El Incarlopsa Cuenca comenzó ayer la pretemporada tras las vacaciones de Navidad y lo hizo en cuadro con tan solo siete jugadores de la primera plantilla ante las ausencias de los argentinos Maciel, Moscariello, Vainstein, Pizarro y Simonet y del brasileño Thiago Alves, todos con sus elecciones en el Mundial de Egipto. Tampoco podrá contar hasta el viernes con el italiano Bulzamini que está jugando el Preeuopeo con Italia.

«Vamos a empezar poco a poco, a recargar bien las pilas porque nos espera una segunda durísima», asegura el entrenador  Lidio Jiménez que entiende que su equipo tiene «capacidad para mejorar».

Además de por las bajas,  la pretemporada es atípica por la pandemia, que impedirá disputar partidos amistosos. «No queremos arriesgar con el Covid, estamos en una tercera ola y decidimos no jugar amistosos».

Por ello los entrenamientos se enfocarán sobre todo «mejorar el tono físico y trabajar técnica y táctica a nivel individual, para que cuando regrese el resto nos conjuntemos enseguida porque en cuanto lleguen tenemos que jugar el primer partido»,

Una temporada atípica por la pandemia que tiene al Ciudad Encantada sin terminar la primera vuelta y en espera de confirmar su participación en la Copa del Rey. «De tres resultados posibles nos valen dos, pero vamos a salir a ganar porque ellos también se la juegan.Es una auténtica final que llega muy pronto, pero es lo que hay».

Sobre el resumen que hace de la primera vuelta, el técnico asegura que «creo que el equipo tiene que estar más arriba, si ganamos en Puente Genil sería una primera vuelta muy aceptable. A pesar todas las circunstancias creo que el equipo tiene capacidad para estar entre los mejores».