Promesas en el aire

M.R.Y. (SPC)
-

Un mes después de tomar posesión, Joe Biden apenas ha comenzado a ejecutar los esperados cambios con respecto a la anterior Administración y ha optado por un perfil bajo para unos tiempos de dificultad económica y sanitaria

El demócrata se ha mantenido en un discreto segundo plano durante el 'impeachment'. - Foto: CARLOS BARRIA

A pesar de comenzar con ímpetu su mandato -firmó 17 órdenes ejecutivas el mismo día en que tomó posesión de su cargo en un claro gesto por comenzar a desmontar el legado de Donald Trump-, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, apenas ha movido ficha durante su primer mes en la Casa Blanca.  

Si bien su llegada al poder ha estado eclipsada por el juicio político a su predecesor, ahora que el proceso ha terminado, Biden debe cuanto antes retomar la iniciativa, principalmente en materias como la economía y la lucha contra la pandemia de coronavirus, los dos retos más inmediatos a los que se enfrenta EEUU.

El demócrata, que aseguró que no iba a seguir el impeachment contra el magnate -quien fue absuelto la semana pasada- no ha llegado ni a pronunciarse al respecto y durante esos cinco días que duró la vista en el Senado apenas se dejó ver. Por eso ahora es su momento de, como aseguró en su discurso de investidura, «actuar con urgencia en este invierno de peligros y posibilidades».

Todo lo contrario que Trump, que en su primer mes de mandato protagonizó numerosos escándalos que llevaron, incluso, a la dimisión de su responsable de Seguridad Nacional en menos de 30 días. Era la dinámica del expresidente, incapaz de mantenerse en la sombra y abonado a la exposición mediática. Y, por eso, entre enero y febrero de 2017 ya presumía de haber hecho «progresos increíbles». «No creo que haya habido un presidente que en este corto período de tiempo haya hecho lo que nosotros», agregaba. Una realidad a medias. Y es que, a pesar de haberse afanado en firmar órdenes ejecutivas, el impacto real de sus medidas fue realmente limitado.

Algo parecido está pasando hasta la fecha con Biden. Pese a manifestar que quiere acabar cuanto antes con las medidas tomadas durante la anterior Administración, por el momento se trata más de una declaración de intenciones que de una realidad.

Por ejemplo, su decreto para ordenar detener la construcción del muro con México aún tiene que ser ratificado, por lo que las obras continúan. Y su política de fronteras abiertas, instando a hacer de EEUU un lugar seguro, también está en un limbo. Es más, desde su Gobierno alertan a los indocumentados de que no intenten cruzar a suelo estadounidense porque «serán devueltos» a sus países.

 

Primeros pasos

Aunque en este primer mes sí ha cumplido con algunas de las promesas que realizó en materia de política exterior -la reinclusión del país en la Organización Mundial de la Salud y en el Acuerdo de París-, quedan aún pendientes las que quizás sean las mayores prioridades para sus conciudadanos, aunque sí que ha empezado a dar pasos en ese sentido.

Si bien aún está pendiente la aprobación de un nuevo paquete de rescate -y, sobre todo, de las subvenciones previstas para los contribuyentes y las prestaciones por desempleo-, esta misma semana anunció la ampliación del programa de extensión del alivio hipotecario y la moratoria en los desahucios hasta junio para ayudar a quienes encaran problemas para mantenerse al día con los pagos.

Pero, sobre todo, en el país más afectado por la pandemia, un plan contra el coronavirus sigue estando en el aire. Aunque el demócrata sostiene que en julio estará vacunado «todo el que quiera» y el ritmo de inoculación está subiendo considerablemente, las cifras siguen siendo bajas. Menos de un 12 por ciento de la población -40 millones de personas- ha recibido al menos una dosis y solo 15 millones se encuentran totalmente inmunizados.

Si bien el primer balance de un Gobierno se hace cuando cumple 100 días -será el 29 de abril-, el mes inaugural no puede valorarse precisamente como activo. Habrá que seguir esperando a que Biden dé los pasos necesarios para avanzar en las promesas que hizo.