La crisis política que vive Venezuela ha traspasado fronteras, con las potencias internacionales posicionándose a favor del opositor Juan Guaidó y reconociéndole como «presidente encargado» del país para iniciar una transición. Sin embargo, para el mandatario electo, Nicolás Maduro, la nación ocupa el interés del planeta porque se ha convertido en el centro de «la gran batalla mundial» entre socialismo y capitalismo.

«Nos han puesto en el centro de un gran batalla mundial, entre el socialismo del siglo XXI y el viejo capitalismo neoliberal», aseveró. 

Maduro afirmó que una de las «fortalezas de la revolución bolivariana es el poder obrero, el poder sindical que tenemos, que es demoledor, si nos buscan por ahí, prepárense para una gran derrota la oligarquía y la derecha golpista». 

También anunció que el Gobierno ha firmado varias alianzas internacionales y nacionales para extraer diamantes en minas que se encuentran en el estado venezolano de Bolívar. 

Por otro lado, Guaidó se reunió con el embajador de Alemania en Caracas, Daniel Kriener, que fue expulsado del país por orden del Gobierno.

Maduro no «perdona a todo el que quiera ayudar a Venezuela», censuró el opositor tras recordar que Alemania fue uno de los países que donó dinero para apoyar la ayuda humanitaria solicitada por la oposición venezolana ante la escasez de medicinas.