«La hostelería se desangra y el Gobierno nos da tiritas»

L.G.E.
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Con tambores y rompiendo platos, los hosteleros exigen poder abrir. Confían en que la sentencia del País Vasco «pare los pies a las autoridades sanitarias»

«La hostelería se desangra y el Gobierno nos da tiritas» - Foto: Javier Pozo

Poco antes de las 10:15 el presidente de la Federación regional de Hostelería de Castilla-La Mancha se dirigía a varios centenares de compañeros agrupados junto al parque de la Vega de Toledo, muchos de ellos con camisetas de SOS. José Crespo les pedía que fuesen guardando la distancia y con mascarilla:«Debemos ser cívicos y pacíficos en la manifestación, pero contundentes, no dar un paso atrás». 

Alguno comentaba que había salido desde las siete para llegar a Toledo a tiempo, pues adelantaron la convocatoria de la protesta para que al final les dejaran llegar al Palacio de Fuensalida, sede de la Junta, pues un día antes la Subdelegación del Gobierno quería cambiarles el itinerario para no coincidir con la salida de las clases de un colegio cercano.

También a la salida se hablaba de hosteleros que no habían podido llegar porque les habían parado los coches por limitaciones de movilidad. José Crespo señala que conocía de casos en Peralvillo y Tomelloso (Ciudad Real) que no habían podido salir para ir a la manifestación a Toledo. «Me he puesto por teléfono hasta con el policía que mantenía que esta manifestación no estaba aprobada, no era legal, pero venimos a trabajar, no de fiesta, estamos ejerciendo nuestro derecho» señaló. 

«La hostelería se desangra y el Gobierno nos da tiritas»«La hostelería se desangra y el Gobierno nos da tiritas» - Foto: Javier PozoTambién vino a Toledo el presidente nacional de la Federación, José Luis Yzuel, que confesó que en ningún sitio de España se han encontrado con trabas. «Es impresentable que un gobierno no deje que la gente proteste, se manifieste, es un comportamiento caciquil», recalcó. 

La marcha comenzó con una pancarta que rezaba ‘Page, vuestras decisiones nos arruinan’ y otra que recalcaba que llevan ‘Un año pagando los platos rotos’. Precisamente rompiendo platos terminaron la protesta junto delante del Palacio de Fuensalida y luego barrieron los trozos. El ruido de la loza al caer no fue el único que acompañó la protesta, pues también hubo tambores con compases de marcha procesional y platillos hechos con tapas de ollas. 

«¿De qué es la huelga hoy?», pregunta una vecina toledana por el paseo de Sisebuto al ver tanta gente congregada. Al saber que son los hosteleros, deja caer que no cree que vayan a conseguir gran cosa por mucho que salgan a protestar. Unos pasos más adelante se junta con otra vecina que le comenta que como puedan abrir sus negocios, habrá contagios.

Pero el sector de la hostelería reivindica que sus establecimientos son seguros. «Tenemos un montón de datos que no nos hacen culpables», recalcó Yzuel, «el último informe del 4 de diciembre habla de que solo el 2-3% de los contagios tienen relación con la hostelería».  Crespo apostilla que el ejemplo de Madrid lo demuestra:«No tiene más contagios que Castilla-La Mancha, pero tiene su hostelería bien abierta, verdaderamente nosotros no somos los problemas». De hecho, en más de una ocasión a lo largo de la protesta algunos manifestantes corearon que querían una Ayuso. 

En la lectura del manifiesto, Crespo pidió que les dejen trabajar, que bajen el IVA al 5%, que se haga un plan de recuperación del sector con apoyo en la Marca España como destino turístico y que reciban «ayudas a fondo perdido como en países de nuestro entorno europeo y no limosnas». «La hostelería se desangra y el Gobierno nos da tiritas», lamentó. 

La concentración terminó con reparto de bocadillos y con una corriente de ánimo que llega desde el País Vasco con la sentencia que levanta los cierres. El presidente de la Federación regional señala que hasta ahora no había ninguna demanda en curso en Castilla-La Mancha. «Siempre hemos confiado en los despachos», expuso, aunque matiza que habrá que ver hasta dónde llega la relajación que promete el Gobierno. «Si la apertura es miserable, igual es mejor no abrir o seguir reclamando la dignidad del trabajo», indicó. 

El presidente nacional apuntó que está decisión de los tribunales vascos sienta un «antecedente que les para los pies a las autoridades sanitarias».  Además animó a todos los hosteleros a que presenten reclamaciones patrimoniales ante las comunidades:«Se han tomado decisiones gravísimas que nos arruinan».   

También se tuvo un recuerdo en forma de aplauso por el compañero torrijeño Alfonso Beltrán, que está en huelga de hambre, y se guardó un minuto de silencio por el hostelero que se ha suicidado en Valladolid.