"Las fiestas de San Mateo van a ser las últimas en volver"

Redacción
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La Asociación de Peñas Mateas y su presidente. Javier Benayas, espera que en esas fiestas que se viven en la calle los que venga de fuera y los conquenses se comporten de forma responsable por el bien de ellos, sus vecinos y las propias fiestas

Javier Benayas, presidente de la Asociación de Peñas Mateas. - Foto: Reyes Martínez

Cuenca está inmersa en las no fiestas de San Mateo. No hay vaquillas ni su suelta por el Casco Antiguo por seguridad, pero hay exposiciones que acercarán a la raíz de estos festejos, así como homenajes, misas y traslado del pendón pero adaptados pues, como dice el presidente de la Asociación de Peñas Mateas, Javier Benayas, la pandemia no ha terminado. Es por ello que, desde la Asociación de Peñas Mateas se espera que en estas fiestas que se viven en la calle los que vengan de fuera y los conquenses se comporten de forma responsable  por el bien de ellos, de sus vecinos y de la propia fiesta.

Estamos inmersos en las fiestas de  San Mateo.  ¿Cuál es el origen de esas fiestas?

Las fiestas de San Mateo vienen de la conquista de Cuenca en el año 1177 a los musulmanes por parte del Rey Alfonso VIII, el cual  mandó celebrar la conquista con música, tabales y suelta de toros. Al principio eran toros los que se soltaban dentro de un coso, posteriormente la fiesta se adaptaría al Casco Antiguo y con suelta de vaquillas. Estamos ante la fiesta más popular y también ante la más tradicional. 

Las fiestas tienen su origen en la conquista de la ciudad y las Peñas Mateas, de la que usted es su presidente. ¿Por qué se crearon y desde cuándo están?

Las fiestas de San Mateo, como todo el mundo sabe, son unas fiestas que se viven  en la calle. Las primeras peñas aparecen en el año 1978 y son, fundamentalmente, grupos de amigos que se juntaban para merendar, para pasar un buen rato, al unísono con la suelta de las vaquillas.  Sería, a partir de los años 80 cuando las peñas empiezan a coger auge y ya en 1998 cuando se cree  la Asociación de Peñas Matea con un doble objetivo. Por un lado, tener a todas las  peñas asociadas y por otro, poder hacer las cosas de la mejor manera posible. Las fiestas no sólo cada año variaban en fechas y en  duración sino que también se creía que el ganado que se traía para su suelta no era el más apropiado. En definitiva, lo que había detrás de la Asociación era hacer fuertes a las peñas y a sus reivindicaciones.

¿Considera que estos festejos son más que la vaquilla? 

En San Mateo el elemento principal es la vaca, la suelta en este caso de vaquilla, y las peñas se puede decir que estamos en paralelo montando cada una a su manera su fiesta. Sin vaca, no existiríamos las peñas mateas. Unas peñas que hay que recordar que en el último San Mateo, el del 2019, conseguimos, en concordancia con el Ayuntamiento, hacer realidad una vieja demanda que consistía en  lugar de echar yeso y serrín a la salida de la vaquilla echar un producto antideslizante similar al de Pamplona, y así evitar resbalones y demás. Siempre estamos con San Mateo en la cabeza y dándole vueltas para intentar mejorarlo.

Las últimas fiestas  fueron, como acaba de recordar, en 2019. En 2020 no se celebraron y este 2021 podría haber sido el segundo año sin celebración pero al final habrá un San Mateo alternativo. No obstante, ¿hasta qué punto han tenido que adaptarse  por la pandemia?

En este 2021 ha habido que adaptar todo  lo poco que se podía celebrar. San Mateo es de las fiestas que más se viven en esta ciudad.  Podemos estar hablando de unas 20.000 personas cada tarde en el Casco Antiguo. El año pasado la pandemia hizo imposible que hubiese algo y este año, pese a la mejoría, con todo el dolor de nuestro corazón de nuevo hemos tenido que suspender la suelta ante la imposibilidad de mantener con garantías la distancia de seguridad entre las personas durante el tiempo que dura el festejo.  

