Noviembre, entre costuras

SPC
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TCM se convierte en una pasarela cinematográfica con la emisión de varias cintas con la moda como protagonista, además de una charla sobre la relación entre el diseño y el séptimo arte

'Cara a cara' de Lorenzo Caprile y Alba Galocha

«La ropa que lleva un personaje en una película es lo primero que te entra por los ojos», considera la modelo y actriz Alba Galocha, quien asegura que «pone al espectador en una época determinada o te dice inmediatamente cómo y quién es esa persona». «Así es», asiente el modisto Lorenzo Caprile: «La ropa prejuzga siempre al personaje».

TCM ofrece una interesante charla sobre la relación entre el cine y la moda que lleva por título Cara a cara: la moda según Lorenzo Caprile y Alba Galocha, y que se estrenará el 9 de noviembre. El resultado es una pasarela cinematográfica por la que desfilan intérpretes, famosos diseñadores del Hollywood clásico y, sobre todo, trajes de leyenda, como el icónico vestido blanco que luce Marilyn Monroe en la famosa escena de los respiradores del metro de Nueva York en La tentación vive arriba. «Es uno de los vestidos más copiados de la Historia. Todos los veranos veo uno», admite Caprile.

Además, la cadena dedica la programación de todos los martes de noviembre a la relación entre la moda y el séptimo arte, emitiendo películas como Un hombre soltero, dirigida por Tom Ford, durante muchos años director creativo de Gucci e Yves Saint Laurent, Annie Hall de Woody Allen o Al final de la escapada de Jean-Luc Godard.

«La primera gran casa de modas que intentó introducirse en el mundo del cine fue Chanel en los años 30. Firmó un contrato millonario de colaboración con la Metro, pero no funcionó», recuerda Caprile.

En los 50, Christian Dior, Balenciaga y Givenchy tuvieron una estrecha relación con el mundo de Hollywood. El vestuario que lucía Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes fue confeccionado por este último diseñador. Bonnie y Clyde, dirigida por Arthur Penn, con Warren Beatty y Faye Dunaway de protagonistas, que también se emite en el especial de TCM, fue responsable, a mediados de los 60, del revival del estilo de los años 30.

Un mes en el que las telas, los trajes, vestidos, accesorios y complementos serán los grandes protagonistas del canal.

 

El 'último baile' de grandes directores

En las biografías de los cineastas hay dos datos que son imprescindibles: la película que inaugura su filmografía y aquella que la cierra. En ellas se encuentran algunas de las claves de toda su carrera.

Para los sábados de noviembre TCM propone a la audiencia una colección de títulos unidos entre sí por una misma circunstancia: todos ellos fueron los últimos largometrajes que dirigieron algunos de los realizadores más importantes de la Historia del cine. Así, los espectadores podrán disfrutar de filmes como Sacrificio, de Andrei Tarkovsky; Eyes Wide Shut, la cinta que no pudo ver estrenada Stanley Kubrick; Ese oscuro objeto del deseo, de Luis Buñuel o La trama, la última que rodó el mago del suspense Alfred Hitchcock.

Hay ocasiones en que la última cinta de un director se convierte, al mismo tiempo, en su obra maestra, la mejor que ha filmado. Esto le sucedió a Sergio Leone con Érase una vez en América o a Krzysztof Kieslowski con Rojo. 

En otros casos la primera se convierte también la última película de un realizador, algo que le ocurrió a Charles Laughton con La noche del cazador

 

Una carta de amor a los espectadores

Unas palabras escritas en un papel y metidas en un sobre es, en muchas ocasiones, el comienzo de una película. Historias de amor, traición, suspense de guerra... A veces la clave de todas ellas está en una simple carta.

Todos los miércoles de noviembre TCM emite un ciclo de largometrajes en el que las misivas, los mensajes, escritos y cartas son los verdaderos protagonistas. 

El bazar de las sorpresas, dirigida en 1940 por Ernst Lubitsch y protagonizada por James Stewart y Margaret Sullavan, y Tienes un email, de Nora Ephron, con Tom Hanks y Meg Ryan, estrenada en 1989, es la misma historia: la correspondencia, ya sea postal o electrónica, es el desencadenante de una historia de amor.

Unas misivas enterradas y encontradas por unos arqueólogos japoneses le sirven a Clint Eastwood para reconstruir una de las batallas más cruentas de la Segunda Guerra Mundial en Cartas desde Iwo Jima, mientras que diferentes escritos cifrados que llegan a una redacción pueden ser claves para descubrir a un peligroso asesino en serie, como cuenta David Fincher en Zodiac.

 Y en el cine, como en la vida, las cartas pueden deparar enormes sorpresas. En Carta a tres esposas, de Joseph L. Mankiewicz, tres amigas reciben un mensaje en el que les dice que se va a fugar con el marido de una de ellas, pero sin especificar de cuál.