La Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural inició hace unos años un servicio de reparto a los agricultores interesados de yemas de las distintas variedades mayoritarias del pistacho para así fomentar su desarrollo. Pero ahora, y debido a que el sector viverístico dispone de suficientes recursos, el Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Alimentario y Forestal (Iriaf) ha optado por dejar de ofrecer esas variedades mayoritarias para fomentar aquellas minoritarias y más escasas del mercado, como así se ha aprobado en las condiciones del reparto de yemas de pistachero para la campaña de este año. Se trata de las variedades mateur hembra, aegina, napoletana, batoury, avdat, ashoury, mateur macho, mb, egino, guerrero, chaparrillo, askar y nazar. El objetivo, comentan desde el Iriaf, es promover que se experimente con esas variedades «más raras» para conocer su adaptación al tipo de suelo, clima, terreno y prácticas agrícolas, entre otros factores.
La labor de este reparto se realiza actualmente en El Centro de Investigación Agroambiental El Chaparrillo, adscrito al Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Alimentario y Forestal (Iriaf). José Francisco Couceiro, investigador del centro El Chaparrillo, argumenta, en declaraciones a La Tribuna, que la mayoría de los agricultores de Castilla-La Mancha optan por aquellas más emblemáticas como, por ejemplo, la kerman y larnaka, mientras las minoritarias «son más difíciles de encontrar en el mercado». Por ello, y ante esta situación, se ha optado por promocionar entre los agricultores aquellas más escasas y menos conocidas. Y con ese reto por bandera, se ha decidido que las citadas yemas se faciliten de forma gratuita, ya que «la entrega se circunscribe a una pequeña cantidad de varetas, las necesarias para injertar unas pocas decenas de árboles, por lo que la capacidad de afectar al mercado o de obtener beneficios económicos es prácticamente nula», argumentan desde El Centro de Investigación Agroambiental, ubicado en Ciudad Real y donde más de 2.200 agricultores se han formado en la poda del pistachero en el último lustro. De esta forma se repartirán dos varetas por agricultor o persona interesada. Las solicitudes se podrán presentar a partir del próximo 17 de mayo hasta el 30 de diciembre de este año.
El pistacho es uno de los cultivos más de moda en la provincia y en la región. Fiel reflejo de ello es que la provincia de Ciudad Real ha multiplicado por más de cinco el número de hectáreas cultivadas de pistachos en los últimos seis años, pasando de 2.100 en 2014 a más de 12.000 el pasado año.
El pistacho es un fruto seco delicioso que cada vez tiene mejor acogida en el mercado alimentario y cuya rentabilidad, basada en una demanda superior a la oferta, está siendo aprovechada por los agricultores de Castilla-La Mancha, especialmente ciudadrealeños y toledanos. La región lidera la producción nacional con 13.000 toneladas al año en las 40.000 hectáreas que ya hay plantadas entre las cinco provincias, aunque la mayor superficie se encuentra actualmente en Ciudad Real, que cada año incrementa las hectáreas dedicadas a este cultivo.