Los días 27, 28 y 29 de septiembre se representará en el Auditorio Municipal “1919, Tarancón”, una obra de teatro que pondrá sobre el escenario a 32 actores y actrices pertenecientes a colectivos locales tan conocidos como “Llave, Estudio 13”, el grupo de la representación de la Pasión Viviente, la Asociación de Amas de Casa Luisa Sigea, Grupo de Teatro Musical Cávea, Sala Raquel Díaz, Güenagana y Grupo de Teatro Sesparker.

La obra ha sido escrita por el también actor Sergio Cantarero, que se ha basado en la documentación histórica del conocido popularmente en Tarancón como “Motín de la patata”. Parte de ese material ha sido rescatado a lo largo de los últimos años por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Cuenca (ARMH). Destaca también el libro del historiador Herminio Lebrero llamado “El motín de 1919 en Tarancón”, que con una exhaustiva indagación en fuentes oficiales y también de tradición oral hace un relato cronológico de lo sucedido aquél fatídico 25 de abril de 1919. Fallecieron por disparos 10 vecinos y vecinas de Tarancón de distintas edades en la actual Plaza de la Constitución y sus aledaños. La Guardia Civil, el alcalde de entonces y varios comerciantes locales también tuvieron un papel esencial en estos hechos, en cuyo origen están los problemas de subsistencia que atravesaban los taranconeros por la subida desproporcionada de los precios de los alimentos de primera necesidad. Esa situación no era privativa sólo de este municipio, la crisis del sistema político de la Restauración sacudía a España.

El guión de “1919, Tarancón” es un texto vivo, se enriquece continuamente con las aportaciones de los vecinos y vecinas, familiares de los implicados, que están compartiendo todos los recuerdos que poseen, algunos en forma de fotografías que han servido para elaborar el vestuario y elegir qué actor o actriz encarna cada personaje.

La parte técnica de la representación que se podrá ver en unos días en el Auditorio municipal corre por cuenta de Jesús P. Del Saz. La escenografía se ha diseñado de tal forma que cobran especial relevancia y fuerza los diálogos de los actores y actrices. El guión se basa en los testimonios de personas reales, con nombres y apellidos, que vivieron directamente aquel suceso. El argumento trata de contar de manera aséptica lo sucedido para que sean los espectadores quienes saquen sus propias conclusiones y juzguen.

El motín de 1919 de Tarancón y sus mortales consecuencias ha sido un episodio histórico escasamente tratado en Tarancón, silenciado, aunque ha habido algunos estudios y obras de teatro al respecto. En estos cien años los relatos propios de la tradición oral que han pasado de generación en generación han resultado confusos. Con esta obra se pretende arrojar luz de manera rigurosa y neutra, aunque introduciendo pequeños matices de ficción, para comprender y mostrar todos los puntos de vista implicados.