Al final se ha programado un San Mateo alternativo con, por ejemplo, una serie de exposiciones que las hemos basado en la historia, en que se conozcan las raíces de esta fiesta. Mucha  gente vive las fiestas, pero muchos desconocen el por qué de esos festejos. Además habrá misas, traslado de pendón y homenajes.  Ahora bien,  conforme a lo que se veían haciendo antes, las misas se han adaptado en aforo, lo mismo que se ha adaptado el traslado del pendón real con el que Alfonso VIII entra o los homenajes. Antes estos homenajes se hacían a gente en vida, pero  con esto del Covid, por desgracia, mucha gente nos ha dejado y muchos de ellos, además, estaban vinculados con estas fiestas. Sin embargo, estoy seguro que nos hemos dejado a más de uno. 

¿El papel que juega la Asociación de Peñas Mateas es fundamental para estas fiestas?

El Ayuntamiento es quien organiza, aunque nosotros tenemos mucha relación con ellos en cuanto a lo que es la fiesta, más aún, trabajamos de la mano. Se nos tiene mucho en cuenta y participamos en todo, en las comisiones que se celebran previas, en la incorporación de elementos y en la aprobación de los planes de seguridad. Tenemos inscritas 43 peñas, que pueden llegar a mover  entre 6.000 y 7.000 personas. La Asociación somos los interlocutores de toda esa gente en una y en otra dirección, nosotros somos, en definitiva, los que hablamos, los que le ayudamos a organizar y a que tengan un buen desarrollo y los que colaboramos a solucionar los problemas que puedan surgir en el día a día en el Casco Antiguo durante la fiesta. Y este año, además, somos coorganizadores.

 ¿Qué esperan del comportamiento de los conquenses y de los visitantes en este 2021 pues el Covid sigue estando vivo?

Que sean responsables porque las fiestas están suspendidas. El que  hayamos podido hacer un pequeño programa alternativo no significa que sean las fiestas. Lo hemos hecho para que esos días no pasen en blanco, ni se vean tristes. No tiene sentido que no hayamos podido celebrar las fiestas por el tema de las distancias de seguridad y ahora se forme un macrobotellón. Nos da igual que la gente se vaya de botellón o que un establecimiento público pueda aprovechar para organizar algo tipo privado, por ello, al igual que hicimos el año pasado, vamos a colaborar tanto con el Ayuntamiento como con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y en cuanto nos percatemos de cualquier movimiento que se esté generando a ese respecto se los comunicaremos.

Las fiestas de San Mateo van a ser las últimas en volver tras la pandemia. La Asociación somos conscientes de ello y así se lo hemos comunicado a las peñas.  En una fiesta normal en el Casco Viejo se juntaba un altísimo número de personas y en las callejuelas, todos estábamos juntos. Qué más quisiéramos que poder celebrarlas como antes, pero no es posible. Hay prácticas, por lo tanto, que hoy por hoy carecen de toda moral. 

Acaba de mencionar lo del macrobotellón.  ¿Teme que se organicen?  

Los  anuncios de botellones nos han llegado y desde varios puntos en su celebración. Por ello, hay que hacerles ver a quienes pensaban participar que aún estamos a tiempo de ser responsables y de no ir. Además, debo decir que en más de una ocasión en su llamada usan el nombre de peñas cuando no sólo no son de la Asociación, sino que nosotros estamos muy tranquilos sin organizar nada. Más aún, ya por el mes de mayo hicimos una consulta sobre la posible suspensión de estas fiestas y el 99% de las peñas se mostraron a su favor visto como estaba la pandemia. El día que podamos volver a  hacerlas estas fiestas a lo grande, lo haremos

Ya para terminar, ¿a quiénes van dirigidas estas fiestas? 

A todos. En las fiestas hay muchísima juventud pero también hay mucha gente mayor y muchos niños. El programa es muy abierto para que todo el mundo tenga cabida. No obstante, al ponernos nosotros en riesgo estamos poniendo en riesgo al resto de la población, a nuestros vecinos, amigos, familia, mayores y menores. Cómo nos comportamos es lo que va a hacer que entremos o no de nuevo en un círculo vicioso de contagios, enfermos e incluso fallecimientos.  Por su complejidad y la abundante legislación que hay en torno a ellas, en el 2020 se suspendieron en mayo y este año, en julio. El año que viene, si seguimos con la pandemia latente, vamos a tener que volver a suspenderlas y eso no lo queremos nadie.