Salida histórica de La Vuelta en Tarancón

R.L.C.
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Miles de personas disfrutan del inicio de la quinta etapa de La Vuelta Ciclista España 2021 en Tarancón, una de las once salidas inéditas de la edición 76 de un evento deportivo con capacidad de llegar más de 190 países del mundo.

Detalle del pelotón en la línea de salida de la quinta etapa de La Vuelta, este miércoles 18 de agosto en la avenida Pablo Iglesias de Tarancón. - Foto: Reyes Martínez

El centro de Tarancón ha acogido hoy a la una del mediodía la salida de la quinta etapa de la 76 edición de La Vuelta Ciclista a España. Miles de personas se congregaron a lo largo de los tres kilómetros del casco urbano que albergaron un punto de partida neutralizado. Todo un acontecimiento histórico, pues nunca antes esta localidad conquense había sido ni salida ni llegada de La Vuelta, aunque sí fue meta volante en 1955 y sí la había visto pasar en dos ocasiones más en la segunda mitad del siglo pasado. 

La expectación generada durante meses, al tratarse de uno de los eventos principales enmarcado en la conmemoración del primer centenario de la declaración de Tarancón como ciudad, se ha traducido en una jornada festiva que taranconeros y visitantes vivieron con emoción. La ciudad ha intentado ofrecer su mejor cara y el público su máxima euforia a un pelotón de más de 200 ciclistas, donde están representados más de 190 países, así como a la caravana que le acompaña. «Como normalmente ocurre en convocatorias semejantes, estimamos que a la población de Tarancón se han sumado entre 5.000 y 7.000 vecinos de la comarca», apunta el alcalde, José Manuel López Carrizo, que junto con el presidente de la Diputación provincial, Álvaro Martínez Chana, y el vicepresidente del Gobierno regional, José Luis Martínez Guijarro, ha sido el encargado del corte de cinta inaugural de la etapa, Tarancón-Albacete, de 184,4 kilómetros.

Los diferentes representantes de las instituciones local, provincial y regional han hecho hincapié en la repercusión mediática mundial de esta competición deportiva, que el año pasado fue seguida por más de 400 millones de espectadores. También destacan la generación de riqueza por las pernoctaciones, que llenaron todos los hoteles de Tarancón y la comarca, así como la promoción del patrimonio de toda la zona, ya que esta etapa discurrió por más de 10 pueblos de Cuenca.

Aunque es difícil de cuantificar, esperan que esta visibilización siga teniendo continuidad y favorezca especialmente la economía y el turismo. La Vuelta es una auténtico escaparate de los tesoros que guarda cada uno de los municipios por los que pasa, en el caso de Tarancón principalmente gastronómicos e industriales, pero también es el reflejo de la afición que existe en España por un deporte donde valores como el espíritu de superación y los hábitos saludables imperan cada vez más, en mayor medida si cabe en el contexto actual de pandemia, en la sociedad. 

parque ferial. Varias generaciones de una misma familia, grupos de amigos, asociaciones, vecinos de todas las edades, numerosos visitantes, disfrutaron con La Vuelta en el Parque Ferial, donde se instalaron diferentes carpas publicitarias que ofrecían regalos desde primera hora de la mañana, así como en sus inmediaciones. 

El apoyo a los ciclistas ha comenzado en el control de firmas y la línea de salida, para después continuar a pie de calle, y desde balcones y ventanas, a lo largo de todo el recorrido de la serpiente multicolor, que discurrió por las avenidas Pablo Iglesias, Adolfo Suárez, Miguel de Cervantes y Juan Carlos I, para seguir hacia la carretera CM-200. A partir de la fábrica de maderas comenzó el tramo cronometrado, pasando Tarancón el testigo a municipios de la zona como Fuente de Pedro Naharro, Horcajo de Santiago,Pozorrubio de Santiago y Villamayor de Santiago, y después a otros como Monreal del Llano, Los Hinojosos, El Provencio o Las Pedroñeras. 

Con mascarilla en todo momento y evitando aglomeraciones, salvo excepciones puntuales, abuelos con nietos, aficionados de diversos clubes ciclistas, forofos de La Vuelta que con su caravana cada año la acompañan, niños y profesores de la guardería situada justo en la salida, vecinos de los pueblos de al lado... Todo el que pudo no se ha querido perder en Tarancón la salida de esta etapa. El operativo de seguridad, con Policía Local, miembros de Protección Civil, Guardia Civil y Policía Nacional, ha ofrecido itinerarios alternativos a todos aquellos que no han podido parar sus obligaciones para vivir este evento. 

Y si patrocinadores nacionales se vuelcan con La Vuelta, también algunos comercios locales han querido hacerlo, con sorteos especiales o pancartas gigantes. El despliegue del sector hostelero también ha estado a la altura de una mañana de fiesta, que algunos se han atrevido a comparar en cuanto a ambiente con un día de las fiestas patronales.

La enorme proyección de esta competición deportiva, la tercera más importante del mundo (después del Giro de Italia y el Tour de Francia), tiene además del retorno económico, un impacto social que, pasa de generación en generación, y ayer quedó patente en Tarancón. Se conjugó el atractivo del evento en sí, en pleno mes vacacional, en el que la población en la comarca se multiplica, con uno de los deportes más completos. El ciclismo visto en La Vuelta, que da señal a 340 medios de comunicación de todo el mundo, es ejercicio físico, en jornadas como ayer soportando altas temperaturas; equilibrio mental, sobre todo por la longitud de las etapas, ayer llana y despejada; y un auténtico espectáculo de compañerismo y competitividad. 

Cápsula de seguridad

Junto al helicóptero de La Vuelta, la caravana publicitaria, con un periódico de La Tribuna a tamaño gigante incluido, o el pelotón de ciclistas, especial sensación ha causado la comitiva formada por la Unidad de Movilidad y Seguridad Vial de la Guardia Civil. Un total de 85 agentes de la agrupación de Tráfico componen la comitiva que acompaña por toda España las 21 etapas de este evento deportivo. Más de 60 motos para protección dinámica, seis componentes del servicio aéreo para dar cobertura y apoyo al resto con un helicóptero y otros 39 del grupo de reserva y seguridad dedicados a mantener el orden público realizan una labor esencial a pie de calle repartidos en tres escalones. Tal y como detallaba in situ el teniente Javier Barja, los primeros, por delante de los ciclistas, van salvando los obstáculos y peligros, después llegan los conocidos como «banderas amarillas que unos 30 minutos antes de la carrera con un sistema de rodillo van cortando la circulación, con el bandera roja de referencia empieza la cápsula de seguridad y con el verde la circulación vuelve a quedar abierta». El respeto de la gente a La Vuelta es generalizado, expone, aunque «la vida laboral y personal sigue y hay prioridades que sobre la marcha debemos atender también».