La Soledad de San Agustín elige a su comisión ejecutiva

Leo Cortijo
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Después de un año regida por una comisión gestora, la Soledad de San Agustín ha elegido para los próximos cuatro años a una nueva comisión ejecutiva tras un proceso electoral al que se presentaron dos candidaturas. Aurora Garrote encabeza esta lista

La Soledad de San Agustín elige a su comisión ejecutiva

Después de un año regida por una comisión gestora, la hermandad de Nuestra Señora de la Soledad de San Agustín ha elegido para los próximos cuatro años a una nueva comisión ejecutiva. Este es el principal acuerdo al que se llegó en la junta general de orden procesional celebrada el pasado domingo, ante la asistencia de una enorme cantidad de hermanos. A diferencia de lo que ocurrió el año pasado, cuando no se presentó ninguna candidatura, en esta ocasión fueron dos las que concurrieron al proceso electoral. Tras una votación secreta, la cofradía de la madrugada del Viernes Santo conquense se decantó por la que conformaban los que durante este año han trabajado intensamente como comisión gestora. 

De esta forma, y a partir de este momento, este grupo de trabajo, de pleno derecho, tiene por delante cuatro años para desarrollar todos sus proyectos. La recién elegida comisión ejecutiva la encabeza, como secretaria, Aurora Garrote. A ella le siguen Jesús Valverde, vicesecretario; Ángel Flores, tesorero; Miguel Velasco, contador; y Jesús Albendea, representante en la Junta de Cofradías.

En palabras de la secretaria electa a La Tribuna, «valoramos volver a presentarnos porque hemos estado un año trabajando muy a gusto y muy bien y porque entendíamos que ha funcionado todo lo que hemos organizado e intentado hacer». Además, apunta Garrote, «muchísimos hermanos nos habían mostrado su ánimo para que así lo hiciéramos».

Empieza, por tanto, un nuevo camino, con nuevos retos y metas que conseguir. En este sentido, Aurora Garrote tiene claro que «el objetivo que nos hemos marcado para estos años, además de continuar con todas las actividades, tanto en el plano religioso como social y cultural, es iniciar el proceso de restauración, aligeramiento y mejora de las andas procesionales de la Virgen».