Dos veranos consecutivos, ejerciendo labores de becaria, tuvieron que pasar antes de que Lorena se asentara definitivamente en su puesto de periodista en la emisora que le dio la oportunidad de empezar a trabajar.

Desde entonces, y hace ya más de quince años, cada mañana acude a su puesto de trabajo para llevar a los oyentes las noticias diarias, el acontecer de una ciudad.

«En radio hay que hacer un poco de todo, lo mismo toca hacer informativos que magazines u otro tipo de actividades que los oyentes no perciben, pero que sin ellas sería imposible llevar a cabo una programación», dice Lorena, satisfecha de lo que ha conseguido hasta el momento, disfrutando de su profesión y saboreando en los últimos años las mieles del reconocimiento a su labor.

«El premio más cercano en el tiempo es el que he recibido de manos de la Fundación Policía Española en la categoría de radio, por un reportaje titulado Educar en tiempos de whatsapp, Instagram y de las pautas de la Policía Nacional. Un premio que me fue entregado en Logroño hace un par de semanas», dice la periodista.

Premio que no es el primero que consigue, «aunque el más reciente es el que más recuerdas, y no sólo por el galardón en sí, sino porque me lo concedió un cuerpo del que todos debemos sentirnos orgullosos de la labor que realizan, en la mayoría de las ocasiones sin que lo percibamos los ciudadanos».

Desde siempre se sintió atraída por la radio «por la magia y la inmediatez del medio», dice Lorena, quien no descarta seguir escribiendo, «aunque me siento más a gusto contando lo que sucede en la ciudad, estar al tanto de la actualidad y transmitirla a los demás».

Periodismo de calle, de contacto con la gente, es el medio en el que mejor se desenvuelve, sin olvidar la labor de estudio, de edición de noticias y preparación de nuevos textos que un día pudieran servir como tarjeta de presentación de su trabajo para poder concurrir a otro de los certámenes periodísticos que se convocan.

«En el reportaje he intentado transmitir la importancia que tienen los programas de Ciberexpertos en los colegios, y sobre todo la labor que debemos realizar los padres para educar en casa en las nuevas tecnologías y los peligros que entrañan si se usan de forma inadecuada».

Hasta el momento, Lorena ha conseguido dos importantes premios. Apenas ha tenido tiempo de asimilar la importancia de este último, y tal vez por eso no se ha planteado todavía el acometer de nuevo otro trabajo con el que conseguir posibles reconocimientos.

«Los premios estimulan pero no trabajo en función de un concurso ni hago las cosas con la vista puesta en un premio», señala la periodista. «Han sido dos convocatorias a las que he concurrido, animada por la gente de mi entorno, y he tenido la suerte de resultar premiada, aunque el mejor premio es poder seguir trabajando en lo que me gusta y poder hacer todos los días mi labor sin dejar de aprender».

El otoño, para los medios informativos, se presenta interesante, «porque tenemos encima unas nuevas elecciones con la consiguiente campaña electoral», señala Mayordomo, quien tendrá que conciliar su faceta de mujer trabajadora con las tareas maternales «pero con organización todo se puede conseguir», dice sonriendo.

Agradecida y satisfecha con su galardón, Lorena hace especial hincapié en la labor que los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado llevan a cabo día a día, «en la mayoría de las ocasiones sin que los ciudadanos lo perciban. Quiero destacar el premio a los Valores Humanos que se concedió a un policía que se arrojó al agua para salvar a un surfista. Los periodistas somos quienes contamos lo que sucede, pero los que de verdad importan son quienes se juegan la vida».