Con las diferentes lecturas ya reposadas de los resultados de las elecciones generales, y tras llevar a cabo esta pasada semana las primeras rondas de contactos para la conformación de un nuevo Gobierno (un proceso que se prevé largo y necesitado de mucho diálogo), los principales partidos no pierden de vista el siguiente capítulo en la carrera hacia las urnas: la cita del próximo día 26.
Los comicios municipales, autonómicos y europeos marcan ahora un reto a los distintos grupos políticos tras las expectativas creadas el 28-A, y mientras el PSOE aspirará a ganar en las 12 autonomías que acuden a las urnas, el PP luchará, en buena parte de ellas, por que Ciudadanos no le rebase.
En esta línea, el líder popular, Pablo Casado, critica la política de fichajes del presidente de los naranjas, Albert Rivera, -entre ellos al exdirigente del PP madrileño Ángel Garrido-, subrayando que a su grupo no le «hace falta pescar en otros caladeros ni incumplir todas las normas de cortesía» practicando el «transfuguismo», el «chaqueterismo» o «las malas formas». Casado también afea a Rivera que siga «peleándose» por ser la cabeza visible de la oposición, cuando el PP lo que busca es ser «alternativa para liderar el Gobierno».
El centro derecha busca líderLas palabras de Casado están directamente ligadas a los resultados cosechados en las generales, por ejemplo, en la Comunidad de Madrid, donde los naranjas obtuvieron 86.000 votos más que los conservadores y se situaron como segunda fuerza tras los socialistas, ganadores con un millón de sufragios. De repetirse el sentido del voto, la suma de PP y Cs y los 520.000 escaños de Vox darían para una mayoría de Gobierno, que podría llevar al candidato naranja, Ignacio Aguado, a la Presidencia madrileña tras 24 años de Ejecutivos populares.
También en esta región se da la peculiaridad de que puede haber hasta seis candidaturas representadas en la Asamblea, ya que, además de Unidas Podemos, hay que tener en cuenta la presencia de Más Madrid, lista promovida por el exdirigente morado Íñigo Errejón.
En Aragón ocurre algo similar, pues el pasado 28-A Cs consiguió casi 155.000 votos -12.000 más que el PP- y se convirtió en la segunda fuerza por detrás de un PSOE que sumó cerca de 240.000 sufragios.
Si la situación el próximo 26-M es similar, la suma de Cs, PP y Vox lograría 389.000 escaños, superando en 48.000 la unión de socialistas y morados, lo que podría arrebatar la Presidencia del Gobierno aragonés al progresista Javier Lambán.
En Extremadura, de repetirse el sentido del voto un mes después de las generales, el PP se situaría por encima de Cs pero necesitaría de Vox para quitar la Presidencia al socialista Guillermo Fernández Vara. El PSOE, sumando a Unidas Podemos, estarían por debajo de las tres derechas.