La feria de las oportunidades

Leticia Ortiz (SPC)
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La ausencia de grandes figuras, excepto Roca Rey y El Juli, deja el camino abierto para que los toreros de la 'segunda fila' y los jóvenes valores se reivindiquen en el serial de Madrid que arranca el martes

La feria de las oportunidades - Foto: MARCELO DEL POZO

Casi con los compases de los pasodobles interpretados en La Maestranza por la Banda de Tejera todavía en el aire, Las Ventas se engalana para celebrar la Feria más importante del año taurino. El calendario ha querido esta temporada que dos de los abonos que concitan mayor interés cada campaña se solapen sin apenas solución de continuidad. Un maratón de festejos que, sobre el papel, podría revolucionar la Fiesta, aunque Sevilla ha demostrado que, a pesar de la ilusión de los aficionados por un relevo generacional, las figuras siempre acaban dando la cara donde y cuando son requeridos.

Y es que son precisamente los dos únicos primeros espadas anunciados en Madrid, El Juli y Roca Rey, los que reventaron el serial hispalense antes incluso de que se iluminase la portada del Real de la Feria. Una rivalidad que toma ya tintes históricios entre el mandón de la última década y aquel que está llamado a ser su sucesor en el trono. En Madrid volverán a verse las caras, aunque en la distancia, ya que no coincidirán sobre el albero. El madrileño, salvador a última hora del empresario Simón Casas que, con su idea de sortear parte del abono, había provocado la espantada de las figuras, salvo el propio Roca y Ponce, doblará presencia en Las Ventas (24 de mayo y 12 de junio) con el objetivo de alcanzar la excelencia que logró en 2018 ante Licenciado, un extraordinario toro de Alcurrucén que le sirvió en bandeja una Puerta Grande que le cerró la espada. 

Por su parte, el peruano se la jugará en tres tardes. Él sí creyó en el invento del bombo y la suerte le deparó un morboso encuentro con la ganadería de Adolfo Martín, hierro poco habitual en sus campañas anteriores. Por eso, su encuentro se vende como el gran acontecimiento de San Isidro.  Manuel Escribano y Román, dos diestros más acostumbrados a este encaste, acompañarán a Roca en el cartel del jueves 30 de mayo. Antes, el martes 22 tendrá su primer compromiso del año en Madrid para lidiar una corrida de Parladé junto a El Cid y López Simón. Sus paseíllos en las capital se cerrarán casi al final de la Feria, el sábado 15 de junio, compartiendo cartel con Castella y Paco Ureña con la ganadería de Victoriano del Río como hierro.

Sin embargo, más allá de estas dos figuras y ante la ausencia de otros diestros de la parte alta del escalafón -Morante de la Puebla, José María Manzanares, José Tomás, Enrique Ponce, Alejandro Talavante-, es la considerada segunda fila y los jóvenes valores de la Tauromaquia los llamados a ocupar los titulares de este mes de toros en Madrid que arrancará el próximo martes y se desarrollará, sin una sola jornada de descanso, hasta el domingo 16 de junio. Más de 30 días en los que los menos habituales tienen en su mano dar un golpe sobre la mesa para reivindicar un hueco entre los grandes. De ahí que después de su presentación oficial se bautizase al abono como la Feria de la oportunidad. 

Decepción en sevilla. Regresando a La Maestranza, algunos de esos toreros que tendrán que dar el paso adelante en Las Ventas decepcionaron en el escaparate sevillano, dejando escapar toros de triunfo o simplemente pasando sin pena ni gloria por el albero hispalense. Mal augurio de cara al serial madrileño. Porque para muchos de esos matadores, la plaza de la calle de Alcalá se presenta como su gran oportunidad para entrar en los carteles de las ferias de toda la geografía española. Sin embargo, un fracaso en la capital les penará en una Fiesta que, sobre todo tras la irrupción de Roca Rey, no espera a casi nadie y requiere de triunfos casi inmediatos.