próximo día 31 estamos en fase de preinscripción. Ya llevamos en torno a 120 solicitudes. Tras esta fase se verá quiénes pueden formar parte del programa en sí. Para hacer la preinscripción hay que acceder a la web (uia.cuenca.es) y enviar un pequeño formulario con los datos personales. A continuación, al candidato se le envía una petición de currículum ampliado y una propuesta de idea innovadora sobre el entorno forestal. No hace falta desarrollar un modelo de negocio complejo. Basta con que si alguien tiene una idea innovadora en torno a este sector, lo proponga y ya veremos si se puede enmarcar dentro de uno de esos nichos de negocio potenciales. Asimismo, con posterioridad se verán las posibles sinergias entre los diferentes candidatos seleccionados, a los que solo se les pide espíritu emprendedor. Una vez seleccionados, tendrán por delante 10 meses de formación basada en proyectos. Primero hay que ver qué significa montar una empresa en el sector de la bioeconomía forestal y después desarrollar una idea de negocio.

¿Puede ser la economía verde el verdadero impulso que necesita Cuenca para crear empleo y, además, poner freno a la despoblación?

Sí, este es el nicho que tenemos que aprovechar... Pensamos en el verdadero recurso de Cuenca y es éste. Pero es que no lo decimos solo nosotros, lo dice la Unión Europea. Nos ha dicho: ustedes sufren despoblación, tienen un recurso que es el de mayor crecimiento en los próximos años, tomen financiación y experimenten. Tenemos que hacernos con un logo-marca que es que cuando alguien piense que se puede trabajar en este ámbito, piense en Cuenca. Lo importante es que durante estos tres años en Cuenca se conforme un ecosistema entre la Universidad, las empresas, los emprendedores, los fondos de inversión... con un sello propio que nos distinga. Europa nos ha dado las herramientas para que nos convirtamos en el referente europeo en los proyectos innovadores de generación de empleo en bioeconomía forestal.