Dos pasiones unidas

Sara Borondo
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PlaStation Talents y Fundación Real Madrid organizan un campamento para enseñar a los chavales sobre fútbol y gaming responsable

En verano suele haber una amplia oferta de campamentos para niños y adolescentes, y cada vez hay más opciones para elegir, pero pocas tan originales como la de Campus Experience, un proyecto de la Fundación Real Madrid que colabora este año con PlayStation para ofrecer una modalidad que combina fútbol y los videojuegos destinada a niños y niñas de 7 a 14. Según afirma Roberto Yeste, director de RRPP, Partnership y Desarrollo de Negocio en Sony Interactive Entertainment Iberia, PlayStation y el Real Madrid «apostamos por el talento futuro, el deporte y los buenos valores que este acarrea, y el gaming responsable. Se trataba de un conjunto de valores y elementos en común que era imposible pasar por alto».

Campus Experience comenzó a finales de junio y durará hasta septiembre, combinando la formación práctica y teórica en fútbol con la enseñanza en valores. Durante la primera quincena de julio se desarrollan las actividades preparadas en torno al videojuego en colaboración con The Global Esports Academy. Estas incluyen la enseñanza de matemáticas con Fortnite o geografía con FIFA.

El director académico de Campus Experience, José de Matías, apunta que enseñar matemáticas con un videojuego es sencillo «pues todo motor gráfico tiene en origen una base trigonométrica. Por ejemplo, podemos usar el autobús del videojuego Fortnite y su caída inclinada para plantear un problema de trigonometría pidiendo a los alumnos que calculen a qué distancia legarán si se lanzan del autobús desde una determinada altura y a una determinada inclinación. Saber estos cálculos les resulta útil para no fallar a la hora de caer con precisión en el lugar que quieren».

Algo similar sucede con la geografía. Se divide a los niños y adolescentes por equipos a los que se muestra escudos de distintos clubes «algunos muy raros», especifica De Matías, «Los escudos que no reconozcan deben buscarlos en FIFA para saber a qué país pertenecen. Una vez saben a qué país pertenecen deben ser capaces de ubicarlos en un mapa del mundo antes de jugar. Solo cuando todos los equipos están ubicados en al mapa correctamente podrán comenzar a jugar».

El programa de actividades se completa con sesiones de juego a Treasure Rangers, un videojuego español del estudio vasco Relevo que fomenta la participación activa y la inclusión de personas con trastorno del espectro autista ya que uno de los protagonistas sufre este trastorno y el jugador puede entender mejor así lo que le sucede y empatizar con él.

Por último, los chavales recibirán charlas de life coaching centradas en el uso correcto del videojuego para que aprendan, dice De Matías, «que no se trata de jugar más, se trata de jugar mejor. Hidratarse, sentarse adecuadamente o descansar cada dos horas puede ayudarles a lograr mejores resultados y frustrarse mucho menos».

En el Campus que combina deporte real y videojuegos participan unos 60 niños y adolescentes que tienen distintos horarios, ya que hay opción de interno, externo y media jornada aunque, apunta De Matías, en general están la mitad de la jornada con los entrenadores de fútbol y la otra mitad con la consola.