Primer paso: tener un equipo

Diego Izco
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Zidane sabe que uno no puede ser entrenador de fútbol solo con jugadores: primero hace falta un bloque sólido para que después brillen las individualidades. Valverde y Benzema, claves en ambos procesos

Primer paso: tener un equipo - Foto: Irina R. H. / AFP7 / Europa Pres

Hay entrenadores inmovilistas. La mayoría de ellos, para ser objetivos, cuentan con un ideario concreto (se ven seguros en un 5-3-2, por ejemplo, en el doble pivote o en cualquier otro sistema) y lo llevan a la práctica hasta las últimas consecuencias... casi siempre la destitución. Otros llegan, observan, calibran y deciden qué es lo mejor dependiendo de qué piezas disponga. Son tipos que además de saber de fútbol (se supone que todos los que llegan a un banquillo de élite están entre los elegidos) los tienen bien puestos, porque han hecho de la improvisación un valor añadido. ¿Cuál es el sistema del Real Madrid de Zidane? Todos y ninguno al mismo tiempo: lo que el francés ha pretendido, después del desastre objetivo del pasado curso, es hacer equipo.  

Zidane quería a Pogba y se quedó con Valverde. El Zizou de las tres Copas de Europa tenía a Cristiano y ahora no. No quería a Bale ni a James, pero los tiene... Mira al vestuario como McGyver miraba los chismes y cachivaches que había en el trastero donde lo habían encerrado y elabora un plan. El de este año es reforzar defensivamente al equipo. Si con CR7 podíamos ir a tumba abierta contra quien fuese, piensa, ahora esa guerra no nos conviene. Ha puesto a dos bulldogs de mandíbula dura en el mediocampo (Casemiro y Valverde, la revelación blanca del año se pongan como se pongan los Rodrygo boys), ha mantenido a los cuatro atrás... y con seis jugadores de pelaje defensivo ha lanzado el talento hacia arriba con cautela. 

Ese penúltimo (y último) toque corresponde a Benzema, el inmaduro más maduro de la Liga. Es el año del francés, capaz ya no solo de jugar con las defensas como hacía, sino también de destrozarlas al remate. La elegancia de siempre con un punto más de finura (está mejor físicamente) y puntería: el jugador del campeonato hasta la fecha. 

Lo único que le chirría a este nuevo proyecto de Zidane es, cómo no, el factor Bale. Es la única gran incógnita, el jirón que lleva colgando un Madrid que juega en bloque y vuelve a dar sensación de ser inaccesible.