Doce campañas desde que retornó a su casa y numerosos partidos después, David Mendoza, el capitán del Liberbank Cuenca, dice adiós a la práctica deportiva. Así lo anunció el jugador conquense –arropado por un buen puñado de compañeros de la plantilla–, que justificó la retirada ante la imposibilidad de compaginar el trabajo con «lo que más me gusta de esta vida, que es el balonmano».

El duro calendario de la segunda vuelta, con partidos en miércoles y domingo, o la ausencia en entrenamientos fueron la causa, según Mendoza, de un rendimiento «a menos», el movivo «real» que le ha llevado a «este triste desenlace». Dijo el capitán que tomar la decisión fue «difícil» y tuvo que «meditarla mucho» en los últimos meses de la competición. 

Así, mostró su agradecimiento al presidente del club, Isidoro Gómez Cavero, a todos los entrenadores, «entre ellos Lidio», directivos, fisios, preparados, «gracias a ellos he crecido como jugador y persona», a todos los compañeros «que están aquí, a los que se fueron, y de otros equipos». Se acordó especialmente de la afición, «que es la mejor del mundo. No sólo nos animan, nos acompañan por donde vamos y nos muestran su cariño», y también tuvo palabras para su familia y su novia, sus «más fieles seguidores» y su «máximo apoyo», que están en los momentos buenos y malos». 

Para finalizar, Mendoza aseguró «estar eternamente agradecido y orgulloso de haber vestido esta camiseta , de mi ciudad y de poder haber defendido estos colores durante tanto tiempo».